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Narrador Omnisciente.


"La necesidad de saberlo todo, puede llevarte a querer dejar de sentir, a dejar de desear, y a dejar de amar."


La casa permanecía en un completo silencio. Cada movimiento había quedado a la deriva, esperando el momento en el que los ojos de aquella platinada se alzaran y reaccionara nuevamente, saliendo de aquel trance en que se encontraba.

-. ¿Como dejaste que esto ocurriera?.- volvió a regañarlo Hiccup, el cual había estado estos últimos tres días culpando a Jack de lo sucedido. El albino rodó los ojos mientras se acababa aquel vaso con el espeso líquido dentro. Hizo una mueca fastidiado.

-. Yo no la obligué a querer apagar su humanidad. Ella reaccionó sola a esa parte, sin siquiera saber que se podía hacer algo así.- sonrió levemente, mostrándose bastante impresionado por la rapidez en la que Elsa está captando todo este nuevo mundo, aceptando finalmente en lo que se había convertido. Mérida le dió un codazo, rodando sus ojos.

-. Eso no importa ahora, Jackson. Lo que debe preocuparlos es el saber si lo habrá logrado o no. Hiccup detuvo el proceso, pero nada nos promete que cuando despierte sea la misma Elsa o una copia inhumana de ella.- hizo una mueca la pelirroja, viendo de reojo un punto fijo en la pared junto a ella.

Todos miraron hacia las escaleras, suspirando pesadamente. Necesitaban y deseaban que aquella chica apareciera por ellas, diciéndoles que todo estaba bien y que se acostumbraría a todo esto. Parecía irreal, pero al menos Jack era el único que pensaba en que lo era. A diferencia de Hiccup y Merida, los cuales aún esperaban aquella respuesta por su parte.

Y es que Hiccup estaba cegado con el sentimiento de pérdida que acababa de superar luego de la muerte de su amada, el cual al ver a Elsa se avivó, confundiéndolo nuevamente. Mientras que Mérida por otro lado, estaba tranquila, ya que era consciente de que si tenía la sangre de Lilia sabría manejar todo esto. O eso esperaba al menos.

Jackson permaneció ajeno a la charla que ellos dos habían comenzado a mantener, viendo fijamente hacia la escaleras, las cuales le estaban provocando un sentimiento irritante y molesto, el cual estaba haciéndolo perder su paciencia.

-. Es todo. Voy a subir.- gruñó el Albino, interrumpiendo a sus amigos y llamando su atención. Ellos vieron cómo el chico había subido las escaleras rápidamente, sin poder ser detenido a tiempo.

-. Jackson, detente.- le pidió detrás de él Hiccup, sin obtener resultado.- ¡Jackson Frost. Como tú creador te ordeno que te detengas!.- intentó una vez más, logrando que él le dedicara una corta mirada, con sus ojos azulados oscurecidos y sus pupilas dilatadas.

Jack entró a la habitación sin tocar y miró el cuerpo inerte de la chica, viendo cómo su pecho tenía unas manchas de sangre y su camisa estaba repleta de esta. Hizo una mueca, pensando en cuanto le dolería la golpiza que Elsa le haría por hacer esto.

El Albino, bajo la mirada del castaño y la pelirroja, se acercó a la platinada hasta que sus cuerpos estuvieron cerca. A continuación, sacó una pequeña navaja y en un rápido movimiento, se la clavó en el brazo.

-. ¡Jack!.- abrió sus ojos sorprendida la colorina, sin creer que su amigo había sido capaz de apuñalarla mientras ella dormía. Pero otra voz interrumpió a Jack, antes de que él siquiera pudiese hablar, lo lanzó contra una de las paredes.

𝖕𝖊𝖈𝖚𝖑𝖎𝖆𝖗 (JELSA) ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora