15🌩

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Tailandia, Bangkok.

Maneje por las calles de Bangkok, Nayeon estaba impaciente, ya había perdido la cuenta de las veces en que me preguntó si pronto llegaríamos, ahora mismo cantaba a todo pulmón mis canciones.

—¿Sabías que eres la mejor solista? -preguntó mirándome con una sonrisa.

Negué divertida, sus mejillas estaban rosadas, ¿cómo alguien tan linda cómo ella se había fijado en mí? debo ser la persona más afortunada.

—¿Después de IU? -devolví la pregunta.

—¡A ella no la metas en esto! -bromeó.

Cuándo estuvimos cerca de aquel lugar Nayeon pareció intuirlo, estaba atenta a las calles y nuestro alrededor, estacione en aquel restaurant.

—Oh por dios, ¿cómo podrás pagar este lugar?

Me encogí de hombros sin tomarle importancia, el dinero es lo que menos debe importar ahora, baje de mi lugar, rodeé el coche y abrí su puerta, sujetándose a mí brazo entramos al lugar.

—Bienvenidas a Ilum, permítanme guiarlas.

Nayeon se aferró a mi brazo mientras seguíamos a aquella mujer, estábamos en un lugar reservado, era cómo un cubículo con vista a la ciudad, un gran ventanal al frente y un aura romántica.

El mejor lugar para nuestra segunda cita.

—Este lugar es hermoso, déjame ayudar con la cuenta -insistió.

—Bunny la cuenta esta pagada -hizo un mohín triste.

Uní nuestras manos por sobre la mesa, repartí pequeñas caricias en ella.

—¿Me quieres tanto cómo yo a ti? -pregunté mirando nuestras manos entrelazadas.

—Te quiero tanto así -correspondió.

El mesero apareció, después de hacer nuestro pedido y de traer el mejor vino posible se volvió a retirar dejándonos a solas, una frente a la otra, nuestro tema de conversación siendo sobre trabajo o nosotras.

Nayeon reía al escucharme narrar el cómo había sido mi primera vez en avión, se burlaba mientras golpeaba mi brazo.

—¿Vomitaste a tú hermana? -preguntó entre risas.

Me mantenía sonrojada, asentí un poco mientras ella seguía riendo, ahora tomando mi mano por sobre la mesa, fíje mi mirada en la suya, su sonrisa se agrando al notar mi mirada.

—¿Por qué eres tan linda? -cuestione acariciando su mejilla.

—¿Tú por qué lo eres? -siguió.

Repito, cómo siempre que estamos en nuestro mejor momento algo debe suceder, esta vez no fue excepción, el mesero apareció poniendo todo sobre la mesa, nos apartamos un poco.

Agradecí al chico para después verlo desaparecer por aquella vitrina.

—Estoy muy agradecida, realmente no debías hacerlo -habló Nayeon mirando nuestro alrededor.

—Quería hacerlo, no debes agradecer nada, en parte también lo hago por mí, quiero tener tantos recuerdos contigo cómo sea posible -dije sintiendo mis mejillas arder -Jamás había sentido algo así por un chico, no me imaginaba jamás enamorada de una chica -susurré.

Nayeon carcajeó suavemente, unió nuestras manos, ella también estaba sonrojada, ¿por qué esto es tan normal entre nosotras?

—Eres la primera chica con la que me siento de esta manera, me gustas tanto Bae.

La conversación dio por finalizado ahí, nos centramos en comer regalándonos miradas cada cierto tiempo, Nayeon robando mi comida.

El resto de la comida pasó rápido, llevábamos tanta hambre tras el día agotador, se llegó el momento del postre cuándo menos lo esperamos.

—T/N iré al baño, ahora vuelvo -avisó Nayeon levantándose de su lugar.

Agradecí en silencio la acción, me facilitaría todo, apenas desapareció le pedí a aquel chico ayuda para la razón de traer a Nayeon aquí, para cuándo la coneja regresó el chico había desaparecido.

—Duraste un poco, ¿todo bien? -pregunté.

—Retocaba mi maquillaje -respondió con simpleza.

—¿Cómo crees que le va al Satzu en su cita? -pregunté recordando mi ayuda a Tzuyu.

—Deben estar gimiendo ahora mismo -bromeó.

Lleve mi mano a mi quijada fingiendo pensar, Nayeon se burló de mi gesto, me incline un poco a ella.

—¿Por qué nosotras no estamos haciendo eso?

—¡T/N! -se quejó Nayeon al escucharme.

—¡Sólo bromeaba! pero si quieres no es broma babe -seguí ganándome un nuevo golpe.

Aquel mesero volvió a aparecer salvándome de un nuevo golpe que se avecinaba, dejó el postre frente a Nayeon y desapareció.

Tal cómo le había pedido, me habían traído el postre favorito de Nayeon, alrededor del plato escrito con chocolate derretido estaba la gran pregunta "¿Quieres ser novia del cachorro?" junto a un corazón.

—¿Qué hiciste? -preguntó incrédula mientras miraba atenta aquel postre frente a ella.

Los nervios aparecieron, ella parecía no reaccionar, ¿debía prepararme para un rotundo "no"?, quizás ella estaba cómoda antes y no quería que se lo pidiera.

—Respetaré tú decisión -balbuceé intentando arreglar la situación.

—¿Qué cosas dices? ¡Si quiero ser novia del cachorro!

El aire volvió a mí, sonreí lo más que pude, Nayeon se abalanzó a mí sentándose en mi regazo, repartió besos sobre mi rostro haciéndome perder todos los nervios y despejar mi mente de aquellas dudas.

Me dejé mimar por unos segundos hasta que nos separamos unos centímetros.

—¿Somos novias formales ahora? -pregunté con una sonrisa.

—¡Lo somos BabyBoo!

Disfrutamos aquel postre después de tomarnos un par de fotos, mande un mensaje a las chicas avisando que todo había ido de maravilla.

Al subir de nuevo al auto no podía dejar de sonreír de manera boba.

—¿Iremos al hotel ahora? -preguntó con un mohín triste.

—¿Querías ir a algún otro lugar? -estaba muy confundida ahora.

—¡No! No interesa, vayamos a dormir.

No quería que la noche acabara ahí, sabía que podíamos hacer, encendí el auto manejando en dirección al hotel, la música de Twice nos acompañaba.

Cuándo estuvimos cerca del hotel me detuve, estacioné, Nayeon me miró confundida.

—¡Estoy conforme! No debemos ir a otro lado -dijo.

—No quiero que estes conforme Bunny -seguí.

La noche para ambas apenas comenzaba, sólo espero que de esto sólo salgan cosas buenas.

La noche para ambas apenas comenzaba, sólo espero que de esto sólo salgan cosas buenas

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The Tour » im nayeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora