09🌩

3.1K 317 26
                                    

Corea del Sur, Seúl.                                  

Kwan había llegado muy temprano por mi, supongo que sabía sería difícil despedirme de las chicas e igual porqué ellas tenían esta semana con la agenda demasiado estrecha.

Debía dejar de estorbar según escuché a mi manager decir, no entendía que le pasaba pero se estaba comportando extraño, hasta grosero.

Cuándo subí a la Van él no me saludó, sólo pidió a Park que manejara.

No regrese al hotel cómo pensaba, me quedaría ahora en una habitación en la JYPE, junto a la enfermera claro esta.

Mi día se baso en ir al gimnasio, comer comida nutritiva, ir a ensayar, hablar con mi madre y largas horas mirando el techo a la hora de dormir, nada realmente interesante.

Este día me sentía nefasta, estando acostada de lado en la cama con la espantosa enfermera viéndome fijamente, era lo peor.

No me había dado cuenta de cuán hostigante es mi vida, día tras día bebiendo pastillas, comiendo ensaladas, evitando licores, cigarrillos, drogas, no pudiendo ver películas antes de dormir o conversar con alguien hasta quedarme dormida, manteniendo las pesadillas, mi cuerpo sin responder, aire faltando en mis pulmones, todo era más que horrible.

En este momento es cuando me doy cuenta que estar con Twice había cambiado un poco mi manera de ver los días, riendo cada segundo, bromeando, haciendo mi trabajo de la manera que me gusta, disfrutándolo.

Extraño tanto a las chicas, no había dejado de pensar en todas ellas, en especial en una pequeña conejita.

Nayeon, después de nuestro casi beso, de una cita, ahora me habían alejado de ellas.

Kwan fue estricto "no cerca de ellas, no les hables, no les escribas, no seas un estorbo"

¿Ellas me tomarían cómo un estorbo?, estoy casi segura que no, ellas jamás pensarían en alguien cómo un estorbo, ninguna, bueno quizás Tzuyu si.

Hoy había visto a Momo entrar a la sala de ensayos, quise ir tras ella pero Kwan apareció pidiéndome ir a firmar unos papeles respecto a la canción.

Sé que ahora la empresa está promocionándonos con nuestra nueva canción, habían usado el Photoshop para las imágenes de la publicidad, ¿por qué? no lo sé.

Había recibido un mensaje de Tzuyu, es la única que tiene mi número telefónico pero fue en un tiempo dónde ya no podía usar los electrónicos.

Varias píldoras se me habían pasado tomar en el día, extrañé comer con ellas, tener miraditas al despertar y siendo sincera me sentía nefasta de ya no estar compartiendo mis días con esas nueve chicas.

Hasta en la hora de bañarme no pude evitar llorar recordando sus peleas para ganar uno de los baños, al estar dentro del agua mientras masajeaba mi cabello me imagine bañarme mientras Nayeon lo hacía a mi lado, o frente a mí.

Suspiré rodando por la cama, hasta dormir me parecía horrible si no era con alguna de ellas.

Pero, así sería mi siguiente semana sin ellas, hasta esperar que el Tour diera inicio.

¿Lo soportaría? Tendría que.

Era muy tarde para cuándo escuché un golpe en la habitación, la enfermera era una anciana que ahora dormía casi cayéndose de su silla, abrí la puerta encontrándome con Nayeon.

Llevaba una caja en sus manos, la reconocí cómo el aparato que había comprado para mí.

—Traje esto, lo olvidaste.

—¿Sólo viniste para dejármelo? -interrogue.

Nayeon negó.

—Te extrañaba, cuándo desperté quería golpearte ¿por qué te fuiste?

Tomé la caja de sus manos y la dejé sobre un mueble, me adentré a la habitación junto a Nayeon, la enfermera parecía estar muerta.

Me abrace a la cintura de Bunny.

—Kwan estos días a estado extraño, me pidió que dejara de ser un estorbo para ustedes y que saliera de su hogar -narré.

Antes de poder seguir fui interrumpida por los dedos de Nayeon cubriendo mi boca.

—BabyBoo jamás serías un estorbo -respondió.

—Lo sé, lo sé.

Nayeon pasó sus brazos por mis hombros acercándome a ella, miré el reloj de la pared marcaba las 09:30 PM

—Debería irme -murmuró.

—Es muy tarde, ¿por qué viniste a esta hora?

—Estuve ocupada durante el día, cuándo estaba por bañarme encontré la caja y quise entregártela.

—¿No te bañaste? -pregunté.

Nayeon negó.

—¿Crees que huelo mal? -inquirió confundida.

Evite reír ante su preocupación, su aroma era el mejor, olía levemente a sudor pero sólo era por la jornada de trabajo, a todos les sucede, una vaga idea llegó a mi cabeza.

—Fingiré que apestas sólo para que te des un baño conmigo -hablé.

—Pero es tarde...

—Dormirás conmigo esta noche, Bunny.

—No sé qué esperamos -respondió.

Cargue a Nayeon y con su risa de fondo nos adentré a ambas a mi baño, la senté sobre la tapa de la taza, con sumo cuidado levante su sudadera, quite sus pantalones y su calzado.

—No te desnudare si es lo que crees -dije mirando su sonrojo.

—No me molestaría.

—Pequeña traviesa -murmuré.

La abrace de nuevo, quite mi camiseta y mis shorts entrando detrás de ella debajo de aquella lluvia artificial, quería besarla, ahogarla en mimos y cariños, pero por ahora sólo un buen baño y dormir a su lado debían de bastar.

Dejó sus manos en mis hombros, me miro fijamente, sus mejillas se tornaron rojas debajo del agua.

Me incline dejando un sonoro beso en su mejilla, tan caliente cómo el que alguna vez ella me dió, mi pecho se sentía presionado, estaba sintiéndome anonada por la cercanía de Nayeon.

En este momento estaba más que segura que no era una confusión y que lo que sentía por Im Nayeon era fuerte, algo real.

—Te quiero, Bae.

—También te quiero, Im.

—También te quiero, Im

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Tour » im nayeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora