The Tour » im nayeon.

18🌩

Manila, Philippines.                           

Salíamos de nuestra quinta entrevista durante el día, quise acercarme incontables veces a la coreana más ella se encontraba a la defensiva, me evadía o siempre estaba cerca de Jeongyeon Unnie.

Íbamos camino al hotel, me tocaba en la Van de las menores, Mina estaba agotada con casi todo su cuerpo sobre mí, Chaeyoung dormía junto a Dahyun en otro asiento.

—¡Tengo tanta hambre! -se quejó Tzuyu.

Mina estiro su manito cubriendo la boca de la morena, Tzuyu se quejó una vez más.

—Cuándo lleguemos podemos pedir servicio a la habitación -murmure.

Mina se abrazo más a mí, parecía estar a punto de dormir, justo cuándo logro cerrar sus ojitos cansados la Van se detuvo en nuestro hotel.

Manager Unnie se encargó de despertar al Dubchaeng a mi dejándome a Mina, entre en pánico, la japonesa se veía tan linda durmiendo.

—Unnie, ella duerme muy tranquila -hablé.

—¿Tienes problema en llevarla en brazos? -preguntó.

Chaeng estaba a su lado adormilada, la miré intentando saber si podía hacerlo o no.

—Llévala hasta el ascensor, ella despertará -habló Son.

Sin más tuve que hacerme cargo del asunto, en mis brazos llevaba a Minari, se removió en mi ya que estábamos en el ascensor junto a las demás miembros.

El ambiente era tenso.

—¿Ahora cargas a todas? -preguntó con burla Nayeon.

—Es sólo porque me lo pidió la manager -respondí.

Tzuyu acarició mi espalda, debía de no seguirle el juego, ¿qué le ocurría a Nayeon?

—¡Ya va! Seguro ahora quieres acostarte con las demás miembros -bufó Jeongyeon.

Mina se abrazo más a mí, escondió su rostro en mi cuello y Nayeon gruñó sin importarle las demás miembros se acerco a mí molesta.

—Ignórala -pidió Tzuyu.

—¡Creí que éramos amigas! -gritó Nayeon a la taiwanesa.

—¡Lo somos! Eres tan absurda creyendo las mentiras de Jeongyeon, ¿acaso no lo ves? -siguió Tzuyu.

—¡Basta! -protestó Jihyo.

—Si quieres creer las palabras de Jeongyeon hazlo más no te vuelvas a acercar a T/N, ¿me escuchaste? -habló Tzuyu.

Las puertas del ascensor se abrieron en el piso de las chicas, aún llevando en brazos a Mina salí del cubículo, esperé a que Chaeyoung abriera y me adentré a su cuarto.

—Te lo agradezco -murmuró Son.

Ubique la cama de Myoui dejándola sobre esta, Tzuyu posó sus manos en mis hombros, me abracé a su cuerpo intentando ahogar mis sollozos.

¿Cómo las cosas habían dado una vuelta a esto? ¿Por qué una sola acción nos había dejado hasta aquí?, hace apenas un día éramos una.

¿Qué había cambiado de Tailandia a Manila?

[...]

Mi enfermera nuevamente había cancelado, estaba en mi habitación junto al Saidahmo, comíamos jokbal a petición de Momo.

—¿Momo ya nos dirás qué pasa? -preguntó Dahyun.

En el rato que llevábamos juntas nos dimos cuenta que la japonesa no estaba bien, su ánimo había decaído y llevaba un pequeño puchero en los labios. Casi parecía estar ahogando sus ganas de llorar.

—¡Nayeon se besó con Jeongyeon!- admitió comenzando a llorar.

Las restantes giraron a verme, negué de inmediato no tenía caso que se preocuparan por mí cuándo la japonesa lloraba frente a nosotras.

Me abalancé a ella intentando calmar las lágrimas que corrían por sus ojos, Sana se dedicó a acariciar su espalda mientras Dahyun limpiaba las pequeñas gotas.

—Nay la besó frente a mi -titubeó.

—Hey, está bien, no es tú culpa -la calme.

—¿Podrían darme un momento con ella? -preguntó Dahyun con las mejillas rosadas.

Miré a Sana y después a la par asentimos, tomé mi cartera saliendo de la habitación. Apenas estuvimos en el pasillo Sana abrazo mi cintura.

—¿Estás bien? -cuestionó.

Caí en cuenta de lo que había dicho Momo, Nayeon besándose con Jeongyeon, ¿cómo eso había pasado?

El aire no llegó a mis pulmones por unos segundos, sentí mis ojos picar ¿debía dejarme caer por eso? ¿debía arreglar todo? ¿y si ella es feliz con Jeongyeon?, debía dejar de estorbar en su "relación"

Sana acarició mi rostro haciéndome salir de mi pequeño trance, tomé aire y camine al ascensor.

—¿Vienes? Te llevaré a un buen lugar -hablé.

Con una llamada ya había rentado un coche, esperamos en el living unos minutos hasta que me notificaron sobre el coche, abrí la puerta de copiloto para Sana.

Al ya estar sobre el coche comencé a manejar en dirección al gran río que había visto antes, era algo así cómo el río Han de Seúl.

Pasamos a una tienda por bebidas, golosinas y papas. Cuándo llegamos a aquel lugar descapote el coche, nos dedicamos a comer viendo nuestro alrededor.

Mi cabeza estaba hecha un lío, tenía mil y un cosas que solucionar, mi corazón estaba roto, los susurros persistían.

Necesitaba esto, una buena escapada, Sana es la mejor persona para esto.

—¿Qué harás T/N? -preguntó Minatozaki.

—¿Respecto a qué? -fingí no entender.

Ella giró quedando frente a mí, tomó una de mis manos y fijó su mirada en mí.

—Entiendo si no quieres hablar sobre Nayeon pero quiero que confíes en mí, háblame de lo que sea que te moleste quiero ser igual de cercana a cómo lo eres con Tzuyu.

Recosté mi cabeza en el hombro de Sana, ella acarició mi cabello con sus dedos, me permití derramar unas lágrimas antes de tomarle la palabra.

—Prometo que seremos tan cercanas a cómo lo soy con tú novia -dije.

Sana rió nerviosa.

—¿Ella te ha hablado sobre mi? -preguntó sonrojada.

—¡Claro cuñada! -correspondí.