27🌩

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Corea del Sur, Seúl.

Recibí un beso en la frente de parte de mi madre, acarició mi brazo con cariño al alejarse de mi.

—Tú padre estará bien cariño, sólo es algo difícil de procesar a su edad -habló en un intento de tranquilizar mis nervios.

—Mamá tiene razón, igual deberá acoplarse, también salgo con una chica, pienso presentarla el viernes, ¿no hay problema? -cuestionó Irene.

Sonreí mientras me abalanzaba a ella, dejé besos en sus mejillas, después de hablar sobre lo que haríamos este viernes ambas mujeres se fueron junto a mi padre que ya esperaba en el auto.

—T/N... ¿ya hay tiempo para tú novia o debo seguir esperando? -preguntó Nayeon.

Giré en su dirección, ella mantenía un mohín triste en sus labios, abrí mis brazos recibiéndola en un abrazo.

—Lo siento Bunny, pasaron tantas cosas, ¿crees qué podamos hablarlo esta noche?

Nayeon asintió sin moverse de entre mis brazos.

—¡Tórtolas ayuden! -mandó Jihyo.

Al dirigir la mirada a las chicas las note en su intento por armar las casas de campañas junto a las hamacas, Nayeon estiró los brazos hacia mi rostro.

—¿Puedes cargar a tú novia, BabyBoo?

Reí ante el pedido, sin responder levante el pequeño cuerpo entre mis brazos, sus piernas se enrollaron en mi cintura, en esa posición caminé hasta el resto de las chicas.

—Nayeon -la nombre.

—¿Si?

—No somos novias, debemos hablarlo aún.

—¿Hablarlo? T/N somos novias, hasta Jinyoung lo sabe -murmuró.

Reí sabiendo que intentaba bromear, la dejé sobre una pequeña silla que yacía ahí, Mina nos señaló que debíamos hacer, según Nayeon ella había sido parte de las chicas exploradoras en su niñez por lo tanto sabía armar la casa de campaña.

Ayude en lo que pude a armar la odiosa carpa, me frustre repetidas veces ya que por más que me esforzaba la carpa no tenía forma.

Al finalizar de armar las casas y las hamacas Sana rogó que la acompañáramos al lago, estaba por anochecer por lo que nos vestimos por nuestros trajes de baño muy rápido.

Por un segundo creí que yo no podría meterme pero me lleve con la sorpresa que tenía todo una maleta con todo lo necesario, Sana junto a Tzuyu deberían dejar de invadir mi casa.

Tomé la mano de Nayeon y así caminamos hasta el lago, frente a nosotras las chicas corrían y se hacían bromas entre ellas. El lago tenía una vista preciosa, pequeños pajaritos andaban por ahí cantando, el ambiente era acogedor.

—¡T/N entra conmigo! -pidió Sana.

Lloriqueó desde la orilla del lago, al parecer Tzuyu no tenía ganas de entrar con ella, suspiré sabiendo que debía acompañar a mi amiga.

The Tour » im nayeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora