Mi Verdadero Amor [ Luzuplay ]

Capítulo 38

• Chocolates •

Narra Raúl:

Al fin Luzu me contó todo, jamás pensé que me lo dijera tan rápido, cuando me lo contó, supe que Lana fue y será alguien tan importante para él.

Jamás pensé que ella estaba... Muerta, ahora comprendía el por qué los demás jamás me contaron sobre ella y la relación que tenía con Luzu.

Aquella noche, Luzu me dijo algo más, algo que en verdad me llegó hasta el corazón - Quiero algo serio contigo, te entregaré mi corazón por completo -

- Prometo que yo no te haré daño, no iré a ningún lado, Luzu -

Aquella promesa se selló con un beso, los únicos testigos de esa promesa, fueron la luna y los dioses.

Al día siguiente claro que se notaba en mi cara, la felicidad y el amor que sentía y eso lo notaron todos.

Rubius me abrazó por la espalda - Uy.. alguien está enamorado - dijo con un tono cantadito.

Yo sonreí y me lo quité de encima - Así es - al parecer eso tomo por sorpresa al teñido, me miro con confusión y procedió a tomarme la temperatura.

Una vez comprobó que estaba bien hablo - ¿Qué tienes? ¿Amaneciste mal? Tu jamás aceptarías estar enamorado sin un sonrojo de por medio -

Le sonreí con diversión y le pique las costillas - ¡No soy tan penoso! - Después de reírnos un poco, Rubén al fin pregunto el por qué de mi humor.

Termine contándole lo que había pasado la noche anterior con Luzu, le dije que al fin me contó sobre Lana y sobre su accidente, de pronto sentí los brazos de Rubén, me estaba abrazando.

Eso me tomo por sorpresa, no supe cómo reaccionar - Debió de ser difícil escucharlo todo hasta el final - Cuando dijo eso al fin reaccioné y le di una palmada en la espalda.

Suspire por lo bajo - Me fue más difícil ver a Luzu llorar y no poder hacer nada, que escuchar su historia -

Rub terminó el abrazo y me miro a los ojos - Auron, a partir de aquí todo será mucho más difícil ¿Se fuerte si? -

Lo mire con confusión ¿Más difícil? ¿No sería lo contrario? Solo asentí con la cabeza lentamente - Además, siempre contarás conmigo -

- Lo se - Contesté.

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Narrador Omnisciente:

Faltaba un día para el evento, los preparativos de nuevo estaban terminados, no habían muchas cosas que hacer, dentro de la escuela ya no había ni una sola mujer.

Este pequeño detalle llamo la atención del grupo de protagonistas - ¿Dónde se metieron las chicas? - Pregunto Alex mientras llegaba al salón de Auron.

El moreno dirigió su mirada al recién llegado - No tengo ni la menor idea, las chicas del salón solo dijeron que si no habían más cosas que hacer se irían -

Lolito quien ya estaba en el salón sentado en las piernas de Mangel siguió con la conversación - Creo que es por qué mañana es 14 -

Todos lo miraron con curiosidad ¿Eso que tenía que ver? - ¡Ah! Lo acabo de recordar, Nivi me dijo que la mayoria de chicas irían a preparar chocolate y cartas para sus enamorados -

- ¿Nivi no es la subjefa del salón de Lolito? - Pregunto el moreno.

Alex entro al fin al salón y con una media sonrisa hablo - ¿Y si hacemos nosotros lo mismo? -

- ¿Preparar chocolate? - Dijo Rubius.

- ¿Escribir cartas? - Pregunto Auron.

- ¿Irnos temprano? - Hablo Lolito.

Alex cruzó los brazos - Todas las anteriores -

Y así el grupo de amigos salieron de la escuela directamente al súper mercado para comprar los ingredientes necesarios, planeaban hacer panquecitos de chocolate.

Entre todos juntaron su dinero para comprar todos los ingredientes, tomaron un carrito y tomaron todo lo que veían, huevos, mantequilla, leche, harina, chocolate, etc.

Una vez terminaron las compras se dirigieron a casa del teñido, pues su madre los podría ayudar a preparar los panquecitos.

Alex había hecho la propuesta solo por decirlo, nunca pensó que sus amigos en realidad aceptarían la oferta.

Ahora que el más bajo lo pensaba, todos tendrían a quien regalarle sus panques, Lolito a Mangel y el de lentes a el de pecas, Rubius se los daría a Vegetta y Auron obviamente a Luzu.

Él no tenía a quien dárselos, los ayudaría a hornear y seguramente le darían su parte, suspiro, probablemente se los terminaría comiendo el mismo.

Llegaron a casa del teñido, este entro con una gran energía llamando a su madre, está no tardó en llegar, está salió de la cocina con un delantal lleno de chocolate, al parecer ella también planeaba regalarle chocolate a su marido.

Los chicos explicaron lo que tenían en mente y la señora accedió completamente a ayudar.

Pasaron a la cocina, sacaron todas las cosas de las bolsas, la madre de Rubén les dió una tarea a todos, así terminarían antes.

Pasaron unas horas y los panquecitos ya estaban hechos, para cuándo salieron, los chicos estaban llenos de harina y chocolate.

Les tocaron de tres panquecitos a cada uno, cuando estaban listos los metieron en una bolsa celofán y lo decoraron con un moño, cada uno de diferente color.

Rubius morado, Lolito le puso un azul marino, Mangel uno naranja brillante, Auron uno azul claro y Alex uno rojo.

Una vez terminaron todos, cenaron ahí y después fueron a casa, esperando con ansias el día siguiente.

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• Al día siguiente •

Rubius salió de su cama con una enorme sonrisa, tomo la bolsa con sus panques y los guardo en su mochila, procedió a ir a bañarse y cuando salió se puso lo más bonito que encontró.

Una sudadera blanca, un gorro con orejas de oso, un pantalón de mezclilla y unos tenis, Rubén estaba perfecto, salió de su cuarto con una sonrisa y después de unos minutos regreso corriendo pues se le olvidó su mochila.

Llego a la escuela y como ya esperaba Auron ya estaba ahí, lo saludo y procedió a dejar su mochila a un lado, para ayudar a su amigo.

Hoy sería un buen día, sonrió ante ese pensamiento.