Mi Verdadero Amor [ Luzuplay ]

Capítulo 41

• Darnos Un Tiempo •

Narra Raúl:

Todo paso tan rápido, pensé que ayudaría a Luzu con eso, quería ayudarlo a quitarse un peso de encima, pero fue todo lo contrario, aquellas palabras estaban llenas de amor, nostalgia y añoramiento.

Eso me dio miedo, pues entendí que jamás voy a poder tener un lugar en el corazón de Luzu, este ya tenía dueña y era de esos amores que perduran aún que la otra persona no esté.

– Y si.. ¿Nos damos un tiempo? –

Dije aquellas palabras sin pensar, creo que mi cabeza y corazón pensaron que era lo mejor, tal vez ya no aguantarían otro distanciamiento de Luzu, tal vez pensaron que era nuestro turno de alejarnos, de tener nuestro espacio para pensarlo mejor.

Cuando hice esa pregunta, obviamente Luzu no quiso aceptar, pero está vez yo lo necesitaba, así que insistí, Luzu termino aceptando, ese día volví a mi casa directamente, ni siquiera me acordé de mis cosas, lo único que tenía en mente era "llorar y más llorar" ¿Así se sentía el rechazó?

Llegué a casa y fui directamente a mi habitación, al entrar, dentro estaban don gato y Bosnia acostados en mi cama uno al lado del otro, por alguna razón eso me hizo sentir aún más mal y me tiré en el suelo a llorar, abrace mis piernas y ahí escondí la cabeza.

Vaya 14 de Febrero, ahora esa fecha me traería malos recuerdos.

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En algún momento pensé que ya merecía llorar sobre mi cama, así que me levante y caminé hasta mi cama, solo ahí me di cuenta de que ya era de mañana, lloré toda la noche.

Aún así no me importo y me tiré en la cama, cerré los ojos para dormir un rato, seguramente tenía los ojos hinchados, sin embargo mi sueño no duró mucho, alguien tocó mi puerta.

– Cariño ¿Estás bien? No has salido de tu cuarto en toda la noche y mañana –

La voz de mi madre sonaba tan dulce, estaba preocupada por mi, pero aún así no conteste, solo me tape con las cobijas hasta la cabeza.

– Tus amigos trajeron tu mochila, la dejaré en el pasillo..... Cuando quieras puedes hablar conmigo –

Eso fue lo último que escuche de mamá, pues volví a quedarme dormido, no quería salir de mi cuarto ni para ir a comer ¿Por qué estaba sufriendo mucho? ¡Solo estuve unos pocos meses con Luzu! ¿Eso fue más que suficiente para enamorarme?

La respuesta era sí, lo peor de todo esto era que por más que quisiera, no podía quedarme en mi habitación a llorar por siempre, era el maldito jefe de grupo y quiera o no tendría que ir a la escuela el Lunes. 

¿Por qué no podía quedarme aquí solo? ¿Por qué no podía simplemente desaparecer?

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Todo mi Sábado me la pasé en mi cuarto llorandole a alguien que no me correspondía, mamá venía de vez en cuando a preguntar si tenía hambre o si quería comer algo en específico.

Jamás conteste, jamás di señales de vida, tal vez por eso, los chicos fueron el Domingo por la mañana a mi casa, estaban igual de preocupados por mí que mi mamá.

Me senté en mi cama, mientras los escuchaba con atención.

– ¿Auron? ¿Estás bien? – Esa voz le pertenecía a Rubén.

– Podemos hablar – Ese era Alex.

El siguiente era Mangel – ¿Por qué no abres? Trajimos pizza –