Capituló 4

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• ¿Qué Me Sucede? •

Auron no tardó en llegar a su casa, al llegar su madre lo saludo y preguntó el por qué había llegado tan tarde, Raúl le contó lo que había hecho en el día y en cuanto terminó de contar un maullido hizo que volteara a ver al piso encontrándose con su gato, el señor "don gato" Raúl le dio una pequeña caricia al gato y procedió a alimentarlo, ese gato era una de las pocas cosas que Auron amaba de verdad.

Los días pasaban y la rutina del moreno era la misma, levantarse, ir a la escuela, regresar a casa o ir a la plaza con sus amigos, lo cual era algo divertido pero tedioso, lo peor para el chico era que en todo ese tiempo no había vuelto a ver a aquel chico castaño, el cual se estaba robando poco a poco sus pensamientos "Luzu".

Esa mañana Auron se levantó con cierto presentimiento y no se trataba de uno bueno exactamente, se levantó, hizo lo de siempre y salió para encontrarse con su vecino, ambos iban en camino a la escuela, todo el día iba pasando tan normal que era aburrido, hasta que llegó la clase con su profesor encargado o mejor dicho el "Tutor".

— Hoy tendremos que escoger a un representante para la clase — dijo sin ganas aquel profesor.

Al principio lo hizo voluntariamente y como era de esperarse, ninguno de los alumnos quería tener ese cargo y más por qué se tendrían que quedar después de clases, asistir a las juntas con el consejo, cosas aburridas según todo el salón, al ver que nadie quería aceptar por voluntad propia, el profesor tuvo que hacerlo voluntariamente a fuerza.

— Rubén — llamó al chico de cabello blanco y este al escuchar su nombre volteó para ver al profesor — Dime un número del 1 al 30 — asies el profesor lo escogería al azar según la lista.

Narra Raúl:

Cuando el profesor llamo a Rubén para que dijera un número de la lista, no le tome importancia en un principio, seguro diría el primer número que se le ocurriera, pero mi paz se esfumó por completo al recordar que ayer por la tarde le jugué una broma algo pesada a Rubén y este juro vengarse.

Con miedo volteé a verlo y para mi desgracia este me miraba con una sonrisa maligna, si, iba a decir mi número — 7 — dijo el teñido, ahora estaba jodido, era el nuevo representante del grupo.

Pero la suerte no me abandonó por completo y el profesor me pidió a mi, que ahora yo eligiera al "sub " ósea alguien que me ayudara en todo esto y bien .... la venganza es dulce y sentencié a Rubén, ahora los dos estábamos jodidos .. pero juntos.

Lolito y Alex no paraban de reír — ¿Entonces ahora son los representantes del salón? Tío, pobre salón, están jodidos —

Alex no paraba de sostener su estómago, le empezó a doler de la risa y a Lolito se le salía una que otra lágrima — Eso no es todo, el profesor nos pido que nos quedáramos después de clases para llenar la bitácora y engrapar unas cosas — dije mientras comía del puro coraje, Rubén la cago.

— Bueno, eso significa que no irán con nosotros a estrenar el nuevo juego que instalaron — habló Mangle mientras se acomodaba sus gafas, si, ahora maldecía al doble al chico que estaba a mi lado.

Las clases acabaron, Rubén y yo nos quedamos tal y como nos lo pidieron, estábamos en el salón, sentados en el escritorio uno en frente del otro, mientras yo escribía la bitácora Rubius engrapaba las hojas que nos habían pedido — ¿Auron terminaste? — lo mire y asentí con la mirada.

— Entonces ayúdame a terminar de hacer esto para irnos ya — solté un suspiro y accedí, ambos estábamos haciendo lo mismo hasta que se acabaron las grapas.

— tendré que ir a buscar más — dije mientras movía el juego de hojas en el aire.

— Pues ve, tienes que ir al salón que está al lado del consejo — deje las hojas en el escritorio, me levante y procedí a ir a aquel salón a buscar esas dichosas grapas.

Fui hasta los salones de tercero, busqué el salón del consejo y tras unos segundos ya estaba frente de una pequeña bodega donde tenían todo lo de pepeleria y esas cosas, sin ganas abrí la puerta, encontrándome con Luzu, quien estaba ordenando unas cajas.

— Luzu —

— Auroncito —

Si, él seguía llamándome así y sonaba lindo así que no dije nada —.¿Que te trae por aquí? — preguntó con su característica sonrisa.

— Vine a por grapas — hablé mientras empecé a buscar en algunas cajas cercanas.

Luzu se me acercó y dijo que él podía ayudarme, hace poco las había visto cerca, al ver su rostro de cerca me puse algo nervioso y quise apartarme un poco y lo único que logré fue chocar con el estante, haciendo que una caja que estaba a la orilla se cayera, Luzu lo noto y tomó mi brazo para alejarme.

De un momento a otro ya me encontraba entre los brazos del mayor, alcé la mirada solo para encontrarme con la suya, un silencio se hizo presente en aquella habitación, mi vista se dirigió hasta los labios de Luzu, la distancia se empezó a acortar poco a poco, para ese momento no me interesaba lo que él hiciera conmigo.

Nos separamos de golpe al escuchar la voz de Samuel al abrir la puerta del lugar — Oye Luz... — se quedó callado al vernos en esa situación.

Luzu trató de decir algo pero para ese momento yo estaba tan apenado que salí del lugar no estaba dispuesto a escuchar las preguntas de Samuel.

Me dirigía hasta donde estaba Rubius, me sorprendió bastante verlo fuera del salón esperándome en las escaleras — Auron .. termine el trabajo te estab... — no terminó de hablar al verme algo agitado.

— ¿Que te paso? Estas completamente rojo — trate de calmarme, le quite mi mochila a Rubén y evite completamente esa pregunta — ¿T-Terminaste el trabajo solo? — dije tratando de volver a la normalidad, Rubén solo asintió con la cabeza.

Mi Verdadero Amor [ Luzuplay ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora