LA PROTECTORA ( Experiencia Shifting Narnia)

Los Pevensie

-Vamos señorita Kirkle o llegaremos tarde.

 La Sra Macready estaba en el marco de la puerta de entrada con un sombrero café, una gabardina color café obscuro y un pañuelo de igual color alrededor del cuello, yo por mi parte decidí ponerme algo mas colorido aquella mañana llevaba una gabardina beige, un vestido a cuadros blancos y negros, una bufanda color mostaza y unas medias del mismo color, unas ballerinas  negras y una boina a juego con la bufanda, mi cabello ondulado y  suelto caía por mis hombros, baje las escaleras a toda velocidad estábamos un poc retrasadas.

-No corras podrías caerte. Dijo con severidad la Sra Macready, afuera se sentía el ambiente frio mas sin embargo el sol acababa de salir y prometía un sol abrasador por la tarde. me subí con ella en la parte delantera de la carreta y partimos hacia la pequeña estación de tren, bueno.. si podía llamarse así, solo era una plataforma de madera sin techo por donde se subía por unos pequeños y viejos escalones, el viaje fue ameno aunque claro ella y yo hablamos muy poco.

 Al llegar 2 niños y 2 niñas nos esperaban con apenas una pequeña maleta cada quien, nos dedicaron una mirada temerosa, al mirarlos de frente me di cuenta que todos eran realmente lindos, el mayor era rubio, cabello medianamente ondulado de ojos azules, debia tener mi edad, parecia bastante alto, la chica mas grande era muy bella, su cabello caoba obscuro  era brillante y lindo, unos ojos muy azules realtaban su piel palida de una manera encantadora, el otro chico tenia el cabello negro un poco mas liso que el de su hermano mayor, sus ojos color cafe miraban con algo de desconfianza y dureza, no parecia muy comodo, aunque en su mirada se notaba algo de altivez, la niña mas pequeña era simplemente adorable, tenia un liso y corto cabello caoba obscuro y unos brillantes ojos azules. 

-¿Señora Macready?. Pregunto el rubio 

- Si parece que si. Dijo ella son ninguna emocion en el rostro, yo decidi sonreirles, la pequeña niña me devolvio el saludo con mas alegria.

-¿esto es todo?  ¿y sus pertenencias? Pregunto la Sra Macready con sorpresa, los chicos se veian apenados 

-no las traemos, esto es todo. Respondio el chico rubio, me dio algo de tristeza, debiero de haber perdido muchas de sus cosas durante los bombardeos. 

-Los ayudare a subir. Dije bajando rapidamente de la carreta y camine hacia ellos, los 5 fuimos a la parte trasera. y subimos las pocas maletas que traian, despues subimos a los mas pequeños primero, despues subio la hermana mas grande.

- Sra Macready ¿puedo irme en la parte trasera con ellos?. Mi abuelo me habia dicho que debia ser buena anfitriona asi que queria charlar con ellos.

- Por supuesto, señorita, ahora suban rapido. El chico rubio me tomo de la cintura ayudandome a subir, despues de que la carreta volviera a avanzar se instalo un silencio entre todos, supongo que tendria que iniciar la conversacion de algun modo.

-¿Que tal estuvo el viaje en tren?. Pregunte con amabilidad.

- Aburrido, es un tren no hay mucho que pudiéramos hacer. Respondió el chico pelinegro, la chica mas grande le dio una mirada de reproche por el comentario algo áspero.

- Fue un viaje tranquilo, no fue tan largo. agrego el chico rubio mirándome y sonriendo levemente.

- Tienes un cabello muy bonito. Dijo la mas pequeña mientras tomaba un mechón de mi cabello cafe rojizo, la mire con toda la dulzura que mis  amielados ojos pudieron expresar, le sonrei.

-Gracias, tu tienes unos ojos muy brillantes y lindos. ella me devolvió la sonrisa con emoción.

-Soy Lucy, lucy pevensie. extendió su pequeña mano que tome delicadamente y la estreche.

-Un placer conocerte Lucy, yo me llamo Elira Kirkle, soy la nieta del profesor Kirkle. 

- El es Peter. Dijo señalando al chico rubio - ella es Susan y el es Edmund- Susan y yo nos dimos la mano, sonreí hacia Edmund el cual pareció sonrojarse un poco.

Entablamos conversación, Lucy, Peter, Susan y yo, Edmund participaba muy poco, así supe que su padre estaba participando en la guerra,  que efectivamente Peter tenia mi edad, Susan era algunos meses menor que yo, que Edmund era apenas un año menor y Lucy 2, fueron realmente agradables en especial Lucy, parecía que ella y yo nos haríamos buenas amigas.

Cuando llegamos a la casa, ellos se quedaron admirados de las muchas decoraciones que mi abuelo tenia en las paredes, sin embargo la Sra Macready se empezó a recitar las reglas que yo ya llevaba escuchando toda mi vida.

-¿Siempre es así de cálida? me susurro Peter, con un sarcasmo divertido.

- Solo en esta época del año, mi abuelo tiene mucho trabajo y ella se preocupa por que nadie lo interrumpa, eso me incluye a mi, normalmente no es tan histérica. rei levemente

Me dedique la tarde a instalar a los hermanos Pevensie en sus habitaciones, ofrecí la mía a lucy y Susan y los chicos dormirían en otra. Las pequeñas disputas entre Peter y Edmund daban un ambiente algo tenso que parecia afectar mas a Lucy.

- Vamos Lu, esto no es tan malo, las guerras no son eternas. Dijo Peter mientras arropaba a su hermana en la habitación de las chicas.

- Peter tiene razón Lucy, hay muchas cosas que hacer aquí, los días soleados son preciosos, te enseñare a darle de comer a los pájaros cercanos y podremos jugar afuera, veraz que mañana será un esplendido día y jugaremos todos en la hierba. Dije sentándome en la cama junto a ella y acariciando su cabello de manera maternal.