No mires a Levine » Humor

VIII

Carolina

Me seguia asustando que no me saqué la mirada, habló con mi madre un rato, y cada un minuto me lanzaba una mirada. Ya sentía que tenía algo en la cara y mi mamá no me dijo para hacerme pasar un mal momento, es capaz. Me acerqué a el hombre que había bajado antes de Adam y le pregunté

----- Una pregunta,¿Tengo algo en la cara? ----

El rió

------- No pequeña, ¿Adam te esta mirando mucho? ---------

¿Como mierda sabía que le pregunté por eso mismo si tenÍa algo? Me da igual, me hace sentirme feliz saber que no tengo nada.

------- Justamente, me esta dando miedo. ¿Como te llamas? -------

El sonrió, cuando sonreia sus cachetes se infablan como los de una ardilla, era tierno.

------- Me llamo Michael, hermano de Adam. Le has llamado la atención, esta harto de ver rubias huecas y putas por todos lados, tu no eres puta, eres bastante mona, creo que por eso te mira mucho -----------

Wow. ¿Es hermano de Adam? No parece, Adam es refinadamente fino, este no parece nada de eso.

------- ¿Te parece? En realidad soy castaña, y el me conoció castaña. Mi mama me a teñido porque dijo que Adam odia las rubias -------

El empezó a reirse, y termino ahogandose en su misma risa, por lo que empezó a toser. Eso llamó la atención de Barbara y su noviecito. Adam miró a su hermano y rodó los ojos, suspiró y rompió el silencio que se había creado.

------- La cena esta lista. Asi que tendriamos que ir llendo al comedor. --------

Rodé los ojos y en un tono sarcastico rematé

-------- Ni que tu lo hallas cocinado --------

Adam se rió por no insultarme, y mi madre me regaño, comun.

------- ¡Carolina! ¡Cierra tu boca! ---------

Michael volvió a reirse y susurró en mi oido

------ Buen remate,nena -------

Yo le guiñe un ojo, siguiendo nuestro infantil juegito, por así llamarlo. Adam camina al lado de Barbara, pero seguía con su vista clavada en mí. Sus cachetes habían tomado color normal, sus ojos verdes habían perdido su color, quedando grises, y ahora no miraba asombrado, mandaba miradas asesinas. Sacudió su cabeza de un lado a otro y hablo con Barbara. Cuando al fin llegamos, me encontre con una larga mesa de vidrio, como para 7 personas, con un mantel a lo largo, rojo tirando a bordo. Había copas de vidrio con decorados de oro, y como unas fuentecitas diminutas como decorativos. Adam se sentó en una silla del medio, y Barbara a su lado. Michael se sentó enfrente de su hermano, yo a su lado. No iba a aguantar mucho una "cena de buenos modales" como mi mamá dice.

El mismo mayordomo que nos abrió la puerta trajo cuatro platos de fideos con salsa mixta. Ñam. El primer plato se lo dió a Michael, el segundo a mí. Yo empezé a comer sin chistar, y mi mama me regaño por enesima vez en el día.

----- ¡Carolina! Tienes que esperar que todos tengamos el plato ------

Adam esbozo una media sonrisa y le puso una mano en el hombro.

------ Tranquila, solamente empezó a comer antes de tiempo- --------

Mi madre miro a Adam, con un gesto de sorpresa, al igual que yo. ¿Acaso me había defendido indirectamente? Es algo muy raro en el, el siempre que puede cagarme lo hace. Barbara sacudió su cabeza y esbozó una meda sonrisa.