Carolina
Subí silenciosamente las escaleras hasta el tercer piso, ahí había un "salón de conferencias", en donde había un piano. Caminé hacia allí, encaje la llave en la cerradura, y abrí la puerta. Esta hizo un chillido, por lo que me aturdí un poco. Cerre la puerta pero sin llave, quedarme encerrada aquí no se me hace buena idea. Saqué una partitura, ultimamente me estuve entusiasmando por tocar "Umbrella" en su versión de piano, por lo que imprimí la partitura. Tiré el bolso al lado del gran piano y me senté en el banco. Estiré los dedos, y empezé a tocar. Sentía un escalofrío por mi cuerpo, estar tocando en lugar que no es mi casa y sin mi fiel teclado es díficil. Repetía el estribillo una y otra vez, sin convencerme, sonaba raro y mis dedos estaban tensos, eran como palos intentando presionar una tecla. Empezé a sentir pasos, los cuales cada vez se hacían mas sonoros, detuve mi sesión y me voltié. Ahí estaba el, cruzado de brazos y con una ceja levantada, estaba muy serio, yo me limité a rodar los ojos, e intentar mantenerle la mirada, lo cual se me hacía dificil.
- Tienes los dedos tensos, nadie toca así.
¿Como diantres sabía que estaba tocando tan mal? ¡Si recién acaba de entrar! Bufé molesta y dije
- ¿Te crees que no me di cuenta? Intento aflojarlos, genio.
El dio media vuelta y buscó una silla, la trajo y la arrojó a mi lado, se sentó y seriamente dijo
- Toca.
Negué con la cabeza y dije
- ¡No! ¿Porque no te vas y me dejas tranquila?
El rió y volvió a insistir.
- ¡Vamos! ¿Nunca has tocado para nadie?
Es verdad, nunca nadie me escuchó tocar, en realidad mi ex-profesora si, pero nadie mas. Pero no pensaba revelarle mi ingenuidad.
- Si lo he hecho, pero para tí nunca lo hare.
El rodó los ojos y dijo
- Deja de ser tan dura, quiero ayudarte, ahora ¡Toca!
Bufé y asentí en muestra de rendición. Los dedos me temblaban, haciendo que las notas suenen temblorosas, terminé y baje la cabeza, me daba verguenza el asco que acababa de hacer, pero su mano ya levantó mi cabeza para que mis ojos se encuentren con los sullos.
- No sientas verguenza, has tocado demasiado mal, pero siempre pasa. - Hizo un gesto para que corra un poco mi banqueta, lo cual hize, y luego acerco su banqueta hacia el piano, se arremangó el sobretodo y colocó las manos en el piano, en la posición exacta para empezar a tocar, pero simplementee dejo los dedos allí y dijo
- Pon tus dedos sobre los míos.
Yo rode los ojos y dije
- ¿Que carajo tiene que ver eso con ayudarme a tocar?
El bufó y repitió
- Deja de ser tan desconfiada y haz lo que te dije.
Lentamente, coloqué mis dedos sobre los sullos, los cuales estaban muy fríos. El giró su cabeza, y me miro por un largo rato, luego me dijo
- Ahora toca mis dedos como si fueran las teclas.
Pensaba retirar mis manos al instante, pero no era capaz. Cerré los ojos y empezé a "tocar" sus dedos, los cuales presionaban la nota que yo tocaba. Era relajante, sus dedos se mantenían duros y los míos blandos y estirados. Al terminar saqué al instante mis dedos, y me lo quede mirando, esperando que alguna palabra salga de mi boca, pero primero salieron de la de el.
- ¿Ves que tienes que confiar un poco en lo que digo?
Sonrió ampliamente, me dio una palmadita en la espalda, agarró su portafolio y se fue. Estaba helada, cada vez que su mano rozaba mi cuerpo me agarraba un escalofrío, se me erizaban los pelos y tenia piel de gallina.
Es muy cortito el capítulo lo se, perdonenme hermosuritas ♥ Sientanse libres de votar, comentar y votar ♥ Una preguntita ¿Les gustaria algo un poquito subido de tono? Ustedes son los que votan, asi que les pido si quieren eso. LOS AMO ♥♥
- Tess,♥
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No mires a Levine » Humor
Teen FictionCarolina es una universitaria bastante particular, con muchos amigos, y un carácter un poco difícil de llevar. Adam es un superdotado, con un trabajo de gran responsabilidad para su edad, un modelo de físico envidiable, y un gran corazón. Probable...