21. ¿Y sí te acercas a mí?

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Carolina

- ¡Blanco! ¡Blanco! - Gritó Margo, señalando el vestido que Mia sostenía de mi perchero.

Sabía muy bien que si yo me ponía a elegir la ropa para el estúpido baile, me decidiría por jeans y una remera, por lo que todos me matarían, por lo que decidí recurrir a mi mejor opción: Margo, Steph y Mia. Las tres estaban muy concentradas en la tarea, pero no se ponían de acuerdo en absolutamente nada.

- Margo, ¡Eso parece un mantel! ¡Es horripilante! - Exclamó Steph, recalcando el "horripilante", con una expresión de asco en su rostro.

Mia rodó los ojos, y tiró la percha hacia mi cama, dando media vuelta y analizando el ropero. Yo me arrojé a mi "puff" rosa chicle, bostezando risueñamente.

- ¿Que les parece esto? - Preguntó Mia, con un vestido negro en brazos.

Las mellizas en cuestión de segundos le azotaron el vestido y lo examinaron de arriba hacia abajo, pensandose muy bien su opinión.

- Hum...Lo veo fabuloso, sinceramente ¿Y que te parece a tí, Steph? - Preguntó la más pálida de las dos, rascando su pera.

La otra soltó una risilla.

- Carolina, con esto es imposible que no seas el centro de miradas de los chicos ¡Es extremadamente genial y sensual! - Exclamó eufórica, ahogándose en su propia risa.

Yo bufé, párandome y cruzandome de hombros.

- Chicas, sí salgo con eso a la calle no saldre con vida - Objeté, con nerviosismo en mi voz.

Mia caminó en mi dirección y colocó sus manos en mis hombros.

- Te seré sincera, Carolina. El baile es el único momento en toda la puta universidad en el que te puedes mostrar bonita, ¿Por que no aprovechas y te sueltas un poco, eh? - Me alentó, con una sonrisa de lado.

Rodé los ojos y la empujé suavemente, agarré el vestido y me encerré el baño, decidida a probarme el vestido.

Sigo opinando que ese vestido es apretado, y que justo me tapa mi trasero, y no me gusta vestirme así. Ni siquiera se que hace esa mierda en mi closet, pero.. ¿Y qué si Mia tenía razón? ¿Y sí era la única oportunidad de demostrar que sí soy bonita? Sabía bien que me arriesgaba a ser vista de zorra, pero me daba lo mismo, quería divertirme, y puede que esto ayude.

Me quité rápidamente mi vestido de flores, cambiandolo por el de fiesta. Ya acomodado, hize un extraño movimiento para cerrar el cierre de atrás, lo cual me costo bastante. Abrí la puerta, y tímidamente volví a entrar a mi habitación.

Las tres sonrieron, con picardía.

- ¿Con que ese vestido era feo, eh? - Jugeteó Margo, sonriendo amistosamente, y dando un suave golpecito en mi hombro.

Solté un suspiro en el que se convirtió en una risa perdida.

- Bastante. Y ahora dejen de joder y ocupense de ustedes, ¿Que opinan? -

**** Llegar a la universidad fue más rápido que un chasquido, ya que al estar a una cuadra de mi casa, me empeoraba mis posibilidades de arrepentirme. Ya bastante que tenía ese vestido, decidí ocupar un tacos muy bajitos, negros y clásicos. Mia estaba magnífica en su vestido rojo, con unas plataformas inmensas, Margo me pidió de rodillas ocupar el vestido blanco que tanto se había obsesionaba, por lo que se lo permití, y ahora va con orgullo de llevarlo. Steph tenía un vestido blanco y negro, bastante básico, muy bonito. La entrada estaba llena de gente, (Bah, adolecentes) peor de lo que un día normal.

Tuvimos que chocar a más de uno para poder avanzar, tropezándonos más que una vez, ya que ni siquiera podíamos ver el suelo. Había llegado a una clara conclusión: Era horripilante ir a un lugar con Mia. ¿Razón? Ella es tremendamente preciosa, y yo...una estúpida más del montón. Steph y Margo acordaban mi teoría, y me explicaban que era algo que siempre sucedía, aunque ella ni se entere. Caminamos el largo pasillo hacía el fondo, hasta llegar a unas grandes puertas, las cuales debimos empujar para entrar, deslizandonos.

La música inundó mis oidos, que para mi suerte, era una melodía común y corriente. Nada de cumbia, nada de música extrambótica, música tranquila y corriente. Respiré reiteradas veces, un aroma a mente ocupó mis fosas nasales, por lo que sonreí.

Las seguí hasta una "barra", donde se encontraban ellos. Auch, había olvidado eso por completo. Debía venir con pareja, para hacer esos estúpidos bailes. ¿Ellos? Sus bonitos y mimados novios, es decir, Luke, Aron y Sam. Cada una fue con su correspondiente, mientras yo quedé parada ahí, cruzada de brazos, como una verdadera idiota. Hize paso hacía una banqueta, y pedí una Sprite, (Sí, eso escucharon, tengo 19 y sigo tomando Sprite) apoyando mis codos en la barra. Al instante volvió a mí, con un vaso con hielo, el cual agarré y pagué. Tomé pequeños sorbos, ya que estaba muy fría, y me voltié hacia la multitud, observando si encontraba algún rostro familiar.

Abrí y cerré los ojos reiteradas veces, pero nada ocurría. Sacudí mi cabeza disimulada, y tampoco nada. No estaba loca, el estaba ahí, parado con su sobretodo, y un vaso de Cola-Cola en su mano. Intenté sacar la vista, pero no podía, no dejarme observar sus ojos verdes era ser una estúpida. Una sonrisa salió de sus labios, ya que hablaba animadamente con profesores, o valla a saber que, eso no era lo que me importaba. Su pelo estaba despeinado, pero debía admitir que marcaba más su rasgos, lo que lo beneficiaba. En un momente, desvió su mirada, y lamentablemente se cruzó con la mía.

Me miró un rato, un poco descorcentado al igual que yo al notar su presencia, y sonrió de lado. Sin sacarme su vista, empezo a caminar en mi dirección, aún con su vaso de Coca-Cola. Empezé a levemente sudar, y un repentina pregunta pasó por mi cabeza, la cual me hizó enojarme conmigo misma.

¿Por que diantres necesitaba desesperadamente hablar con él?

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¡CHAN, CHAN, CHAN! ¡Subí capítulo! (Aplausos)

Espero que les guste y sientanse libres de votar, leer y comentar.

PD: ¿Les gustaría un POV de Adam?

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