El amor no se puede comprar

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Salí corriendo al jardín a ver si podía esconderme en algún lado. Pero luego pensé ¿voy a estar huyendo de ese niño mimado? Ni de coña. Arranqué una rama de un árbol para usarlo como palo por si las moscas.

¿Donde estaría? Tal vez en la cafetería, o tal vez en el balcón privado... Entonces lo vi en la terraza del instituto, apoyado sobre la barandilla espectando la situación. Salí corriendo dando palos de vez en cuando y diciendo a la vez lo siento. En verdad ellos lo único que tenían era miedo de pasar por lo mismo que yo. Subí las escaleras y salí por la puerta. Cerré rápido la puerta con el palo y me giré para ver a aquel gilipoyas.

-¿donde está toda la mafia? Aquí solo veo al padre de la familia.

El chaval sonrió: - tienen cosas mejores que hacer.

-y tú no por lo que veo.

-Te di la oportunidad de terminar con la tarjeta roja, y aún así no quisiste.

-Creo que no he conocido nunca a una persona tan horrible como tú. Y pensar que tu vas llevar la economía del país... Qué vergüenza. - le dije con una mueca de asco.

Con aires de superioridad levantó la cabeza con cara de pocos amigos y se acercó a mi: - tengo más idea que tú del dinero. De seguro que tú no has tenido más de 10 euros en el bolsillo pobretona. No sabes lo que es controlar el dinero. -me dijo a la vez que me agarraba de la barbilla. Lo hacía con bastante fuerza.

-El dinero no lo es todo.

-El dinero si lo es todo. Todo se puede comprar con dinero - dijo con una media sonrisa.

-La verdadera amistad no se puede comprar con el dinero, y mucho menos el amor. Aunque tú ya sabrás de eso, ¿quién va a querer a una persona tan cobarde como tú?

-Tú por ejemplo.

-Ni aunque fueras el último hombre del mundo saldría contigo. Das asco. - le dije dándole un empujón y escupiéndole en el zapato - y, sin tu permiso, me voy a una cita. Algo que tú dudo que tengas nunca. Adiós - le dije con una media sonrisa.

-Esto es solo el principio hierbajo.- me dijo justo antes de que saliese por la puerta.

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Damon Kingdom:

Esa niña es idiota. No sabe donde se está metiendo ni con quién. Aunque tiene algo que no se, hace que tenga más ganas de fastidiarla de lo normal.

Pib-pib-pib-pib

Un mensaje de Aria. Qué pesada es. Borrar.

Ahora mismo no tengo ganas de hablar con ella. La verdad es que solo la tengo para lo físico y para dar buena impresión en las fiestas empresariales porque es una chica rica, poco más. Aunque es guapa, le falta demasiado para estar a mi altura.

Decidí llamar a los Diamantes a ver si quedábamos esta noche, aunque no sin antes hacer una cosa...

- ¿en serio Damon?
- shh calla
- No me puedo creer que nos hayas llamado para ir a espiar a la chica a la que maltratas.
- Se llama Regina Valverde, no la chica maltratada. Y además de hecho hoy parece que no ha salido demasiado lesionada si no tú. - dijo James, cómo no mientras leía otro de sus ridículos libros.
- Shh , Solo quiero saber con quien va a tener una cita hoy.
- ¿Estás celoso? - dijo Thomas mientras me miraban todos con cara extrañada.
- Qué voy a estar celoso yo de esa pobretona fea malcriada y con cero elegancia. Bueno cállense ya.
- Por mucho que nos mandes callar, la limusina de por sí resalta en un barrio como este.- dijo Hugo riéndose mientras señalaba por la ventana. Todo el mundo estaba haciéndose fotos y cuchicheando de quién podría estar dentro.
- También es verdad. - dije mientras me incorporaba y dejaba de mirar por la ventanilla. - venga vamos a salir.
- ¡Qué dices! Nada más por las vestimentas destacaríamos. Déjalo ya y vámonos a Luigini's. Hoy estará Vanessa allí- dijo Thomas con una cara picarona. Para quién no lo sepa, este tío es básicamente un mujeriego.- además, allí creo que también estará Aria. Deja esta tontería y vamos a pasárnoslo bien.
- Está bien - ya me enteraría yo por otros medios con quien saldría esa hierbajo.

Entramos en Luigini's como no destacando. Me encantaba ser el centro de atención. El camarero nos llevó a nuestra zona vip donde nos esperaban las chicas. Hoy menos que nunca tenía ganas de aguantar a Aria.

- hola chicos- dijo Vanessa dandole justo después un beso a Thomas.

Pronto se acercó a darme un beso Aria a quien se lo rechazé. Me senté junto con James que nunca tenía relación con las chicas y nos pusimos a charlar y beber. De vez en cuando escuchaba alguna que otra broma de parte de los Diamantes diciéndome cosas como : los que se pelean se desean y cosas así. Y la tonta de Aria se creía que iba por ella.

A ver no es que me gustase esa chica pobretona, solo que no podía dejar de pensar en ella. ¿Qué estará haciendo ahora?

Mañana seguiré escribiendo! Estoy realmente entusiasmada con esta historia y espero que ustedes también! Un beso enorme y hasta mañana :)

Diamantes antes que chicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora