Nunca digas nunca

249 15 0
                                    

Fui a casa de mi mejor amiga, Claudia. No podía ir a mi casa con estas pintas, me caería el broncazo del siglo. Me ayudó a quitarme el pringue del pelo, me duché y me dejó un conjunto decente para ponérmelo para la quedada con Taylor. Metí lo que quedaba de mi uniforme en mi mochila; luego lo lavaría. Habíamos quedado a las 7 para merendar, y luego iríamos al cine a ver la nueva película de miedo.

- ¡Taylor, hola!- le dije con una sonrisa y saludando con la mano desde lejos.
- Estás viva, y sin ni un arañazo - me dijo mirándome de arriba a abajo con una media sonrisa- bueno, ¿vamos?
- claro

Iba bastante guapo, con el pelo despeinado, una chaqueta vaquera, camiseta y pantalones negros y nikes. No me esperaba que fuese así un chico que fuese al instituto Kingdom, ¿quién lo diría?

Nos fuimos andando hasta el autobús, mientras le conté mi primer día de tarjeta roja. No podía creer que le dijese aquellas cosas al señorito Kingdom.
Íbamos a ir a una nueva cafetería muy exclusiva. Yo la verdad es que no tenía mucho dinero, pero Taylor me dijo que me agradecería mi ayuda de ayer invitándome.

Aquel sitio era impresionante. Era como flotar en el cielo. Estaba completamente recubierto de cristal y se podía ver todo Londres. Las lámparas eran de araña, doradas. Aquel sitio tenía que costar un pastón. Nos dieron un sitio al lado de la ventana que daba a un precioso parquecito.

- ¿qué les gustaría pedir?

- Pues a mí se me apetece un pastel de Cherrypineapple con un capuchino de vainilla. ¿Qué quieres Gina?

- Ponme lo mismo

- Enseguida le traigo su pedido.- y acto siguiente el camarero se dirigió rápidamente hacia la cocina.

- Oye este sitio es increíble. ¿Vienes con frecuencia?

- Venía antes con mis amigos, pero todos se han ido a estudiar al extranjero. He comenzado este último año de bachillerato solo.

- Entonces estamos igual.

- Disculpa , ¿nos podríamos hacer una foto contigo?- me giré y vi a dos chicas guapísimas muy tímidas pidiéndole una foto a Taylor. ¿Qué era famoso o que pasaba?

- Claro. - se levantó y se colocó en medio de ambas y sonrió mientras hacía un signo de paz con la mano. - adiós chicas.- se volvió a sentar después de mostrarle una gran perfeción de sus dientes

- ¡Muchísimas gracias!- las dos chicas se fueron mirándo el móvil y saltando de la alegría.

- ¿Me explicas qué ha sido eso?

- ¿En serio Gina? Eres una inculta - dijo moldeando su pelo hacia atrás - soy un miembro del grupo de rock "Dragon Angeles", pero lo dejamos el año pasado porque cada uno quiso hacer su vida fuera. Yo era el batería. - dijo mientras cogía la taza de capuchino que nos habían servido justo en ese momento. Luego me miró y empezó a reírse. Sabía que estaba cortadísima. De verdad que era una inculta en cuanto a música. Seguro que eran el típico grupo famoso que todas las chicas adoran.

- Ups... Perdón por no tener idea. - dije mientras le daba mi primer bocado a aquel pastel. Estaba de muerte.

Tras un buen tiempo riéndose Taylor, me dijo: - tranquila, era mejor que no lo supieses, hubieras venido pero por mi famoseo.

- también es verdad. - le dije con una medio sonrisa. - oye, y tantas fans que tienes, ¿cómo es que no te ayudaron cuando estabas en apuros en el instituto?

- Las chicas de allí prefieren mil veces a D4. Son los dioses. Si en verdad lo piensas, la mayoría de las chicas son famosas. Lo que quieren es sobresalir más de lo que ya son, y la única forma es saliendo con ellos.

- Ah ... Entiendo. Pues tú eres mucho mejor que ellos cuatro juntos.

- Gracias. Se que intentas animarme, pero tranquila, esas chicas prefiero que no sepan ni quien soy.

- Bueno, y entonces ellos que son, ¿inaccesibles? ¿Ninguno tiene novia?- en el fondo mi pregunta iba dirigida a si James lo tenía, tenía demasiada intriga.

- Bueno, Hugo y Thomas van alternando días y chicas. Luego James que yo sepa nunca ha tenido novia, aunque siempre ha estado muy unido a una modelo que tiene un año más que nosotros, Gionova Marcelini. Y Damon si tiene una novia, aunque más bien pasa de ella. Sin embargo ella se sabe que desde chica ha estado enamorada de él.

- Por favor, enamorarse de semejante personaje... Solo irá buscando el dinero.

- En verdad la chica es guapísima y de buena familia y a tenido muchas oportunidades con más de un multimillonario. Incluso ha tenido posibilidad de citas para conocer futuros prometidos, pero siempre ha dicho ella que no. Yo creo que si es verdad que le quiere.

- Pues no me lo explico.

- De hecho creo que hasta se ha operado para verse más guapa de lo que ya era. Obsesión es lo que ya tiene.

- Nunca me enamoraré, eso lo tengo asegurado.

- Nunca digas nunca.

Terminamos de merendar mientras charlábamos, dejando a parte el tema de D4, y nos fuimos a la sesión de las 8 y media.

No pude reírme más, y mira que era de miedo. Taylor se paso toda la película gritando y escondiéndose. Fue una experiencia para repetir. Salimos sobre las 10 y media y decidimos ir a tomarnos una copa. Todavía era temprano hasta mi toque de queda que era a las 12. Taylor dijo que conocía un pub muy original, con luces azules por todas las salas y muchísimas peceras en las paredes. Me llamó la atención, así que decidimos ir allí.

Había un portero bastante molesto que en un principio no nos dejaba pasar porque decía que no íbamos con ropa de etiqueta, pero salió una chica a fumar al poco de estar allí que era fan del grupo de rock de Taylor, y con suerte era la hija del dueño, y nos dejó pasar a cambio de un autógrafo. Esto de ir con famosos era lo más.

Entramos, y tal como lo describió Taylor, era aquello así. Parecía que estábamos buceando en el océano. Solo os digo que había hasta algún tiburón. Aquello era de gente rica y famosa. La gente normal ni sabe siquiera que existen tales pubs.

Nos sentamos en un sillón redondeado de cuero negro y nos pedimos dos copas de un tipo de ginebra extraña a conjunto con una rodaja de naranja y canela. A mí me parecía un tanto raro, pero me obligó Taylor a pedirla. Al final la copa estaba bastante buena, y mira que era ginebra, que es sinónimo de colonia. Las copas nos animaron más de la cuenta y empezamos a hablar de toda clase de cosas: de nuestras malas experiencias en el amor, de nuestros amigos, nuestra infancia, nuestros gustos... Y de una copa fue a otra y a otra. Tenía que ir al servicio o si no iba a explotar mi vejiga.

Me disculpé con Taylor y me fui un tanto mareada hasta la puerta del servicio de chicas cuando escucho un "hoja hierbajo" por detrás mía. No podía ser. Estaría demasiado ciega ya. ¿Que cojones hacía él aquí? Londres es enorme y aún así tenía que coincidir con aquel gilipoyas.

Aquí os dejo con lo último. Y la noche no ha acabado... Esta noche intentaré poner otro capítulo más para quitaros la intriga :)) espero que os este gustando! Si es así comentarios y/o likes !

Diamantes antes que chicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora