Mis ojeras eran dos bolsas moradas que me llegaban desde debajo de los ojos hasta las mejillas. No he podido descansar en estos dos últimos días pensando en todo lo ocurrido en la fiesta del sábado, y en lo que ocurrió después.
Sinceramente, hoy era el día que no debería ir al instituto, debería poner una excusa a mis padres. Hoy no podría ver la cara ni de Damon ni de James.
Me arropé con más mantas de la cuenta y, entre las ojeras y la simulación de estar tosiendo continuamente, quedaría perfecto para engañar a mis padres. Saben que siempre quiero ir al instituto, así que si les digo que no puedo ir, seguro que me comprenderán.
- Mamá.. - hice con una voz medio ronca mientras tosía - creo que estoy mala.
- ¡hija! ¿Qué te pasa?
- tengo destemplanza y tengo mucho frío. Además me duele.. -tosí y me toqué con la mano derecha la garganta mientras con la izquierda agarraba las mantas. Parecía un gusano con todo aquello. Ya empezaba a sudar de la calor que tenía allí dentro, pero eso haría más realista mi mentira.
- ay cariño, lo siento muchísimo. ¿Entonces no iras hoy al instituto no?
- no mamá, no me encuentro en condiciones de prestar atención a las clases...
- bueno pues quédate en casa, ponte la estufa si tienes frío y tomate un "frenadol", seguro que te aliviará. Y.. Siento mucho no poder cuidarte hoy pero tu padre solo con el bar no va a poder.
- esta bien, no te preocupes, me las apañaré.
Perfecto, problema solucionado. Me tomaría una tila de valeriana y me intentaría dormir un rato. Así me evito también las pocas ganas de ver a los pijorris aquellos. Me tumbé con todas las mantas tomándome mi chocolate caliente que siempre tomo por desayuno haciendo el paripé hasta que mis padres se fuesen.
¡Bien, la casa para mí sola!
Me fui a duchar, porque ya me estaba dando asco lo sudado que tenía mi pijama. En cuanto terminé, me puse lo primero que había en mi armario y me fui a la cocina a hacerme la tila. Mientras puse Mtv. Estaban poniendo "embaraza a los 16". Me quedé viéndolo mientras me tomaba la tila y caí redonda de un momento a otro en el sofá.
¡Crash!
Me levanté de un salto del sofá. ¿Había un ladrón? Sonaba en la cocina.
Me fui acercando no sin antes coger el bate de béisbol de mi hermano de su habitación. Me quedé justo detrás de la puerta de la cocina, estaba entreabierta. Miré por la rejilla que quedaba y vi un hombre de espaldas que había roto un plato. Cogí fuerzas y valentía y, abriendo la puerta, fui en dirección a aquel tío.
- ¡aaaaay! ¡Para! - el ladrón solo se quejaba como una niña chica. Pero que.. Dejé de batearle en cuanto vi quien era.
- ¿ahora que eres un mirón aparte de un gilipoyas? ¿Que haces aquí?
Todavía andaba en el suelo acariciandose los brazos y las piernas, luego con una cara de rabia me respondió: - no has venido al instituto, que estás, ¿haciendo pellas?
- estoy mala.
- si claro... Los hierbajos nunca se ponen malos.
- oye, ¿como has entrado en mi casa? No eres bienvenido aquí.
- pues tus padres la verdad es que si que han tenido bastante amabilidad y me han invitado- sacó desde su bolsillo de la chaqueta cruda que llevaba, carísima seguro, las llaves de mi madre. Esa mujer... Nunca cambiará. - he ido a tu bar pensando que estarías allí porque no podías pagarte el instituto y tenías que ponerte a trabajar. Llegué y no estabas, y le pregunté a tus padres. Creo que me hicieron hasta una reverencia y todo. - se dirigió a el sofá y se sentó con las piernas cruzadas y se sacó de aquel bolsillo un paquete de tabaco y se encendió uno. Fui corriendo en cuanto lo vi y le quité el cigarro.
- aquí no se puede fumar. Mis padres no soportan el olor del humo. Además, deja de hablar con mis padres, enserio te lo digo. Les puedes crear ilusiones de que serán futuros ricos si sigues apareciéndote como si fueses mi novio o algo así. Te tiene que dar igual si voy al instituto o no.
- pues no, porque sigo esperando mi respuesta.
- Damon, ya te dije que no iba a salir contigo, ¿qué crees que me va a cambiar de parecer?
- tú solo espera. - Se sacó otro cigarro y se lo encendió.
- ¡¿pero tú no te enteras?! Que porque seas el princesito de la economía no quiere decir que puedas hacer lo que te de la gana en casas ajenas a la tuya. - se lo quité y lo apagué - ¿te puedes ir ya? Quiero dormir.
- bueno, pues duerme. Yo seguiré haciendo el desayuno que seguro que no has desayunado.
- ¿por eso has roto el plato? - dije mientras me reía - pero si no sabes ni sumar dos más dos. Como te deje mi cocina doy por perdida mi casa.
- ¿crees que soy un inútil?
- pues si. No eres bueno en los estudios, ni en hablar correctamente, eres un prepotente y un niño mimado y, te lo han dado todo masticadito. Seguro que tienes un chef para ti solo.
- tengo dos - me corrigió
- pues que patético- dije mientras me dirigía a la cocina. Recogí el plato roto, que no pudo recoger él con amabilidad en su momento, y me fui a preparar algo de desayunar. En verdad tenía hambre.
-¡oye!¡yo quiero una ensalada de fruta, zumo de naranja y un café con leche! - dijo desde el salón.
Me fui a la puerta y le hice una reverencia con ironía : - claro, señorito. - me giré y me puse a reírme.
me preparé un tazón con cereales y me lo empezé a tomar en la cocina encima de la encimera. Llegó a los minutos.
- ¿y mi desayuno?
- en tu palacio.
- eres algo desagradable a veces. Normal que no tengas amigos. Desde el pub no he visto más a ese amigucho tuyo.
- me envió un mensaje a mi móvil al día siguiente. Está de nuevo de gira y volverá la semana que viene.
- ¿tiene tu número de teléfono y yo no? Dámelo
- Si, claro, claro. Bueno, y ahora que lo pienso, si no eres mi amigo, ¿qué cojones haces aquí? - le cogí por la chaqueta y lo arrastré hasta la puerta de mi casa. La ventaja de aquel pequeño hogar es que todo estaba muy cerca; no tuve que arrastrarlo mucho. Lo eché de un empujón, no sin antes coger las llaves de mi tonta madre de su bolsillo. Cerré la puerta con llave y ... Adiós Damon.
Madre mía, que pesadilla.
Dios, ¿porqué me castigas de esta manera? ¿Fui una asesina en otra vida?Decidí descansar en mi habitación. Allí estaría mejor.
En cuanto entré, me encontré en mi cama un ramo de rosas rojas preciosísimas, junto con una nota:" Gina, soy un gilipoyas y seguro que me has echado de tu casa porque no me soportabas más. Así que te doy esto anticipado por si acaso. Lo siento mucho.
Ven mañana al instituto
Damon"Este chico cada día me sorprende más. Parece adivino.
Buenas! Parece que hace mil años que no escribo. Espero que os guste el nuevo capítulo. Dentro de poco empieza lo bueno...
Espero vuestros comentarios sobre la historia!
Un besazo
Evangels :)
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Diamantes antes que chicos
Teen FictionGina es una chica de 17 años muy inteligente que consigue una beca al insituto Kingdom, el mejor instituto de todo el mundo donde solo pueden entrar herederos de compañías empresarias muy grandes. Si obtienes tu título allí, tu vida laboral siempre...