「 17 」

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Un par de horas antes

Tocaban de forma insistente el timbre, cosa que a Jung Kook no le había agradado para nada desde el primer sonido. Estaba a punto de hacer algo, y gracias a quien sea que se encuentre llamando a la puerta, eso no podrá ser posible por ahora.

Tanta había sido su molestia, que se olvidó por completo preguntar quién era o ver siquiera de quien se trataba.

—Vaya... qué sorpresa verte aquí —pronunció la mujer, sonriendo de lado.

—¿Qué hace aquí? —No pudo evitar preguntar, un poco asustado. La última vez que habló con la madrastra de Yoon Gi no había sido algo muy lindo para él, ni cómodo.

—Lo mismo preguntaría, pero acabo de recordar quien eres, así que eso no importa —bufó—. Vine a hablar con Yoon Gi —Jung Kook frunció el ceño.

—Él no está, así que puede regresar des... —estuvo por cerrar la puerta, pero Mi Kyung la tomó con fuerza e impidió que lo hiciera.

—Puedo esperarlo, después de todo ya he venido hasta acá —ahí entró a la casa, Jung Kook sin saber qué hacer.

—¿Le avisó a Yoon Gi que vendría? Porque no me dijo nada...

—Eso es lo de menos; es normal que venga a hablar con él en algunos días, después de todo soy su madre.

«¿Cómo se atreve a decir eso?» Pensó, pero prefirió no decirle nada y cerrar la puerta.

—Entonces le llamaré para avisarle que está aquí —estuvo por tomar su teléfono, pero Mi Kyung se interpuso en su camino.

—No es necesario, cariño. Ya le avise antes de entrar que estaba en su casa —aquella sonrisa que le dedicó no le había dado buena espina, así que no era raro que comenzara a dudar sobre lo que le dijo.

—De todas formas debo avisarle —como puede, esquivó el cuerpo de la mujer, logrando tomar su teléfono, aunque solo llegando a desbloquearlo cuando Mi Kyung se lo arrebata de las manos.

—Te he dicho que no es necesario —habló entre dientes.

Jung Kook estaba por responder, pero de repente se sintió bastante mareado y su cuerpo comenzó a temblar.

—¿Sabes? Odio cuando me desobedecen, y no es exactamente como si tú me cayeras del todo bien; no intentes enfurecerme porque estarás en serios problemas —el tono que utilizó le hizo saber a Jung Kook que ya estaba en grandísimos problemas.

—¿Qu-qué es esto? —Preguntó en un suspiro, sosteniéndose del sofá para no caerse.

Aquello que causó todas esas cosas en él venía del aire, él lo estaba oliendo y no podía evitar hacerlo.

—Oh, supongo que no sabes sobre esto —dijo la omega—. Yo tengo un don bastante particular; soy una omega manipuladora, al parecer. Así que puedo hacer que mis feromonas se extiendan de una forma especial para controlar a alfas u omegas sin que ellos se den cuenta si es que así lo quiero, siendo mi olor lo que entra a su sistema; es como mi voz de mando, pero con feromonas. Ahora mismo lo estoy haciendo contigo, pero no necesariamente para manipularte, y por eso te sientes débil. ¡¿No es genial?!

En verdad es una bruja, y agregándole a eso, está completamente loca.

Sin poder evitarlo, cayó al suelo, sintiendo las feromonas dulzonas colarse por su sistema sin saber cómo eso era posible; nunca había escuchado algo parecido antes, y le sorprendía demasiado de hecho que alguien pudiera hacer aquello. Viniendo de Mi Kyung, tenía mucho sentido.

𝐲𝐤 | Fake love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora