XVI

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"¡Papá, papá!" Zirmer escuchaba sin poder moverse
"¡Papá, papá!" Miraba como la réplica más preciada de lo que perdió estaba tendida en el suelo
"¡Papá!" Sus ojos, su boca, lo poco que pudo reconstruir en cuerpo a su hijo. Todo fue por él y sin embargo la única cosa que le quedaba eran sus juguetes y el recuerdo; se engañó a si mismo cuando lo reconstruyó como servidor
"¡Papá!" Su "hijo" no paraba de decir, mientras la mirada fulminante del astarte los observaba a los dos
"Papá" la diminuta mano se alzaba
"Pa...pá" su vocecita, tan tierna pero tan robótica, tan inhumana como él también lo era. Suplicaba estar a su lado, quería estar a su lado por una línea de código que le instaba a hacerlo
"Pa..." su cuerpo fue perdiendo la movilidad, sus ojos seguían clavados en su "padre" que solo lo podía mirar
"Padre. Esto es lo que me haz hecho" el astarte hizo una extraña mueca, entre ira y pena
"P....a" la voz se iba, nunca volvería
Zirmer quiso llorar, implorar, explicar, expresarse, impedir lo que el paso del tiempo le hizo, lo convirtió, lo cambió, le quitó todo. Su casa, en la que había visto por primera vez a su querido hijo nacer, donde había perdido a su querida el mismo día, donde educó a su hijo, donde lo abandonó, donde hizo planos y cálculos. Destruida, incendiada, con todo lo que había hecho toda su vida, el progreso de su ingenio, los frutos de su trabajo; la vergüenza de subir escalones a base de los dibujos infantiles de su hijo, la mentira, el desamparo, su angustia, el techo que lo cubrió de todas las lágrimas que querría haber derramado, la cápsula en la que escondió sus gritos. Todo estaba ahí, todo destruido.
Y lo ultimo que le quedaba de  su vida...
"P..." no te vayas, no me abandones otra vez, no me invadas de nuevo con la pena que tuve
".....p..." aférrate a la vida, por favor, por favor aún no...es muy temprano, muy pronto. No quería que esto terminara...
"Esto...esto es solo una fracción de lo que sentí, años, siglos, ¡2 malditos milenios!, lo que tuve en mi corazón todo ese tiempo. Nunca me olvidé de ti, de lo que involuntariamente me hiciste, en que me convertí, de tus enseñanzas, de las duras enseñanzas y conocimientos. Todo aún sigue en mi cabeza. ¿Pero esto? Un puto servidor con las facciones que tuve que lo configuraste para que te dijera papá, esto nunca lo hubiera imaginado, no puedo creer que lo hicieras. Ni me compadezco ni siento nada por lo que te hice y lo que haré. N A D A" pasaba de enojado a relajado en solo una fracción de segundos

Abrió la mandíbula del servidor, de su hijo, la pistola bólter dentro, se quedó en blanco por unos segundos, sin hacer nada, con la mano temblorosa. Indeciso.
"¡MALDITA SEA! ¿¡POR QUE ES TAN DIFÍCIL?! ¡HE SOÑADO, MEDITADO, AÑORADO CON ESTO DESDE HACE TANTO TIEMPO! ¡POR QUE AHORA!" El astarte gritó, ahora sus manos estaban en la parte trasera del arma, así no había forma de que el servidor se pudiera mover la pistola. El dedo índice de la mano derecha fue al gatillo y, tras una tomada de aire, lo apretó; el retroceso del arma empujó las dos manos hacia atrás, con lo cual el Marine no opuso resistencia y terminó con todo su cuerpo en el suelo, un sollozo leve se pudo escuchar proviniendo de él.
No vale la pena describir en que estado quedó el servidor.

Acepta tu historia (RLFV Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora