VIII

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A pesar de las insistencia de sus superiores el mayor Thriman se une a las fuerzas que defienden la planicie que se encuentra detrás de la ciudadela ya tomada por las fuerzas astartes. Se siente orgulloso de esto, pensando en todas las medallas y reconocimientos que recibirá tan solo por resistir a una fuerza más grande que la suya. Es por esto que ignora en gran parte lo que Dahlaser le habla a él y a los demás guardias.

"Déjame hacer mi trabajo y tu has el tuyo" el mayor dijo impaciente.
"Bien. Entonces mantenga esta posición, no importa que pase alrededor suyo. Y si habla de algun procedimiento que nosotros hacemos" - Dah lo mira a través de su casco - "lo colgaré de los tobillos en el árbol más cercano"

Los defensores se apoyan en las colinas cercanas para poner su artillería más pesada y de largo alcance. Firmes en sus posiciones esperan a cualquier orden o a cualquier enemigo que se acerque a su rango de tiro. El día es tranquilo, sin ninguna nube asomándose en el horizonte. La planicie es perfecta b para una defensa, ya que no hay ni siquiera un pequeño árbol o arbusto en kilómetros, el mayor se hinchaba el pecho de halagos al describir la escena defensiva antes de llegar ahí. Una última orden de reforzar las barricadas y de alistar las trampas se escucha, después un silencio tremendo y largo se asienta.

A la distancia se puede escuchar el tronar de las botas de los atacantes, caminan lentamente y en una formación perfecta, todos con su armadura completa, hasta el momento no se ve ninguna artillería pesada ni escuadras pesadas a las que tomar precaución primero. Tampoco se distinguen líderes ni alguien que sobresalga a la vista. Las armas son las comunes entre los astartes y todos se ven muy rígidos.

Algo anda mal.

Se detienen justo en el límite al que pueden llegar las baterías defensivas. Se detienen en seco, ningún grito de guerra ni ninguna otra señal de que se moverán a destruir los Palabras ni a los guerreros planetarios. Laser no demuestra nada, pero unas gotas de sudor le nublan la vista dentro de el casco por unos instantes. No puede creer que no avancen, que no hagan nada, no muevan un músculo.

Thriman se acaricia el mentón confiadamente y suelta una risita pegadiza, los soldados alrededor de él se unen a su comandante y la risa se contagia a través de la línea de comando

"Bueno, si así quieren que sea...." su sonrisa no disminuye
"Que crees que estas haciendo ¿por qué se ríe? ¡Manténgase firme y concentrado maldita sea!" Dahlaser intuye, presiente que hay algo mal. Esto no es para nada normal, los astartes no actúan así
"¡Si es batalla la que quieren!" - Thriman levantó su sable - "¡Nosotros seremos los primeros en darles un poco de el tratamiento hospitalario"
"¡Thriman no! ¡¿Que no se da cuenta que esto puede ser una trampa?!"
"¡Tonterías! Son más estupidos de lo que pensamos. Sin el factor sorpresa y sin velocidad ¡no son nada!" Exclamó muy entusiasmado antes de dar la orden de marchar.

No hubo reacción desde los atacantes hasta que los guardias cargaron a sus posiciones. En vez de ir al choque sacaron sus armas de corta distancia y mantuvieron su línea. El rechazo fue brutal, habían más defensores que atacantes eso era cierto, pero un astarte bien podía defenderse de varios atacantes y esta no fue la excepción. Con poco espacio entre su compañero y el enemigo los movimientos eran cerrados, con una afinidad a apuñalar más que hacer círculos o alguna otra maniobra. La partida inicial de Thriman rompió filas en un total pánico y masacre, los cuerpos desaparecieron bajo los colores amarillo pálido y verde oscuro de los Lágrimas.
Titubeando con una cara de verdadera vergüenza el mayor les gritó a los soldados que tenía más cerca.

"¿¡¿¡que nadie sabe pelear aquí?!?! ¿¡¿por el emperador somos más que ellos y no podemos ni matar a uno?!?!"
"¡Debería haber esperado a mis instrucciones y seguirme a mi hombre torpe!" Dah soltó airado
"Pues inténtelo entonces, veremos si es más efectivo" se cruzó de brazos
"Observe y ataque cuando estén estancados con nosotros" Laser levantó un brazo

Acepta tu historia (RLFV Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora