Acepta tu historia (RLFV Libro 2)

V

"Aún no escuchas mi voz"

En su estado de shock Dah apenas notó cuando la cápsula de desembarco se desengancho y partió al mundo que tenían debajo de ellos cuando se juntaron con....no quería ni recordar lo que había pasado.

"Sal de cualquier distancia de disparo, no quiero a nadie herido" Laser alcanzo a decir antes de dirigirse a las cápsulas cuando regreso de esa horrible reunión
"Pero mi Señor ¿qué hará usted?"
"No hay tiempo que perder por el emperador o nos destruirán aquí mismo en el espacio" Dah dijo mientras corría
"¡Tiene que saber que solo podré mandar refuerzos limitados! ¡después de la segunda oleada de efectivos podríamos correr peligro de ser abordados dada la inmensa cantidad de energía que gastaremos!" El capitán de la nave gritó

La sacudida de la nave al fin lo hizo reaccionar. Salio con un paso acelerado y ni siquiera pidió una reunión con antelación al regente de el planeta. Los guardias reales se mantuvieron firmes y le prohibieron el paso aún cuando sabían la autoridad que poseía el astartes delante suyo. Dahlaser no les presto atención y con solo un ademán los campeones a su lado levantaron los bolters.
Un momento de hostilidad se sintió, Dah habló con un tono bajo pero amenazante
"No tengo tiempo para presentaciones cuando mis astartes bajo mi supervisión corren un grave peligro, si no me dan el paso tendré que usar mi poder como arma de el emperador hasta abrirme paso a la cámara real ¿¡Quieren detenerme?! ¡Los mataré con mis propias manos si se cruzan en mi camino de nuevo!"

"¡Obedece!"

El Señor de los Sagradas Palabras entró a la estancia donde se encontraba el rey planetario Carolus sentado en su trono dorado que sobresalía de el suelo de cuán grande era, en los escalones que llevaban a su trono Ahrel se mantenía duro como una piedra y se interpuso entre su monarca y el astarte.
Laser solo bajo la mirada, sus métodos de intimidación no sirvieron de mucho para persuadir al ya veterano mayor general de moverse
"Sal de mi camino" el astarte puso hincapié en cada palabra
"Antes declara tus intenciones"
"No tengo tiempo de dar explicaciones" - levantó la mirada y se dirijo a Carolus - "¡Estas metido en una guerra quieras o no! Soy el único que puede salvarte a ti y a mi capítulo"
"Preguntale a que se debe esta....intervención tan poco formal" Carolus le hablo a Ahrel
"Su majestad pregunta a que se refiere con eso"
"Ya dije que no tengo tiempo para explicaciones. Si esta conmigo evacuará lo antes posible a la ciudadela más cercana a donde desembarque hace poco, no le disparará a las cápsulas que yo le indique y estará de mi lado en la guerra" más que petición era una orden de Dah
"¿Que ganaría yo si le apoyo? Por lo que puedo intuir usted es el bando que se está defendiendo. ¿Que gano yo con defender a el perdedor?"
"¡Que se atreve a decirme perdedor estupido niño!" - Dahlaser apunto con el dedo a Carolus - "Si usted no colabora váyase despidiendo de su planeta ¡Porque lo harán pedazos! ¡Con su ayuda puedo salvar a los bajo mi responsabilidad y a los de su responsabilidad pero si no coopera esta sala se llenará de sangre muy pronto!"
"Váyase ahora, tendrá su respuesta a el debido tiempo" Ahrel replicó
"Yo no planeo en falsas palabras. Yo opero con información certera"
"Pues tendrá que apoyarse en lo que yo diga, Astarte, tendra que confiar en que preservaré la supervivencia de mi señor y la suya"
"Si usted me falla....tengo conocimientos bastante grandes sobre los poderes psíquicos como para hacer de sus vidas imposibles"

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"Aterrizarán aquí para dirigirse a esta zona, les daré libertad a como llegan ahí pero tienen que tomar esa ciudadela. Será nuestra base si queremos tener terreno en el planeta, trata de no matar a inocentes, concentrence en cumplir sus órdenes y no en la matanza" Talrifel le dio una última vuelta a el plan que había ideado con los demás Maestres
"Será una dura batalla pero creo que podemos ganar un poco de terreno para el resto de la primera oleada, pero no aguantaremos mucho" Adrael le dio una mirada a todos los presentes
"Yo aún sostengo que tengamos un bombardeo masivo a el planeta y nos largemos de una vez" Remo cerró los puños
"Y condenar a todo un planeta en el proceso...¿hubieras bombardeado también Trasmar? Después de todo también habían muchos enemigos a-" Ludovico dijo desafiando a su compañero
"Ni te atrevas a completar esa frase" Remo le devolvió la mirada
"Entonces tragate tu orgullo y tu vómito de el otro día, ajustate bien tu espada a la cintura y concéntrate en la batalla que se te avecina"
"¿Cual es el punto de todas formas?...no iré a la primera batalla como tú" Remo dijo con un suspiro
"¿Que? Me arriesgo la vida al darle un camino a la 10.ª ahí afuera y estaré ahí hasta que lleguen los refuerzos, podría morir en cualquier momento ¿Y tú quieres que lo último que recuerde de ti es tu pésima actitud ahora mismo?"
"El tema es el desembarco Maestres por favor..." Habacuc trató de separar a los dos comandantes
"Llamenme cuando esto valga la pena"
"¡Remo! Recuerda quien eres" Talrifel levantó la voz
"El gran Maestre de los exterminadores"
"Actúa como tal entonces" le dedico una última mirada antes de volver a hablar con el resto de Maestres

Remo se marchó airado. Le tomó bastantes inhalaciones y exhalaciones para calmarse otra vez mientras volvía a su reclusiam.

Las cápsulas dejaban una estela blanca en el cielo mientras descendian con fuerza. Junto con las capsulas habían thunderhawks escoltandolas y desviando cualquier misil que pudiera llegar a impactar a las naves de desembarco. Ni bien estaban a unos metros de distancia de el suelo las thunderhawk se abrieron y de cada una de ellas una escuadra de la 2.ª compañía salían relucientes y con sus motocicletas rugiendo.
Remo levantó su espada de energía encendiendo la con su muñeca mientras gritó a todo pulmón para que todas las escuadras lo pudieran escuchar:
"¡ABRIREMOS UN CAMINO A NUESTROS HERMANOS EXPLORADORES! ¡LÁGRIMAS CAERAN HOY!"
En respuesta todos los líderes de escuadra repitieron el grito de guerra mientras sus motocicletas saltaban las murallas de la ciudadela escogida para el primer ataque.

Se derramará mucha sangre en ese día.