Cuando el pasado regresa lo hace con fuerza
A veces es mejor no mirar hacia atrás, sino seguir hacia adelante
Cuando arribaron en la ciudad de Nueva York ya eran pasadas las 22.30 horas, por lo que decidieron ir directo a comer algo antes de ir hacia el hotel en donde pasarían aquellos días que ella tendría que estar allí hasta que el desfile se lleve a cabo.
El tiempo de vuelo había pasado tranquilo, Freya tenía más de un año que no viajaba en el avión privado de su familia y debía admitir un poco que solía extrañarlo, ¿cómo negar las comodidades que se solía tener cuando se era de una familia adinerada? Era algo casi innegable, a todos nos gustan los lujos y ella que desde pequeña había obtenido cuanto deseaba, no era una excepción.
Estar en ese vuelo privado con Giorgio no solo le había hecho recordar su ascendencia, sino también que sentía la había acercado más hacia él, porque si bien lo habían hecho cuatro veces en esas 5 horas de vuelo, es que conversaron un poco más sobre sus vidas y fue capaz de hablar sobre cómo inició en aquel mundo y sobre su amigo Fabricio, claro que él nunca debería faltar.
Él habló muy poco pero sí se mantuvo atento escuchándola, algo que a ella le gustó, parecía verdaderamente interesado por conocerla más.
Freya dio un sorbo a su vino cuando Giorgio la sacó de sus pensamientos.
-Nueva York es muy ruidoso -Argumentó torciendo el gesto, ella sonrió dándole la razón.
Apesar de que estuvieran en un restaurante a puertas cerradas, estaban cerca de la ventana que mostraba una hermosa ciudad en movimiento iluminada, hermosa pero ruidosa.
-Debo admitir que es justamente eso lo que no me gusta de Nueva York, mi hermana Rebekah tiene un apartamento consolidado aquí - Dejo la copa a un lado -. A ella le gusta vivir una vida normal, en cambio yo soy más como Dean, me gusta un hogar menos ruidoso pero con los mismos lujos que crecí.
Él la miro pensativo.
-¿Viajando en primera clase tienes los mismos lujos?-Ella negó con la cabeza.
-Exceptuando algunos-Se inclino hacia adelante para verlo directamente a los ojos -. Un ejemplo, cuando deseas mantener un limite entre tu vida y la que conoces desde que respiras, o por lo menos en mi caso que una no es del todo legal, se debe renunciar a ciertos lujos-En ese momento llego el camarero con sus alimentos, ella agradeció y miro su platillo, estaba hambrienta.
La risa de Giorgio no se hizo esperar, sorprendiéndola.
-Parece que te puse a pasar hambre-Sonrió.
-Es que me pusieron hacer ejercicio-Alegó, llevándose una cucharada de pasticho a los labios.
-Ya lo creo -Dijo él observándola pensativo -. Tengo una pregunta para ti, Freya-Ella lo miro con la boca medio llena esperando que siguiera -, ¿por qué Dimitiro dice que eres un diablo? -Ella enarcó una ceja terminando de masticar -. Cuando te vi por primera vez, él hizo alusión a que eras un diablo y la más temida de la familia Michelakis, sé a lo que se dedica tu familia pero lo que no entiendo por qué ese termino hacia ti.
Ella lo miro y pensó que realmente no era la más temida de Grecia, si a eso iban.
-En mi familia tenemos diversos términos entre nosotros, cada uno cumple un papel, cada uno tiene habilidades y debilidades- Dejo el tenedor a un lado para mirarlo -. Realmente no me considero la más temida de mi familia, lo que sí para ellos yo soy un diablo por cuestión de que suelo ser despiadada y que mi manos no son puras ni santas, están manchadas -Dijo mirándolo sin dejarse intimidar, ella era así y no podía esconderlo.
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Freya Michelakis
RomanceFreya Michelakis es una mujer seductora, egoísta, impulsiva y que no le importa ensuciar sus manos de sangre. Total, está acostumbrada a ello. Freya creció en una de las familias más temidas de la mafia, su infancia no fue fácil, su adolescencia muc...