Capitulo VIII

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A veces solo tenemos que dar el primer paso

Para que nuestra vida cambie,

Incluso cuando tememos salir lastimados

El no intentarlo podría ser peor que fallar

-La siguiente colección debe ser lanzada para finales de junio, de acuerdo con el plan que desarrollamos a inicios de año - Dijo Fabricio al otro lado de la pantalla.

Ella miro el las tablas frente a sí, analizando lo que su amigo y socio le estaba informando.

-El objetivo es aprovechar el tiempo de verano para vender más productos, aunque sabemos que habrá competencia.

-Eso siempre solecito, pero para eso estoy yo, el mejor diseñador que tiene Italia - Ella rió al escucharlo.

-Que humilde.

-Ese es mi segundo nombre, o tal vez el tercero -Ambos comenzaron a reír ante las ocurrencias de su amigo.

Freya agradeció en ese momento tener un amigo tan único como lo era Fabricio, su vida en esos momentos era una montaña rusa y realmente desde lo ocurrido hace algunos años no había esperado volver a sentirse así. Desde la supuesta muerte de su hermana hasta su repentina aparición todo se había mantenido en calma, con sus pequeños altibajos pero en calma, ahora sentía que muchas cosas se desvanecían ante sus pies.

Su hermana estaba viva y de verdad que lo agradecía, saber que seguía con ellos la hacía tan feliz pero ese no era el punto, sino que luego de una noticia tan grata había sucedido lo de Jackson, ese imbécil le había demostrado que por mucho poder que tuviera era reemplazable y debía admitir que por eso siempre había evitado las relaciones, no podía tener una relación estable porque las inseguridades llegaban a ella ¿y si no era suficiente?, ¿Y si la cambiaba por otra como lo hizo Jackson?

Sacudió la cabeza alejando esos pensamientos, no todos los hombres eran iguales pero se temía que todos teníamos un tipo de persona a la que buscábamos y ella siempre terminaba estando con idiotas.

-¿En dónde te metiste? - Escuchó a lo lejos y mirando hacia la pantalla de su computador vio a su amigo rubio -Te perdiste solecito, tu mirada se entristeció ¿puedo saber qué está sucediendo?

Ella lo miro en silencio por unos minutos antes de suspirar y hablar.

-Son tantas cosas, en mi familia esta sucediendo de todo - Sacudió la cabeza -. Luego está el idiota de Jackson que me cambio por una limpia habitaciones - Escuchó el jadeo de su amigo al otro lado de la pantalla -. Y por último está él.

-¿Él?

-Giorgio, lo conocí en Francia esa noche - Sonrió -. Es alto, moreno, fuerte y con una personalidad y profesión tan diferente a la que alguna vez pensé en relacionarme - Dijo recordando su salida de la noche anterior y como él todavía no había intentado llevársela a la cama, aunque lo había descubierto más de una vez mirándola con deseo él no daba ese paso. Además, sabía que estando con Dimitrio debía relacionarse con la mafia, ella nunca había deseado una pareja y menos una que tuviera igual o más poder que ella.

-Tú y ese tal Giorgio, ya... - Hizo gestos con sus manos a lo que ella rió y negó con la cabeza.

-No, todavía no.

-¿Te haz negado? - Preguntó sorprendido.

-No lo ha intentado - Resumió.

-Mi reina, si ese hombre es tan diferente solo hay dos caminos - Dijo logrando que lo mirara atenta.

-¿Como cuáles?

-El primero es que algo le llama la atención de ti pero no quiere algo estable y se está debatiendo con él mismo. O la segunda, espera que tú estes lista.

-¿Que esté lista?

-Sí, tal vez no quiere apresurar las cosas ni que te veas presionada, solo espera que tú le des el permiso para entrar en tu agujero que lo sentirá como el paraíso.

-¡Fabricio! Que descarado.

-Como te encantaría que ese pene entre en tu agujero.

-Dios, no puedo contigo -Se tapo el rostro con las manos.

-¡Uy, sí! La virginal - Ambos rieron ante las ocurrencias de su amigo.

Luego de platicar un rato con Fabricio, Freya tomó sus cosas y salió con dirección al centro de la ciudad en donde había quedado con su asistente para coordinar todo lo relacionado con el lanzamiento de la colección que tienen en puerta para inicios de abril, antes de continuar con la siguiente que era la de verano.

Horas después estaba de regreso al hotel y ya había anochecido, su asistente esa misma noche viajaría a Nueva York donde se realizaría el lanzamiento y ella iría después, tenía aún asuntos familiares que resolver.

Bajo del vehículo con un abrigo cubriendo sus hombros, la noche estaba fría y ella detestaba el frío por lo que deseaba llegar rápidamente a la calor de su habitación. Iba tan concentrada en su objetivo que no fue hasta que una mano la detuvo tomándola del brazo que levanto la vista, encontrándose con los ojos oscuros del moreno.

-¿Qué...?

-Quisiera invitarla a cenar hoy señorita Freya - Dijo él mirándola directamente a sus ojos verdes.

Ella miro su agarre sobre su brazo y luego volvió la mirada hacia él.

Espera que tú estes lista.

Recordó las palabras de su amigo Fabricio.

-La verdad es que estoy muy cansada señor Lombardi, ha sido un día largo y solo deseo relajarme un rato y descansar - Vio como él asentía con evidente decepción soltando el agarre en su brazo.

-Entiendo, la dejaré descansar señorita...

-Podemos cenar en mi habitación - Lo corto, mirándolo fijamente -, si no es mucho problema.

-Si usted así lo desea, con gusto la acompañaré - Con una sonrisa en los labios ambos entraron al hotel, sabiendo que esa noche prometía muchas sorpresas para ambos.

Freya MichelakisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora