La puerta se abre y Sandra dirige la mirada en esa dirección, ve a Pablo y suelta todo el aire que estaba conteniendo. Coge las llaves del suelo y entra corriendo cerrando la puerta tras de sí, una vez está a salvo se gira para mirar por el cristal de la puerta y ve al chico parado mirándola, esos ojos le provocan un escalofrío y vuelve a la realidad cuando escucha hablar a Pablo.
-¡Sandra, Sandra!- ella le mira todavía nerviosa - ¿Quién es ese?
-No lo sé, creo que se llama Joaquín, o eso me ha dicho. Se me ha presentado en la biblioteca y cuando he salido me ha empezado a seguir hasta aquí - se abraza a Pablo temblando solo de recordarlo.
-Lo mato, ahora vengo- intenta apartar a Sandra, pero ella no le deja.
-No, tranquilo, olvídalo, no creo que se vuelva a acercar.
-Como vuelva no sale de esa- Sandra ve cómo todo su cuerpo se tensa, todos sus músculos y se pierde en ellos-. Vamos, iba a tirar la basura, pero primero voy a subir contigo a casa.
-Puedo subir sola, de verdad, no te preocupes.
Pablo al principio divaga un poco, pero al final acepta. Le da un pequeño beso antes de salir y cuando está en la calle cierra corriendo la puerta para asegurarse de que ese tío no puede entrar. Cuando hace eso Sandra se ríe con ese ataque protector y sube sonriente al piso. Abre la puerta, va directa al salón y se deja caer en el sofá como un peso muerto. Escucha la puerta a los diez minutos y en seguida la voz de Pablo diciendo su nombre. Entra en el salón y se sienta a su lado, pasa el brazo por sus hombros y le da un beso en el pelo.
-¿Quieres comer algo? - le dice Pablo mirándola fijamente, ella tiene la mirada perdida, pero le escucha.
-La verdad es que no tengo mucha hambre, ese tío... ¿De dónde ha...? Espera- se incorpora y mira a Pablo- ¿Y si lo han enviado de la editorial? ¿Y si ya saben que les estoy investigando?
-Pero si has buscado las cosas con mucho cuidado, no creo que...
-Tiene sentido, Pablo, me ha estado preguntando por mi trabajo, por mi nombre, mi carrera...
-¿Y le has contestado?
-Le he dicho otro nombre y que estaba escribiendo una obra. Me ha dicho que él estaba estudiando filología.
-Bueno, seguro que solo es un loco, no me voy a despegar de ti en ningún momento, no te preocupes, ¿vale?
-Pero tú tienes que ir a trabajar...- Pablo se queda pensativo, buscando algún remedio.
De pronto suena la puerta, Sandra frunce el ceño mirando a Pablo y él se encoge de hombros. La que sonaba era la puerta de arriba, o era algún vecino o alguien se había quedado la puerta del portal abierta. Cuando Sandra piensa eso se le encoge el estómago y mira a Pablo preocupada, ¿y si es el chico? Al ver su cara, él se levanta y va a abrir la puerta. Sandra va detrás de él, agarrada a su brazo y un poco escondida. Abre la puerta y un pelo rubio aparece al otro lado, Sandra quiere tranquilizarse, pero no sabe si es peor que hubiese sido el chico o que sea su hermana. Lola entra en el piso sin ni siquiera preguntar, se le nota bastante nerviosa.
-Lola, ¿qué pasa?- la mira y traga saliva.
-Te han... Vienen... Tú...- su respiración es agitada, Sandra se acerca a ella y la lleva a la cocina, la invita a sentarse y le sirve un vaso de agua. Cuando bebe se tranquiliza un poco- ¿Qué has hecho, Sandra?
-¿Cómo?
-Esta mañana he escuchado a Luis hablar con su mujer, iba a entrar a hablar con él, pero me he parado cuando he escuchado tu nombre, no sé si era sobre ti, pero por si a caso... Le he escuchado decir que iban a mandar a alguien para vigilarte, están sospechando que quieres sacar todo a la luz y quieren saber si es verdad... Ten cuidado, Sandra.
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Antes de ti. [Completa] [Corrigiendo]
AcciónPablo pasea por la calle tranquilo cuando se encuentra con Sandra, una chica muy guapa, pero con cara de meterse en problemas. Aún así, Pablo se deja llevar por sus instintos y la deja vivir en su casa. Lo que él no sabes es que Sandra está en Madri...