Capítulo 16.

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La puerta se abre y Sandra dirige la mirada en esa dirección, ve a Pablo y suelta todo el aire que estaba conteniendo. Coge las llaves del suelo y entra corriendo cerrando la puerta tras de sí, una vez está a salvo se gira para mirar por el cristal de la puerta y ve al chico parado mirándola, esos ojos le provocan un escalofrío y vuelve a la realidad cuando escucha hablar a Pablo.

-¡Sandra, Sandra!- ella le mira todavía nerviosa - ¿Quién es ese?

-No lo sé, creo que se llama Joaquín, o eso me ha dicho. Se me ha presentado en la biblioteca y cuando he salido me ha empezado a seguir hasta aquí - se abraza a Pablo temblando solo de recordarlo.

-Lo mato, ahora vengo- intenta apartar a Sandra, pero ella no le deja.

-No, tranquilo, olvídalo, no creo que se vuelva a acercar.

-Como vuelva no sale de esa- Sandra ve cómo todo su cuerpo se tensa, todos sus músculos y se pierde en ellos-. Vamos, iba a tirar la basura, pero primero voy a subir contigo a casa.

-Puedo subir sola, de verdad, no te preocupes.

Pablo al principio divaga un poco, pero al final acepta. Le da un pequeño beso antes de salir y cuando está en la calle cierra corriendo la puerta para asegurarse de que ese tío no puede entrar. Cuando hace eso Sandra se ríe con ese ataque protector y sube sonriente al piso. Abre la puerta, va directa al salón y se deja caer en el sofá como un peso muerto. Escucha la puerta a los diez minutos y en seguida la voz de Pablo diciendo su nombre. Entra en el salón y se sienta a su lado, pasa el brazo por sus hombros y le da un beso en el pelo.

-¿Quieres comer algo? - le dice Pablo mirándola fijamente, ella tiene la mirada perdida, pero le escucha.

-La verdad es que no tengo mucha hambre, ese tío... ¿De dónde ha...? Espera- se incorpora y mira a Pablo- ¿Y si lo han enviado de la editorial? ¿Y si ya saben que les estoy investigando?

-Pero si has buscado las cosas con mucho cuidado, no creo que...

-Tiene sentido, Pablo, me ha estado preguntando por mi trabajo, por mi nombre, mi carrera...

-¿Y le has contestado?

-Le he dicho otro nombre y que estaba escribiendo una obra. Me ha dicho que él estaba estudiando filología.

-Bueno, seguro que solo es un loco, no me voy a despegar de ti en ningún momento, no te preocupes, ¿vale?

-Pero tú tienes que ir a trabajar...- Pablo se queda pensativo, buscando algún remedio.

De pronto suena la puerta, Sandra frunce el ceño mirando a Pablo y él se encoge de hombros. La que sonaba era la puerta de arriba, o era algún vecino o alguien se había quedado la puerta del portal abierta. Cuando Sandra piensa eso se le encoge el estómago y mira a Pablo preocupada, ¿y si es el chico? Al ver su cara, él se levanta y va a abrir la puerta. Sandra va detrás de él, agarrada a su brazo y un poco escondida. Abre la puerta y un pelo rubio aparece al otro lado, Sandra quiere tranquilizarse, pero no sabe si es peor que hubiese sido el chico o que sea su hermana. Lola entra en el piso sin ni siquiera preguntar, se le nota bastante nerviosa.

-Lola, ¿qué pasa?- la mira y traga saliva.

-Te han... Vienen... Tú...- su respiración es agitada, Sandra se acerca a ella y la lleva a la cocina, la invita a sentarse y le sirve un vaso de agua. Cuando bebe se tranquiliza un poco- ¿Qué has hecho, Sandra?

-¿Cómo?

-Esta mañana he escuchado a Luis hablar con su mujer, iba a entrar a hablar con él, pero me he parado cuando he escuchado tu nombre, no sé si era sobre ti, pero por si a caso... Le he escuchado decir que iban a mandar a alguien para vigilarte, están sospechando que quieres sacar todo a la luz y quieren saber si es verdad... Ten cuidado, Sandra.

Antes de ti. [Completa] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora