Capítulo 11.

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-Venga, Sandra, arranca- le dice Pablo moviendo la pierna derecha arriba y abajo.

-Vale, yo no vine a Madrid porque tenga trabajo, voy a empezar por el principio, ¿vale?- Pablo solo asiente sin dejar de mirarla nervioso y con el ceño fruncido- Ya te conté que había estudiado filología hispánica y que he escrito algunos libros, pero ninguno ha tenido éxito. El caso es que hay uno que envié a una editorial no muy conocida, pero que ha publicado algunos libros bastantes buenos, estuve tres meses esperando una respuesta, no quería desesperarme porque sabía que esas cosas tardaban mucho, pero a los seis meses esperando llegó a mis oídos que había salido a la venta un libro el cual su título era muy parecido al mío, así que lo compré para leerlo. La editorial a la que se la mandé se había apropiado de mi libro y lo había hecho suyo, poniendo que el autor era anónimo por decisión propia. Yo no quiero publicar libros para ser rica, quiero que lean mis libros y sepan mi nombre para saber que a la gente le gusta lo que hago, que se sienten identificados con lo que escribo. Cuando vi que era mi libro me puse hecha una furia, pero aún así no se lo conté a nadie; soy de las que se toman la justicia por su propia mano. Empecé a investigar sobre la editorial, el dueño se llama Luis García y lleva todo con su mujer, Megan, es inglesa y se conocieron gracias a la editorial.

>> Me negaba a que estuviera pasando eso, yo tenía mi obra registrada, era imposible que la hubiesen publicado, así que busqué los papeles que me dieron cuando registré la obra. Nada, habían desaparecido por arte de magia. Yo todavía vivía con mis padres y le pregunté a mi madre si lo había visto, pero nada, ella no sabía nada, ninguno de los dos. Me fui a las oficinas donde hacen los registros y pregunté, no les constaba ninguna obra con mi nombre, el título más parecido era el que había publicado la editorial. Fue entonces cuando decidí venirme a Madrid a investigar sobre todo esto.

>>Pero una vez aquí me he dado cuenta de que estoy jugando con fuego, Pablo. Luis no es rico porque la editorial le vaya genial ni sea súper famosa, es de familia adinerada, muy adinerada y esas familias siempre tienen secretos. Él tiene secretos, pero por lo que he investigado en cuanto alguien sabe lo más mínimo desaparecen, no sé adónde van a parar ni qué hacen con ellos, pero desaparecen. Te digo todo esto porque yo no voy a parar hasta saber qué se traman y hundirles, porque esa obra ha sido la que más me ha costado, es mi trabajo y no pueden adueñarse así como así, pero me da miedo que lo que haga yo repercuta en ti, de que en vez de ir directamente a por mí vayan a por ti, no quiero eso y tienes que saber esto y decidir tú.

Pablo se queda alucinado por todo lo que le ha contado en un momento, la cabeza le da vueltas y no sabe bien lo que pensar, "¿Que pueden venir a por mí?" se levanta de la silla bastante aturdido y se mete en su habitación bajo la mirada expectativa de Sandra. Está mareado por tanta información, su ceño sigue fruncido y le cuesta pensar con claridad.

"Pueden venir a por mí, es una persona que se toma la justicia por su propia mano, le han robado una historia, Dios" Pablo empieza a recapacitar sobe todo lo que le ha dicho, no sin un poco de esfuerzo a causa del mareo. "Vale, a ver, Pablo, piensa. Te gusta. Te ha ocultado esto, pero por tu bien. Joder. Me gusta y no puedo cambiar eso, pero... ¿jugarme la vida? En realidad, quiero que mi vida no sea tan aburrida, siempre me he quejado por lo mismo, necesito aventura, pero esto, no sé, es mucho. ¿Y si...? Siempre he tenido las ideas claras hasta que llegó ella. Por ella he vuelto a las pastillas, ahora sé que me hacen bien. Ahora que me ha contado su secreto, ¿debería contarle el mío? Poco a poco, todavía no sé si seguir con esto. Que es peligroso, joder, mucho. ¿Y si me secuestran? ¿O me matan? Tengo que tomar una decisión, ¿qué puedo hacer?"

Pablo se levanta y sale de la habitación, va a la de Sandra, que la ha escuchado entrar y da unos toques flojitos. Ella aparece al otro lado de la puerta, en el interior de la habitación se pueden ver las maletas encima de la cama y a Pablo se le cae el mundo a los pies.

Antes de ti. [Completa] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora