Capítulo 10.

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Pablo se despierta de golpe con un grito que proviene de la habitación de Sandra, salta de la cama y corre a su habitación, la ve en la cama empapada en sudor, sigue dormida, pero dice algo que no entiende bien. Se sienta a su lado y la mueve para despertarla. Abre los ojos asustada y abraza a Pablo.

-Solo era un sueño, sh... Tranquila- Pablo le pasa la mano por el pelo.

-Parecía tan real...- Pablo le agarra la cara y la mira a los ojos.

Se acerca a ella y la besa, Sandra no se reprime y le devuelve el beso, le pasa la mano por el pelo y tira un poco hacia atrás y Pablo sonríe sin dejar de besarla. Él pone la mano en su cadera y la empuja para tumbarla en la cama.

Empieza a sonar un teléfono y se obligan a separarse, es el de Pablo, sale de la habitación para ir a cogerlo. Sandra se queda tirada en la cama y se pone la almohada en la cara para ocultar su sonrisa, cuando escucha los pasos de Pablo se levanta de la cama y coge ropa limpia para ir a ducharse. Él se queda en el umbral de la puerta mirándola con una sonrisa.

-¿Acabo de besarte y coges y te vas tan tranquila a ducharte?- se ríe acercándose a ella.

-La otra vez me besaste y al poco te peleaste con Álvaro, creo que estamos en paz- la coge de la cintura y la vuelve a besar. Sandra se lo devuelve, pero en seguida se separa y sale de la habitación con una sonrisa tonta, entra en el baño y cierra la puerta.

Enciende el grifo y se quita la ropa mientras el agua se calienta, entra un pie y después otro y respira hondo.

"Siempre había pensado que las cosas iban a ser más fáciles, no contaba con la aparición de Pablo y ahora todo va a dar un vuelco, lo sé, lo tengo claro. Me gusta, no lo conozco mucho, pero lo suficiente para saber que me gusta. Y que le gusto. Pero no podía haber llegado en peor momento, yo pretendía no tener a nadie cercano y ahora ¡pum! Me enamora y me besa, así, como si fuera lo más normal del mundo. Lo peor es que cuando me ha besado, ambas veces he sentido algo que nunca había experimentado con ninguno de mis ex, y me da miedo sentir eso, porque ahora lo último que necesito es una distracción. O a lo mejor no, a lo mejor me viene bien alguien que me evada un poco del mundo. El sueño de esta noche... Luis García aquí, esperándome, sabiendo que estoy buscando maneras de sacar todo a la luz, con Pablo a un lado con la boca tapada con un pañuelo. Sé que si Pablo y yo queremos tener algo tengo que decirle la verdad de porqué estoy en Madrid, quién es Luis y qué quiero de él, pero me da miedo perderle. O que le hagan daño."

Unos toques en la puerta hacen que Sandra vuelva a la realidad. Grita que ya está terminando y apaga el grifo. Sale y se envuelve en la toalla, con la mano quita el vaho del espejo para mirarse. Coge un cepillo y se peina el pelo con cuidado para no darse tirones, después baja la cabeza y se ahueca el pelo. Se pone la ropa limpia y sale del baño, entra en la cocina y respira hondo, Pablo ha hecho café y unas tostadas, está sentado en una silla leyendo el periódico y cuando entra la mira con una sonrisa.

-Has tardado mucho, ya creía que te habías disuelto con el agua- se ríe y se levanta a servirle una taza de café.

-Se me ha ido el santo al cielo, lo siento- coge la taza que le tiende Pablo y sus manos se rozan, a Sandra le da un escalofrío y le mira a esos ojos verdes que tanto le gustan.

Pablo solo sonríe y se sientan a desayunar. Él no le pregunta nada sobre el sueño y ella lo agradece, primero quiere pensar cómo explicárselo, pero antes de todo quiere aclarar lo que hay entre ellos dos. No se atreve a preguntarlo, así que se queda callada esperando que sea él quien de el paso.

-He pensado que podemos hacernos unos bocadillos e irnos a pasar el día al Retiro, ¿qué te parece?

-¡Es una idea genial!- da palmadas y Pablo se echa a reír, "es una niña chica en un cuerpo de adulta", sonríe para sus adentros mientras la observa.

Antes de ti. [Completa] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora