Capítulo 12.

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Pablo mira cómo Sandra se aleja, le da un abrazo a María y dos besos a Sergio y a Víctor. "No puedo", aparca el coche y se baja corriendo hasta llegar a su grupo. Todos lo miran de arriba a abajo, lleva unos pantalones de chándal, una camiseta desgastada y unas zapatillas de deporte.

-¿Al final sales?- María le mira con el ceño fruncido y él asiente- ¿Con esas pintas?- todos se ríen entre dientes y Pablo la fulmina con la mirada.

Entran en la discoteca y María busca con la mirada a su presa, cuando lo encuentra va hacia él. Sandra la mira, su nueva amiga es realmente guapa, guapísima, con su pelo moreno y largo, sus ojos azules y ese cuerpazo que tiene Sandra se pregunta cómo no tiene novio, pero ahora lo entiende, no es chica de un solo hombre... O sí, es chica de solo un hombre... cada noche. Habla con un chico demasiado musculado para el gusto de Sandra y éste le presenta a otro más normal, aunque muy guapo, y rubio. María le dice algo al oído y señala a Sandra, que se pone tensa. Mira a Pablo de reojo, no tiene buena cara. Cuando vuelve a mirar María asiente y se acerca a su grupo. Les cuenta que les han invitado a ir a la parte V.I.P y no se niegan. Llegan a una sala con la música mucho más baja, es grande, en medio hay una barra con forma de círculo y detrás hay un camarero que los sonríe cuando entran. A la derecha de la barra hay tres mesas con sillones bajos y a la izquierda hay unos biombos, que justo detrás están los baños. Sergio y Víctor se sientan en la primera mesa y se ponen a hablar quién sabe de qué. María, Sandra y los dos chicos se acercan en la barra, el rubio pide dos copas y le da una a Sandra, después se sientan en la mesa del fondo. María y el armario ropero con el que está ligando se quedan en la barra. Sandra mira a Sergio y a Víctor, ambos tienen la mirada fija en Pablo, luego lo mira a él y ve que tiene los puños cerrados y está echando fuerza sin dejar de mirar al descerebrado que tiene delante. Después mira a María, que está sacando todas sus armas, y por lo visto funciona, ambos se disculpan y salen de la habitación, todos saben para qué. "Puag" piensa Sandra poniendo cara de asco y después vuelve a fijarse en el chico rubio, que cada vez está acercando más el sillón al suyo. Pablo ya no puede más y se acerca a ellos sin relajar las manos.

-Sandra, ¿podemos hablar?- se inclina sobre ella.

-¿Ahora?- él sólo asiente y ella se disculpa con el chico que se levanta y va a hablar con Víctor y Sergio. Ellos dos se van detrás del biombo para hablar tranquilamente-¿Qué te pasa, Pablo?

-Que ahora lo sé, ahora que te he visto con ese lo sé, Sandra- se pasa la mano por la nuca y baja la mirada-. Me gustas mucho y no quiero que te vayas de mi vida, me da igual ponerme en peligro, quiero estar contigo y ayudarte en todo lo que pueda- Sandra sonríe y le acaricia la cara.

-¿Por qué?

-Porque... Porque antes de ti nada tenía sentido- ella se sonroja y eso vuelve loco a Pablo.

Le coge la cara con las manos y la besa lentamente, después pone las manos en la cadera para acercarla más, ella pasa sus brazos por el cuello de Pablo y se pone de puntillas para besarle mejor. Se separan y no necesitan palabras, Sandra asiente con la cabeza y él le coge de la mano tirando de ella. Les dicen a los chicos que Pablo se encuentra mal y que se van a casa, salen haciéndose hueco entre la gente, aunque no les resulta fácil. Se montan en el coche y la música suena de fondo, Pablo la mira de reojo, sus ojos brillan de deseo. Suben a casa y según entran la besa poniéndola contra la puerta. La arrastra sin dejar de besarla hacia su habitación, Sandra le ayuda a quitarle la camiseta, después él le baja la cremallera del vestido y se lo quita dándole besos por el cuello. Ella se sienta en la cama y Pablo le quita los zapatos, luego se quita sus zapatillas y los calcetines. Se queda mirando su cuerpo tumbado y ella se sonroja y se tapa. Él niega con la cabeza y le aparta las manos.

El sol entra por la ventana y Sandra entre abre los ojos, intenta ubicarse y gira la cabeza a la izquierda, Pablo está encima de las sábanas, boca abajo y... Sandra abre los ojos como platos al verlo desnudo. Levanta las sábanas y ella está igual, se incorpora sobre los codos y ve toda la ropa esparcida por la habitación. "Mierda, lo conozco de una semana, joder", se levanta y se pone la ropa interior, es lo malo de vivir en el piso, por mucho que se quiera escaquear no puede. Escucha que Pablo se remueve y se da la vuelta para mirarlo, pero sigue dormido. Se queda en mitad de la habitación sin saber bien qué hacer y al final decide ir a tomarse un café.

Pablo aparece por detrás, ya con los pantalones puestos, pero sin la camiseta, la agarra por la cintura y le da un beso en el cuello, Sandra sonríe y pasa sus manos por los brazos que la están rodeando. Él coge un vaso de agua y vuelve a la habitación, saca de la cómoda el bote de pastillas y coge dos, antes de tomárselas mira hacia atrás y cuando ve que Sandra no está se las traga dando un sorbo al vaso de agua. "Tengo que decírselo" piensa sentándose en la cama y pasándose las manos por el pelo.Vuelve a salir de la habitación, se sirve una taza de café y se sienta al lado de Sandra, que está leyendo el periódico.

Se pasan el domingo tirados en el sofá abrazados, jugando a juegos de mesa en los que casi siempre gana Sandra. Por la noche ella le da un beso de buenas noches y se dirige a su habitación, él dice que no con la cabeza y tira de ella metiéndola en la suya.

A la mañana siguiente suena el despertador y Sandra lo apaga de mala gana, se levanta, le da un beso a Pablo en la frente y él remolonea. Cuando Sandra sale de la habitación Pablo se asegura de que Sandra no le vea, coge la botella de agua que puso por la noche al lado de la cama y se toma las dos pastillas. Después sale y va a la cocina. Se sirve un café y mira a Sandra apoyado en la encimera.

-Ahora que ya sé todo, podrás trabajar desde casa, ¿no?

-No, cada día tengo que hacerlo desde un sitio diferente, con un Wi-Fi diferente, porque ellos rastrean las IP, si son diferentes no llaman la atención, sin embargo si un mismo IP busca siempre información sobre ellos se darán cuenta- Pablo asiente pensativo.

-Tienes razón, bien pensado- se ríe mirándola-. Vale, ¿adónde vamos?

-¿Vamos?- le mira con media sonrisa.

-Sí- se levanta y tira el café-, necesito tomarme el desayuno, ¿en qué cafetería no has estado?

Sandra se levanta y coge un mapa de dentro del maletín del ordenado. Cuando lo abre Pablo puede ver varias cruces, los sitios en los que ya ha estado, están repartidas por todo Madrid. Él señala un Starbucks que no está muy lejos de su casa y ella asiente. Salen de casa y van andando, Pablo no deja de hacer el tonto y Sandra se pone roja cuando la gente se les queda mirando, le da un puño para que pare, pero a él le da igual. Cuando llegan ella se sienta, Pablo va a pedir un café y un donut y Sandra le pide que le coja un chocolate, le encanta los que ponen ahí. Abre el ordenador y conecta el Wi-Fi, Pablo se sienta a su lado tendiéndole el chocolate y le enseña todo lo que lleva recopilado desde que empezó a investigar. Se pasan toda la mañana ahí, buscando miles de cosas, pero nada, no consiguen nada. A la hora de la comida vuelven a casa, se preparan pasta y se duermen la siesta agarrados en el sofá. A las cinco salen de casa a por el coche. Cuando llegan allí el hombre de la otra vez les saluda muy amable.

-Bueno, ¿ya te has decidido?

-Sí, me voy a quedar con el Mitsubitshi- a Pablo le suena el teléfono, se disculpa y sale.

El hombre le lleva hasta el coche y hablan los últimos acuerdos. Pablo vuelve, le agarra la mano y se la aprieta. Su teléfono vuelve a sonar y pone los ojos en blanco, vuelve a salir y Sandra se monta en el coche, antes de cerrar la puerta le vuelve a dar la mano al hombre y sale de allí conduciendo, se para cerca de Pablo y prueba el claxon, él da un respingo y sonríe de medio lado. Cuelga y se monta en el coche.

-¿Quién era?

-Mmmm, vamos a dejar mi coche en casa y nos vamos por ahí a cenar con el tuyo.

-¿Por qué?

-Tenemos que celebrarlo- Sandra le mira con el ceño fruncido y él se ríe-. La primera llamada era de la universidad, he aprobado el máster- ella da un grito y le abraza-, la segunda es una entrevista de trabajo para mañana- Sandra le besa demostrando lo feliz que está y él sonríe sin separarse.

Dejan el coche de Pablo en casa y salen a cenar por ahí. Cuando terminan vuelven al piso y se acuestan pronto, al día siguiente Pablo tiene una entrevista y Sandra tiene que trabajar.

Cuando Pablo se levanta Sandra ya no está, prepara todo y sale corriendo para no llegar tarde a la entrevista.

Le va muy bien, o por lo menos eso cree él, es una de las mejores empresas en las que podría trabajar. Cuando termina la entrevista llama a Sandra, no contesta así que decide irse a casa, ella tampoco está allí, prepara la comida y se sienta a esperarla. Escucha la puerta y unos pasos rápidos entran en la cocina. Sandra tiene la respiración agitada y Pablo se levanta corriendo acercándose a ella.

-Sandra, ¿qué pasa?- le acaricia los brazos y la abraza.

-He... yo...- balbucea entre los brazos de él- He descubierto algo- la separa para mirarle a la cara.

Antes de ti. [Completa] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora