┃ISSUE
acto 2; capitulo 10
C O M P E T I R
VÍSPERA DE AÑO NUEVO, quince minutos para la medianoche.
Tanto los alumnos como los profesores caminaban por los pasillos de Hogwarts en un parloteo excitado, dirigiéndose al exterior del castillo. Algunos estaban un poco zumbados, tras haber bebido demasiados chupitos de Whiskey de Fuego en sus respectivas fiestas. Se apoyaban en los hombros de sus amigos, hablando de la esperanza que había en ellos para el próximo año. Los de primer año venían acompañados, en pijama y con mantas alrededor de los hombros mientras se frotaban los ojos con sueño. Los alumnos mayores los guiaban, no queriendo que nadie se perdiera lo que para ellos era una de las mejores tradiciones que ofrecía Hogwarts: los fuegos artificiales de Año Nuevo. Era un acontecimiento que hacía que todo Hogwarts terminara las fiestas de las casas y de las facultades antes de tiempo para dirigirse al exterior y obtener la mejor vista posible.
Todo Hogwarts excepto dos estudiantes.
Una de ellas era Diana James, que no pudo encontrar en sí misma las ganas de celebrar. Miró por la ventana de la Torre de Astronomía, observando a los alumnos y profesores salir al aire fresco de la noche. Respirando profundamente, dejó que el aire frío llenara la totalidad de sus pulmones. Observó cómo su aliento se convertía en una niebla blanca que bailaba contra el cielo oscuro mientras exhalaba lentamente. Sus manos estaban frías, como siempre lo estaban, y por un breve momento deseó que James estuviera allí para sostenerlas.
Diana sacudió la cabeza al pensar en James, agarrando el dobladillo de su jersey en su lugar. No supo qué hacer ni cómo reaccionar cuando Remus y Sirius se lo dijeron, excusándose en lugar de darles una reacción real. Ahora, aquí estaba, en la Torre de Astronomía, horas después, sin poder ordenar completamente sus pensamientos y emociones.
¿Estaba herida? No hay duda de ello.
Aunque no llamaría amor a lo que sentía por James, sabía que se preocupaba por él. Y sabía que, en cierta medida, él también debía preocuparse por ella. Diana sabía lo mucho que amaba a Lily, y también durante cuánto tiempo lo había hecho. Por eso fue una sorpresa para el resto de Hogwarts cuando empezó a salir con ella. Es cierto que era falso. Pero los sentimientos que ella desarrolló por él con el paso del tiempo eran muy reales.
Tal vez por eso duele, pensó Diana, riéndose amargamente de sí misma.
Pero mentiría si dijera que no se lo esperaba al menos un poco. Tal vez era Carson el que se lo había metido en la cabeza, plantando la semilla de la duda en su mente mucho antes de haber iniciado una relación con James.
El sonido de unos pasos subiendo las escaleras interrumpe sus pensamientos. Su ritmo cardíaco se aceleró al preguntarse quién podría ser. Por lo que ella sabía, todo Hogwarts estaba frente al castillo, esperando los fuegos artificiales.
Diana se giró y se encuentra con la última persona que quería ver. James Potter.
James estaba con la boca abierta, con una mano sobre el pecho, mientras recuperaba el aliento. Con la otra mano sujetaba el mapa de los Merodeadores, que había utilizado para encontrar a Diana. Respiró entrecortadamente para sí mismo, antes de levantar la vista para encontrarse con la mirada de Diana.
James sintió que se le doblaban las rodillas cuando ella lo miró con una expresión ilegible. Aun así, se enderezó y alisó las arrugas imaginarias de su camisa.
—Tengo que decirte algo—dijo James, caminando hacia ella, todavía ligeramente jadeante. Una gota de sudor cayó de su frente, aunque no tenia claro si es por haber subido corriendo las escaleras o por todos los nervios que sentía.
Diana dio unos pasos hacia atrás, alejándose de él, antes de girarse para volver a mirar al cielo.
—Lo sé. Remus y Sirius me lo han dicho.
—Lo siento.
—Deberíamos romper.
Los dos hablaron a la vez, sorprendiendo al otro.
—¿Qué?—pronunció James, ahora de pie junto a Diana.
—No quiero competir con Lily—afirmó Diana, con un tono plano mientras cruzaba los brazos frente a su pecho. Pero un ceño fruncido ya se había abierto paso en sus facciones—Sobre todo porque sé que voy a perder.
—Pero ya he hablado con Lily. Después de nuestro encuentro con Dumbledore, le dije que lo que habíamos hecho estaba mal y que ahora estaba contigo—dijo James frenéticamente, como si la urgencia en su voz pudiera convencer a Diana de reconsiderar su decisión.
—¿Pero puedes prometerme que puedes eliminar por completo tus sentimientos por Lily?—preguntó Diana, volviéndose hacia él. Ni una pizca de esperanza se reflejó en su voz. Ella ya sabía la respuesta.
—No estoy seguro—contestó James tras varios segundos de silencio. No sabía por qué había tardado tanto en responder a su pregunta. No cuando ya sabía la respuesta—La he querido durante mucho tiempo, no estoy seguro de que eso desaparezca algún día. Pero tienes que saber que tú también me gustas.
Y con su respuesta, Diana supo cómo seguir adelante.
—No puedes tenernos a los dos, James. Lo sabes—dijo ella, volviéndose de nuevo a mirar hacia otro lado. Supuso que el espectáculo de fuegos artificiales iba a comenzar pronto.
Estaban envueltos en un tenso silencio, ambos mirando el cielo nocturno vacío.
Tal vez algo en ella siempre supo que era Lily. Que iba a ser Lily. Que todo el tiempo era Lily. Y no había nada que pudiera hacer para cambiar eso.
Las lágrimas se agudizaron en las esquinas de sus ojos, pero se obligó a contenerlas. Diana no iba a permitir que James la viera en ese estado. No cuando era él quien lo provocaba.
Por suerte, la estruendosa voz de Dumbledore irrumpió en el aire. Su varita apuntando a su garganta para que pudiera ser escuchada por la multitud reunida frente al castillo, anunciando que era hora de que comenzaran la cuenta atrás para la medianoche.
—Diez.
La multitud coreó, con una sonrisa en sus rostros. Ignorando alegremente que James Potter y Diana James no estaban con ellos, todos zumbaban de emoción al estar a pocos segundos de los tan esperados fuegos artificiales.
—Nueve.
Los profesores se abrazaron. Los estudiantes se movieron para encontrar a sus parejas. Todos sonriendo.
—Pero, ¿y tú?—preguntó James contra la cuenta atrás de la población de Hogwarts, mirando a Diana.
Su mirada no contenía más que una preocupación genuina, tanto que Diana casi consideró retractarse de su propuesta de ruptura.
—Seis.
Los demás Merodeadores se pusieron de pie uno al lado del otro, contando junto con los demás estudiantes. Aunque no eran tan ajenos como el resto a la ausencia de James y Diana. Sólo podían desear que lo que sucediera fuera lo mejor para ambos.
—Cinco.
—No te preocupes por mí—respondió Diana, finalmente.
—Cuatro.
—Estaré bien—dijo, intentando darle una sonrisa tranquilizadora, aunque hizo cualquier cosa menos eso. Pero no importaba si James se tranquilizaba o no. Lo que importaba era que ella fuera capaz de tranquilizarse a sí misma.
—Uno.
Llego la media noche, y con ella un nuevo año. Los fuegos artificiales se liberaron en una ráfaga de los diferentes colores de la casa.
Diana y James miraron, sorprendidos por el sonido y el brillo. Incluso ellos no pudieron evitar sonreír.
—Lo has conseguido—dijo Diana, recordando la razó por la que James y ella habían empezado una relación en primer lugar. Él dibujo una mueca al recordarlo—Espero que tú y Lily seáis felices juntos. Sólo os deseo lo mejor. Feliz Año Nuevo, James.
Con una sonrisa triste y un último beso en la mejilla izquierda de James Potter antes de echar una última mirada a los fuegos artificiales, Diana salió de la torre de astronomía con la cabeza bien alta.
James Potter permaneció inmóvil, con las yemas de los dedos rozando la piel donde estuvieron los labios de Diana por última vez. Se le escapó una sola lágrima mientras cerraba los ojos con fuerza, inclinando la cabeza hacia el techo. Los destellos de color de los fuegos artificiales se reflejan en su pálida piel, pintándolos de tonos rojos, azules, amarillos y verdes. Los gritos de entusiasmo de la multitud que celebraba la llegada de un nuevo año lo ahogaban todo, incluso sus propios pensamientos mientras apretaba los puños a su lado. Cuando los gritos se apagaron y los fuegos artificiales cesaron, no le quedó más que una emoción.
El arrepentimiento.
James sabía que amaba a Lily, pero también le importaba mucho Diana.
Sabía que la quería cuando la besó por primera vez en la torre de astronomía aquella noche. Y se siguió preocupando por ella mucho después de que lo dejara solo en esa misma torre. La había herido. Y el arrepentimiento y el dolor que eso le causaba lo acompañarían por el resto de su vida.
Triple actualización para vosotros, gente. Espero que os gusten. Con esto terminamos Issue, aunque todavía queda el epilogo que tratare de publicar este fin de semana o la proxima.
Hasta entonces, cuidaros y manteneros a salvo.
Sid <3
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𝖎𝖘𝖘𝖚𝖊↝james potter
Fanfiction𝐈𝐒𝐒𝐔𝐄│❝Donde James Potter, con un poco de ayuda de Diana James, trata de hacer que Lily Evans se ponga celosa❞ [Marauders era] [James Potter x OC] [Cover by abbxmar] © original de @-elleira