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acto 1; capitulo 2
L A C H I C A P E R F E C T A P A R A E L P L A N
DIANA JAMES HIZO lo posible para ignorar el excesivo parloteo de James Potter en las siguientes semanas de clase. Ella solía amar la clase de Pociones, pero estar sentada junto a la persona más ruidosa y habladora del castillo la llevaba al borde de la locura. Intentó convencer al profesor Slughron para que le permitiera cambiarse de lugar o de compañero, pero para su mala suerte, él no le permitió hacerlo, aun siendo ella miembro de su preciado Club de las Eminencias.
JAMES POTTER, por su parte, hacia lo posible para que la chica, Diana James, hablara con él. ¿La razón? Porque esa rubia era la persona perfecta para el plan que tantos meses había estado rondando la cabeza del chico. Diana era bonita, pero no tan bonita como su Lily-Flor. Diana era inteligente, pero no tan inteligente como su Lily-Flor.
—James, te amo, pero estás loco—dijo Arabella Arroway, una de sus mejores amigas, cuando James les mencionó su plan el verano anterior a su séptimo año. —En eso estoy de acuerdo, Cornamenta. ¿No crees que eso es un poco excesivo? —dijo Sirius Black, estando de acuerdo con la chica, al mismo tiempo que Remus y Peter asentían demostrando que estaban de acuerdo con sus amigos. —Definitivamente, esto no es nada excesivo—dijo el chico con una sonrisa emocionada en su rostro. E ignorando las protestas de sus mejores amigos, se rio y continúo explicándoles, el que era en su opinión, su mejor y el más brillante plan hasta al momento. Era muy simple:
1. Encontrar a una chica que estuviera dispuesta a ser su novia falsa.
2. Alardear de su nueva y estable relación frente a Evans
3. Que ella se de cuenta de lo que se está perdiendo
4. Y finalmente, ella terminaría dándose cuenta de lo que se estaba perdiendo, comenzaría a salir con James y vivirían felices para siempre.
—¿Y no es más fácil encontrar a una chica que quiera salir contigo? Así no tendrás que montar todo este cuento—pregunto Peter Pettigrew con una expresión de confusión en el rostro.
—Porque, Colagusano, solo usare a esa chica para poner celosa a Evans. Los desamores y las rupturas no son fáciles. Al menos, con todo este teatro, la chica sabrá en lo que se está metiendo—explico Potter como si fuese la cosa más obvia del mundo. —Eso es... ¿muy amable por tu parte? —comento Arabella insegura, aunque ni siquiera ella estaba segura de sí era una afirmación o una pregunta. —Gracias, Ara —sonrió el chico, ignorando el tono de pregunta con el que había hablado la chica.
—Te deseo buena suerte encontrando a una chica que este de acuerdo con esta locura de plan—dijo Remus Lupin, sacudiendo la cabeza ante lo dicho por su mejor amigo. —Tú no te preocupes por eso, Lunático, encontrare a la chica perfecta para mi plan—sonrió James.
Y ahí estaba la chica que Potter había estado buscando, sentada junto a él en las clases de pociones. Ignorando todos sus intentos de iniciar una conversación.
Solo hablaba con el cuándo era totalmente necesario y solía darle monosílabos como respuestas a sus incesantes preguntas. —¿Diana James? ¿La Ravenclaw? —pregunto Remus cuando James les informo—¿Ella es la chica perfecta para tu plan? —No te ofendas, pero, ¿no crees que es un poco vainilla? —pregunto Sirius, que todavía no podía creer que su amigo Potter realmente estuviera llevando a cabo esa locura de plan.
—¿Vainilla? —pregunto James, inclinando su cabeza confundido por la pregunta de su amigo. —Si, ya sabes, vainilla. Normal, ordinaria... aburrida
—Estoy de acuerdo con Sirius—asintió Arabella—No es exactamente la chica más divertida y extraordinaria que existe. No habría razón por la que Lily se sentiría celosa de ella. —Diana James es la chica perfecta—dijo James, convencido. Y antes de que sus amigos añadieran algo, dijo—Yo solo lo se
