𝖎𝖘𝖘𝖚𝖊↝james potter

iii.

▎ ISSUE

acto 1; capitulo 3

   U N A   P R O P O S I C I Ó N

—¿PIENSAS DEJAR de hablar en algún momento?—una molesta Diana pregunta a un sonriente James.
Estaban en clase de Pociones, y una vez más, James Potter había decidido hablarle a Diana James hasta el final de la lección. Afortunadamente, el chico hablaba con suavidad con tal de que Slughorn no se diera cuenta de que no estaba prestando atención a su charla sobre los efectos de la Amoratenia sobre las personas.
—¿Y tú piensas hablarme en algún momento?—preguntó James, con una sonrisa de suficiencia en su rostro.
—¿Que quieres decir? Te hablo cada vez que tenemos clase—respondió Diana, rodando los ojos hacia James y haciendo lo posible por absorber cada una de las palabras que salía de la boca del profesor.
—Quiero decir que me digas algo que no tenga que ver con Pociones o que no sean tus respuestas de una sola palabra—dijo James desvíando su atención de Slughorn y posando en Diana.
—No tendríamos nada de lo que hablar—respondió Diana—Ahora, cállate y presta atención a Slughorn. No voy a suspender Pociones por ti.
—No vas a suspender pociones. Eres una de las personas más inteligentes de nuestro curso—dijo el chico rodando los ojos hacia la rubia que se limitó a sacudir la cabeza en su dirección—¿Y que quieres decir con eso de que no tenemos nada de qué hablar? Tenemos todo de que hablar.
—Eso no tiene ningún sentido para mi-respondió Diana, con una expresión de absoluta confusión en su rostro.
—Tenemos mucho de que hablar, Diana. Podemos hablar sobre Quidditch, o tal vez de tus cosas preferidas, o de tu opinión sobre el universo. ¡Hay tantas cosas de las que hablar!—James habló entusiasmado pero manteniendo la voz baja.
—¿Por que querrías saber esas cosas? No hemos hablado en los siete años que hemos estado juntos en Hogwarts—dijo Diana, su atención ya no estaba puesta en el profesor sino en el chico junto a ella.
Tenía curiosidad por saber porque James había decidido hablarle ahora. De todos modos, la clase estaba apunto de acabar así que podía escuchar a Potter sin problema, le interesaba su respuesta.
—Porque no te conozco muy bien, y si vamos a trabajar juntos lo que queda de año necesito saber quién eres. Además, quiero ser tu amigo—dijo James con una sonrisa genuina en su rostro. Sin embargo para Diana eso no tenía ningún sentido.
—¿Por que razón querría el gran James Potter ser mi amigo?—preguntó Diana con burla, sin creerse ni una sola palabra de las que había dicho el chico.
—Porque te encuentro muy interesante—dijo James guiñándole un ojo. El profesor Slughorn acababa de abandonar la clase y todos estaba recogiendo sus cosas.
—¿Eso es todo?—preguntó Diana recogiendo sus materiales—Porque no te creo ni un poco.
James suspiro y comenzó a recoger sus cosas también.
—Tienes un periodo libre ahora, ¿verdad?
Diana solamente asintió. Estaba a punto de abandonar la habitación cuando James la agarró de la muñeca y la detuvo.
—Camina conmigo
—¿Disculpa?—preguntó Diana, alzando las cejas ante la inusual petición de James.
El chico le soltó la muñeca y explicó:
—Si realmente quieres saber porque no voy a dejar de molestarte, camina conmigo. Te lo explicaré.
Cada voz que podía haber en su cabeza gritó: ¡NO! Le dijeron que lo ignorara y que simplemente se alejara.
Ella había planeado usar ese periodo libre para estudiar en la biblioteca. Tenía una prueba de Artimancia y realmente no tenía ganas de suspenderla.
Sin embargo, su Ravenclaw interior le hizo sentir curiosidad por saber la razón por la que James Potter no dejaba de hablarle.
Después de una breve discusión mental consigo misma, su curiosidad termino ganando.
—Bien—murmuró—, pero yo decido donde vamos.

JAMES POTTER INTENTÓ pensar en las palabras correctas para explicarle a Diana su plan mientras caminaba en silenció junto a ella. Quería explicarle el plan tan claramente como pudiera sin sonar como un loco desesperado. Le estaba resultando difícil. Trato de pensar en cada combinación de frases posibles, pero su mente se había quedado en blanco.
En poco tiempo, habían llegado al lago negro. Diana se sentó sobre la hierba y le hizo un gesto para que hiciera lo mismo. Se sentó a un pie de distancia de ella, contemplando el cielo brillante y claro y la serenidad del lago.
—Habla—fue todo lo que Diana pudo decir después de unos momentos en silenció. Ella no sabía porque tenía que ser ella quien iniciará aquella conversación cuando había sido James quien le había pedido que caminara con él.
—Honestamente no tengo ni idea de cómo empezar—dijo James, sonriendo tímidamente a la chica.
—Pues encuentra una manera. El tiempo corre, Potter—respondió Diana, rodando los ojos hacia él.
—Supongo que sabes quién es Lily Evans, ¿no?—preguntó James.
—Si. Pelirroja. Gryffindor. Premio Anual—contestó Diana, enumerando lo que sabía de la chica, que no era mucho realmente.
—Así que... Ella realmente me gusta.
—Creo que toda la escuela sabe eso, Potter—lo interrumpió la chica con una carcajada.
—Verdad—James rió nerviosamente—Bueno, este verano he creado un plan que consiste en fingir salir con alguien para ponerla celosa. Eso es prácticamente lo esencial.
A Diana le tomó unos momentos procesar completamente lo que James acababa de decir. Ella lo miró sin comprender y James comenzó a ponerse nervioso.
—Y esa persona con la que pretendes fingir... ¿Soy yo?—preguntó Diana a lo que James simplemente asintió—Eso no explica porque no dejas de molestarme.
—Bueno,-dijo James, frotándose la parte trasera del cuello—pense que si llegábamos a conocernos lo suficiente y nos acercábamos bastante estarías de acuerdo con mi plan.
—¿Por que yo?—fue todo lo que la chica pudo preguntar.
—¿Y por qué no tú?—respondió James, con las cejas levantadas.
—Eso no responde a mi pregunta, Potter—dijo Diana, rodando los ojos.
—Lo sé—aceptó James, sacudiendo la cabeza—Realmente te encuentro interesante, Diana. Sinceramente, pareces bastante misteriosa, o tal vez solo sea porque no te he hablado en los siete años que llevamos aquí. Pero pensé que si iba a elegir a alguien debía ser alguien a quien valiera la pena conocer.
—Digamos, hipotéticamente, que estoy de acuerdo con este plan, ¿que ganó yo?—dijo Diana, después de tomarse unos minutos para procesar lo que Potter había dicho—Obviamente, Lily Evans de alguna manera se dará cuenta de que le gustas y terminareis juntos. ¿Pero que sea yo de esto?
—En realidad, me alegra que hayas preguntado esto. Verás, te he estado observando durante las últimas semanas...
—No es para nada espeluznante, Potter—lo interrumpió Diana, poniendo los ojos en blanco .
—Déjame terminar. Me he dado cuenta de que miras a un Ravenclaw, un tipo llamado Carson Peters—dijo James con una pequeña sonrisa en su rostro.
Diana hizo todo lo posible para contener el jadeo que escapó de sus labios, pero fue en vano. Miró a James con una expresión de sorpresa.
—¿Como?
—Soy muy observador—dijo él, encogiéndose de hombros—Haz esto y se dará cuenta de lo que se está perdiendo.
—Ese es un pensamiento equivocado, Potter. No sabes nada.
—Al menos, piénsatelo, Diana.