Delicadamente, se apartó de mi labios mientras su caliente mano sostenía mi cintura evitando así que pudiese desmayarme en cualquier instante. Mis ojos se abrieron con sumo cuidado encontrándose de nuevo en sus cristalinos ojos azules que tanta felicidad traían a mi ser. Tras una sonrisa por su parte tras mirarme morderme el labio inferior, rodeó toda mi cintura con ambas manos y juntó su frente con la mía. El gesto fue inesperado así que un pequeño grito salió directamente desde mi garganta para acabar en una tonta risa de enamorada, a la vez que llevaba mis manos alrededor de su cuello.
-Estas preciosa. ¿No te lo he dicho antes? -Susurra mientras sus manos hacían círculos en mi cintura.
-No lo has dicho, pero, tampoco lo estoy. -Digo acariciando su cuello sin poder dejar de sonreír un solo instante.
-Yo siempre tengo razón en estas cosas. -Comenta bromeando mientras deja un fugaz beso en mis labios.
De nuevo una risa tonta por mi parte.
-Dani, nos está mirando la gente. -Digo a pesar de que no me importase demasiado.
-Es que somos cómo dos astronautas, si nos entra la risa, todo el mundo nos mira.
Recuerdo el modificado verso de la canción y mi corazón da un vuelco, literalmente...
-Pero... no nos están mirando por la risa, es lo que cambia.
Este comentario provoca la pequeña risa de Dani que se separa de mí unos instantes y toma mi muñeca adentrándonos a ambos en el Retiro. A la par que comenzamos a caminar y de una forma nada discreta, aunque sí tímida, desliza su mano hasta la mía y entrelaza ambos dedos. Evito el ponerme a reír cómo una idiota, pero mi sonrisa me delata. Caminamos hasta el pequeño lago, y nos adentramos en las grandes columnas que contienen la estatua de Alfonso XII y mi espalda da con una de aquellas gigantescas columnas, frías a la par que solitarias, cómo el parque entero. Las pequeñas luces brotan de la nada haciendo que pueda ver el rostro del chico, nadie ocupa la zona en esas horas, y mucho menos en esas fechas, tan sólo un par de turistas que no se percatan de nuestro encuentro.
-¿Aquí ya no nos mira nadie? -Dice mientras toma mis manos y las pone en sus hombros.
-No podría vernos nadie ni aunque quisiera. -Respondo riendo mientras él juguetea con un mechón de pelo rizado.
-Estas más guapa con el pelo rizado. -Objeta mientras suelta el mechón tras varios segundos examinándolo minuciosamente.
-Algo me han dicho. -Recuerdo aquellos comentarios de mis amigos.
-No se han equivocado. -Esta vez su mano toma mi mejilla...
Ahora es cuando me despierto, ¿no? ahora es cuando el despertador hace que vuelva en mí y recuerde que todo esto no es real, es tan sólo un sueño. Un maravillo y especial sueño del que sin duda me despertaré, ¿verdad?
-¿Estas bien?
No. No es mucho menos un sueño, todo en aquella situación es real. Todo.
-Sí, perdona. Es sólo... que no parecía real. Todo esto. -Respondo algo tímida.
-Supongo que la duda podría surgir, pero te aseguro que esto es real. Si no... podemos comprobarlo de esta manera...
-Dani que vas a...
No puedo continuar hablando ya que el chico adentra las manos bajo mis rodillas y me coge en brazos corriendo hasta los pequeños barrotes del lago.
-¡NO, DANI! ¡PARA! -Grito comenzando a reír a carcajadas.
-Siempre puede ser el agua quién decida.
-¡VALE, VALE! ¡ES REAL, ES REAL ES JODIDAMENTE REAL!
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(Des)Aparecer - Dani Auryn
أدب الهواةFanfic. ¿Que harías si aquella persona que tan lejana parece... apareciese en tu camino, en tu vida? Amaya, una Auryner de 17 años, jamás pensó que todo aquello fuese a ocurrir. De hecho, en ningún momento llegó a pensar, que su historia fuese real...