𝘀𝗲𝘅𝘆 𝘀𝗮𝗱𝗶𝗲 ↝ 𝙩𝙝𝙚 𝙗𝙚𝙖𝙩𝙡𝙚𝙨

22. Please Mr. Postman

Sadie

Habían pasado solo 10 días, y yo ya extrañaba a Ringo como una loca. Tanto que esperaba al cartero todas las mañanas en la puerta, para ver si mi novio me había escrito o no.

- ¿Ya estás en la puerta otra vez?.- preguntó John
- ¿Tienes algún problema con ello?-
- Entra viento al cuarto, Sadie.-
- Que bien, así se va el asqueroso olor que tiene este lugar.- respondí.

Él tan solo suspiró y entró al cuarto de nuevo.

Por si no lo expliqué antes, lo hago ahora. Nosotros vivíamos en la parte de atrás de la pantalla de un cine que le pertenecía a Bruno Koschmider, nuestro empleador. Esta parte de atrás tenía una puerta que era algo así como una salida de emergencia, solo que estaba cerrada con llave la mayoría del tiempo, pues vivíamos en un lado de Hamburgo un tanto inseguro.

- Toma Sai.- Pete me dio una taza de café y un pan. - Cómelo todo, eh.-
- Lo prometo.-

Pete comenzó a ser un poco más amigable conmigo, y la verdad lo agradecía, no quería tener mala onda con nadie.

Seguía sentada en los escalones de afuera que dan a la puerta. Hasta que vi llegar a Hans, el cartero.

- Guten morgen, Sadie.- me saludó
- Guten Morgen, Hans.- saludé- Hast du einen Brief für mich? (¿Traes carta para mí?)-

Nunca tuve un muy buen alemán, pero hacía lo que podía.

- Ja, ein Brief von Richard Starkey. (SÍ, una carta de Richard Starkey)- dijo entregándomela. - Er ist dein Freund? (¿Es tu novio?)-.

Sonreí.

- Ja  (Sí)- respondí- Auf Wiedersehen Hans, danke, dass du nicht aufgehört hast, damit ich mich besser fühle. (Adiós Hans, gracias por no parar de hacerme sentir mejor).-
- Gern geschehen, Sadie. (De nada, Sadie).-

Entré al cuarto para leer la carta de Ringo

Querida Sai:

Hemos estado bastante ocupados, ¿¿Quién diría que en una ciudad como Berlín les podrían gustar tanto las viejas canciones de los marinos de Liverpool?.
Bueno, no me quejo la verdad, la paga es buena, tan buena que me ha alcanzado para regalarte unas cosas a ti y a mi madre. Ya te llevaré tus regalos allá, pero por ahora quiero que tengas ese autógrafo que conseguí de Carl Perkins en un restaurante de por aquí, sé cuánto te gusta a ti y a George (por cierto, mándales saludos a él y a todos).
La verdad me gusta tener dinero, pero cada vez me aburre más tocar con los Hurricanes, esta banda no es tan de mi estilo.

Bueno, no te atormento más con mis problemas cariño. Te quiero, no olvides comer y descansar.

Tuyo siempre
Ringo.

Sonreí luego de leer la carta para buscar el autógrafo.

- ¡George!, ¡Mira lo que me mandó mi novio!-

Comencé a presumir del autógrafo.

- ¡No te creo!, ¡Sai, ese hombre te ama!-

Ese día no pasó mucho durante la mañana, simplemente estuve en la tienda del señor Koschmider haciendo el inventario, otra vez.

Lo interesante de aquel día pasó en la noche.

Mientras los Silver Beetles tocaban, noté a una chica joven y rubia que movía la cabeza y se mostraba entretenida con la música. Como no tenía amigas en Hamburgo decidí acercarme a ella para hablar.

Así fue como conocí a Astrid.

- ¿Así que fotógrafa?, ¡Que genial!, a mi me encanta la fotografía pero nunca pude aprender lo suficiente.-
- Pero aún puedes aprender, yo te puedo enseñar si quieres, además te podría sacar unas fotos, ya que eres modelo.- dijo ella

Le sonreí.

- Me encanta esa idea, porque hace muchos meses que no trabajo siendo modelo.-

De pronto los chicos habían terminado.

- Ven, te presentaré a mis amigos.-

La lleve hacia los camerinos, y ahí la presenté.

- Chicos, ella es Astrid, es fotógrafa.-

Todos comenzaron a hablar con ella, pero había una persona con la que hizo muchas mejores migas.

Y así fue como fue como Stuart conoció a Astrid.

Y así fue como pasó a ser parte de nuestras vidas, tanto ella como su bohemia.

Creo que muchísimas cosas se las debo a Astrid, a pesar de que no fuimos tan cercanas después de que me fui de Hamburgo. Finalmente ella fue la que me convenció de casarme con quien es ahora mi esposo.

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Holi, voy a intentar arreglar los errores de tipeo que tiene la historia, por si acaso uwu.