Sadie Jones, la modelo, actriz, cantante y una de las más grandes musas de The Beatles. Su vida no fue ni es fácil, marcada por la violencia, los abusos, las adicciones, el machismo, el arte, el amor, las pasiones y la bohemia. En este libro, ella n...
- Va bene cara mia, quello che vuoi(está bien querida, lo que tu quieras).- dijo mi planificadora de bodas, Chiara, exasperada.
En eso, entró Patrick.
- Dios mío, ¿Qué pasa aquí?,tutto bene?(¿Todo bien?).- Le preguntó a la mujer.
- Tutto bene? tutto è un cazzo, la tua modello è impossibile. (¿Todo bien?, todo es una mierda, tu modelo es imposible.)- gritó Chiara
Patrick la miró confundido, en lo poco de tiempo que llevábamos en Italia él solo había aprenido a decir hola y preguntar si estaba todo bien.
Chiara era una buena persona, podría decir que hasta nos hicimos muy buenas amigas en las dos semanas que llevábamos en Italia; el gran problema es que ambas teníamos un ego y una personalidad muy fuerte, y yo sabía más italiano del que ella quisiera.
- Ti avverto che capisco perfettamente tutto quello che dici, Chia (Te advierto que entiendo bien todo lo que dices, Chia)-
Ella me miró, suspiró y sonrió.
- Esta bien, lo siento.- dijo con el mejor inglés que pudo- Tienes que entender que traer tulipanes a Milán no es tan fácil.- - Lo entiendo, pero es el día de mi boda, aún no tengo un ramo y te contraté precisamente para que esto no pasara.- dije - Veré como conseguir un ramo de tulipanes.- dijo - Y que sea rápido, quedan dos horas para la ceremonia.- dijo Patrick.
Chiara salió casi corriendo de la habitación.
- Vaya, entre ustedes dos las escenas de divas son demasiado frecuentes.-
Reí y miré por la ventana. Cientos de fotógrafos y otros cuantos fans estaban en la recepción del hotel en el que nos habíamos quedado.
- Han venido todos.- dijo Patrick- John y Yoko, George y Ringo con sus noviecitas.-
Reí ante el comentario de Patrick.
- Maureen también vino con su esposo, y Astrid llegó hace unas horas.-
Me alegré de escuchar aquello. Maureen por fin se había podido separa de Ringo, y había encontrado a alguien que la amaba con locura y Astrid se había mudado a su propio departamento en Londres, por lo que no la veía tan seguido pues aquel año hice muchas giras por Europa, acompañada, por supuesto, del pequeño James.
- Bien, ¿Star y Circe siguen alistandose?- - Sí, pero no te preocupes, las verás a penas salgamos.-
Asentí y me senté frente al espejo, otra vez con un vestido blanco.
- Levantante y posa.-
Accedí a lo que Pat me dijo.
- ¿Ahora para que resvita será?- - Pará ninguna, si alguien quiere una foto de tu vestido, no la tendrá en exclusiva, esa la tendrás tú el resto de tu vida.-
Sonreí y posé.
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