EL EXPRESO DE HOSEOK • Vhope

❖ 17 ❖

–¡Yo no tengo prejuicios! –protesté, incapaz de controlar mi reacción airada.

En ese momento nos envolvía la oscuridad. El cielo estaba brumoso y tenía un tono rosa grisáceo. A nuestro alrededor solo se veían las siluetas de unos árboles enclenques y pelados, como manos huesudas que emergían del suelo. El ulular solitario del viento recorría todo y las sombras de las casas se proyectaban sobre el suelo.

–Verás –dijo Taehyung, resistiéndose a dejar aquel molesto jueguito–, ¿Cómo sabes que en su tiempo libre no son voluntarias del servicio de emergencias? A lo mejor se dedican a rescatar gatitos o se encargan de la gestión de algún banco de alimentos...

–Por que sé que no lo hacen –repuse, y lo adelanté. Al hacerlo, resbalé, pero logré enderezarme–. En su tiempo libre van a depilarse.

–¡Eso no lo sabes! –me gritó desde atrás.

–Es algo que no tendría que explicarle a Jungkook –dije–. Él lo entendería enseguida.

–¿Sabes? –contestó Taehyung con tono envidioso–, con todo lo maravilloso que dices que es ese tal Jungkook, ahora no me impresiona tanto.

Ya había tenido suficiente. Me di vuelta y empecé a desandar el camino, dando pasos firmes y decididos.

–¿A dónde vas? –me preguntó–. ¡Oh, vamos!

Él intentó restarle importancia al asunto, pero yo me había hartado. Pisaba con fuerza para no perder el equilibrio.

–¡El camino de regreso es demasiado largo! –Salió corriendo para alcanzarme–. No te vayas. En serio.

–Lo siento –respondí, como si en realidad no me importara mucho–. Creo que sería mejor si...

Se oyó un ruido. Un ruido nuevo, distinto del ulular del viento, de los chapoteos de los pasos sobre el suelo húmedo, de las pisadas en la nieve y del hielo. Era como un chisporroteo, como el crepitar de un tronco ardiendo, lo que, teniendo en cuenta el frío, resultaba del todo irónico.

Ambos frenamos en seco. Taehyung me lanzó una mirada de alarma.

–No te muev...

Entonces la superficie sobre la que nos encontrábamos se hundió.