Después de varios días entrenando con el equipo, y de que las cosas vuelvan a retornar a la normalidad, el equipo de Franky tiene hoy su primer partido. No esperan perder, ya que el equipo al que se enfrentan son gente que sólo se ha apuntado al torneo para pasar el rato. En estos días la amistad entre Dani y Franky a avanzado mucho. Suelen estar casi siempre juntos en entrenamiento, y fuera de el. Bromeando la mayoría del tiempo. Tampoco es que Franky salga mucho de su casa, suele gastar su tiempo en entrenar o en estar en la plaza con los demas comiendo pipas, mientras se consumen las horas. Y aunque el mismo no lo admita, la vuelta a su ciudad no está siendo tal y como esperaba. Le es inevitable pensar que cualquier día tonto se puede cruzar con Áfrika, y eso es algo que le hundiría de nuevo. Mas si cabe si lo ve con ese nuevo novio que dicen que tiene. Y no lo entiende, ¿tan fácil ha sido para ella olvidar todo lo sucedido? En su mente no entra que en un par de semanas Áfrika pudiera olvidar todos esos meses juntos, el aborto, las promesas, a él. Quizás el la amó de una manera que ella solo pudo demostrar con palabras, y realmente nunca fue tan especial para ella como pensaba. Y no era justo, después de 4 meses aun no había conseguido olvidar su dulce sonrisa, ni la forma en la que besaba, o hacía el amor. A diferencia de ella, que no necesitó más que un par de semanas para cambiar de boca los besos. Sin embargo él no quería verse en otros labios. No quería ni imaginárselo. Sería muy extraño besar a otra chica que no fuera ella. Después de tantas promesas, no tendría ningún sentido hacer eso. Engañar al corazón durante un rato con un par de besos que no saben a nada que sacie al alma. Sus amigos insistían en lo típico de que un clavo saco a otro clavo. Pero Franky nunca encontró sentido a esa frase, ya que otro clavo tan solo puede hacer otro hueco en otra parte de tu corazón. Y tu, estúpido, que creiste que eso sería la morfina para calmar a tu corazón, acabas dañado por dos personas. Causando mas dolor del que tenías al comienzo. Mejor era poner un parche en el hueco que había dejado ese clavo, y esperar que aguante. Que ese parche no caiga. No era la primera vez que recurría a este método. Ya dicen que el tiempo es sabío, y que todo lo cura. Que con el tiempo todo acaba por dejar de doler, o de importar. Pero tiempo precisamente era todo lo que no tenía. Así que a fin de cuentas se encontraba en una encrucijada, esperar a que el parche aguantara, y junto al tiempo ayudará a olvidar a Áfrika, o rendirse y asumir que nunca podría olvidarla, y que tan solo encontraría alivio en la tristeza de encontrar paz besando otras bocas, que al menos calmen durante un rato el dolor eterno que causaba en él la pérdida de quien Franky pensaba que era el amor de su vida.
Pero no todo es negativo, ya que Ana, la chica que había conocido hace poco, le llamaba bastante la atención. Desde aquel día que fueron presentados suelen tontear bastante cada noche por whatssap. Se quedan hasta muy tarde hablando. Las cosas sin embargo, son algo más frías en persona. Franky es algo pasota con ella, y no es que le haga mucho caso. Aunque le llama la atención, ya sea por miedo a lo anteriormente dicho de que un clavo saca a otro clavo, no interactúa mucho con ella. Pocas palabras, y solo el esfuerzo de sentarse en el banco lo más juntos posibles. Ana se dirige cada tarde a la plaza o a entrenamiento solo para poder verle. Cada tarde se viste lo mejor posible, siempre con su pelo alisado, y oliendo a su mejor perfume. Riendo cada broma que hace Franky, y dedicándole un millón de indirectas por twitter. Pero ni así. Los amigos de la plaza, en especial Dani, le dicen que tenga paciencia. Que no se lo deje de currar cada día. Que Franky no era el típico niño, y necesita tiempo para dar un paso hacía adelante. Y mas ahora, que hace poco que había vuelto a la ciudad. Que una de las cosas más difíciles estaba ya hecha, que era llamarle la atención. Lo demás tarde o temprano debería de llegar. Ella asentaba siempre con la cabeza cabizbaja, como quien no se rinde solo por orgullo. Dani sabía que Franky tampoco jugaba limpio, y no era justo que le creara ilusiones cada noche, y luego al llegar la tarde ignorase cualquier intento de Ana por llamar su atención. Así que le propuso que fuera a animar al equipo en el primer partido, y que al terminar este, le propusiera a Franky pasar un rato a solas. Que el se encargaría de él, que haría todo lo posible para que Franky aceptará.
ESTÁS LEYENDO
Destino por casualidad.
RomanceContinuación de mi anterior libro titulado "Gritándole al silencio." En esta ocasión Franky se enfrenta a intentar recuperar la rutina que tenía antes de su relación fallida con Áfrika. Celos, nuevos romances, viejos amigos, y un pasado que no consi...