Capítulo 13.

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A lo lejos, sentada en un banco, se ve a Ana. Tan guapa como siempre, mirando al infinito con una media sonrisa. Su mirada todavía no se ha percatado de la presencia de Franky. Y es que Franky desconoce porque en su interior las mariposas vuelan sin razón aparente. Quiere andar hacia allí, pero sus pies parecen anclados al suelo. Haciendo un esfuerzo inconmensurable, consigue andar a pasito lento hasta un banco que se situaba justo al lado del que estaba sentado ella. Ana todavía no se había dado cuenta de la presencia de él, ya que seguia absorta en su propio mundo. Él, por su parte, clavaba sus pupilas en ellas, intentando pellizcarla con su mirada para que se diera cuenta de que había llegado. Dejó en aquel banco la mochila que llevaba, y haciendo algo de ruido para que ella mirase. En un acto reflejo de ella, por fin lo miró, pero ambos apartaron la vista muy deprisa. Él con una sonrisa, y ella roja de la vergüenza.

Franky: ¿No me vas a decir nada? (Ríe.)

Ana: Uf, no se qué decirte .. (Dijo muy nerviosa.)

Franky: Anda ya, ¿tengo que enseñarte que es lo que me tienes que decir?

Ana: Sorpréndeme. (Sonríe.)

Franky: Mira, te acercas a mi y me dices algo así como: "Que guapo estás Franky, y que de tiempo que no te veía. Ven que te de dos besos en la cara". Asi se me saluda. ¿Has visto que fácil?

Ana: ¿Puedo probar a intentarlo de nuevo?

Franky: Venga, pero lo que yo te he dicho.

Ana: Que feo estás Franky, y que de tiempo sin verte. Ven que te escupa dos veces en la cara. (Ríe.)

Franky: Yo también te echaba de menos, idiota. (Va hacia ella, y le da un abrazo fuerte.)

Ana: Tonto, me han dicho que te caíste hace poco con la moto.

Franky: Pues si. Pero ya estoy bien, no fue nada.

Ana: ¿Como te caíste? Torpe.

Franky: De torpe nada. Es que mira, resulta que fui a la playa. Pero no vi el tiempo que iba a hacer. Entonces estando allí, se puso a llover. Y como también empezaron a caer relámpagos, me asuste, y aceleré más, con la mala suerte de que frené en un charco, y me caí. Pero ya estoy bien.

Ana: Menos mal que no fue nada grave. Que te podía haber ocurrido cualquier cosa mala, no sé, arreglarte la cara esa de feo que tienes.

Franky: Bueno, si. Pero por suerte aun me parezco a ti, así que todo correcto.

Ana: También me contaron que hiciste las paces con tu ex, y que te peleaste con Dani.

Franky: ¿Quieres que te cuente?

Ana: Claro, empieza por lo de tu ex. Que me pica más la curiosidad.

Franky: Pues cuando me caí con la moto fue la que me ayudo. Es raro, pero ella pasaba por allí, y no dudo en ayudarme. No sé, me cuidó y se preocupó por mi. No me lo esperaba de ella, y aunque me puse serio y borde, finalmente la perdoné. No se puede estar enfadado con alguien a quien quieres.

Ana: Pues no. ¿Pero vosotros que sois ahora?

Franky: Colegas. Hoy he estado con ella, y bien.

Ana: ¿Quedáis?

Franky: Nos hemos visto un poco, no es que quedemos. Pero no sé, parece que ha cambiado.

Ana: ¿Tu la quieres?

Franky: No sé si esa es la pregunta correcta.

Ana: ¿Por?

Franky: Quiero decir que si la quiero. Pero tu quieres saber si quiero estar con ella, ¿no?

Destino por casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora