~Capítulo 27~

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¡Hola lectores! Feliz 14 de Febrero, día del amor y de la amistad. Que bien se siente actualizar justo en este día especial. ❤

¡Disfruten!

*-*-*-*-*

Jack parecía no poder quedarse quieto, sus manos golpeaban sus muslos suavemente a un ritmo constante mientras miraba alrededor del parque. Aquel día, el clima era más cálido e incluso tenía su chaqueta abierta, uno de los cordones se hallaba entre sus labios, siendo mordido con ímpetu.

Jamie se paró a su lado, tratando de que se quedara en un solo lugar.

- Siéntate chico. – ordenó el castaño. Jack le dio una mirada sin humor y el otro sonrió. – ¿Dame la patita?

- En caso de que no lo hayas notado, no soy un perro. - dijo Jack sin emoción. Volvió a recorrer rápidamente el parque con la mirada, balanceándose sobre sus talones.

Jamie soltó una risa suave y apartó la cara hacia otro lado mientras hablaba.

- A mí me pareces más a un perro en celo.

Ambos estaban esperando a Hiccup y Astrid, ya que todos habían acordado reunirse ese viernes después de la escuela, una oportunidad de ver a Jamie por última vez antes de que se fuera de viaje con su familia durante esas vacaciones. No hace falta decir que él mismo también estaba emocionado, pero sabía ocultarlo a diferencia de Jack, que prácticamente rebotaba de un lugar a otro.

Sus ojos color zafiro captaron unos desordenados mechones de cabello castaño conocidos y su rostro tiró de las esquinas de sus labios hacia arriba, formando una sonrisa.

- Ahí están. - Jack anunció alegremente.

Desde la distancia, Hiccup levantó una mano y Astrid también, ambos saludando mientras se acercaban. Astrid susurró algo a su amigo y él le dio un codazo, pero estaban demasiado lejos para que Jack los oyera, sea lo que sea que ella dijo hizo que Hiccup se sonrojara.

- Hola – dijo el muchacho de ojos verdes.

Jack sonrió.

- Hola.

Se miraron el uno al otro, lo notaran o no. Finalmente, Jamie tosió con fuerza, rompiendo su trance. Se acercó a Astrid poniéndose de pie, aparentemente lo más cerca posible de ella, sus manos se rozaron con el menor movimiento. Hiccup vio cómo sus dedos se entrelazaban entre sí, sin ni siquiera un toque de torpeza y de repente estaban tomados de la mano como si nada estuviera pasando.

- ¿Por qué no nos sentamos? - Preguntó Jamie, señalando con la cabeza uno de los bancos cercanos.

Hiccup asintió y lo siguió caminando tras él, Jack a su lado. Sus propias manos se sentían frías y vacías ante el clima invernal. “¿Deberíamos tomarnos de la mano? Quiero decir, ni siquiera hemos ido a una cita… Pero lo haremos la semana que viene”, el chico de cabello castaño trató de aclarar sus pensamientos.

Imaginando que Jack probablemente no querría tomarse de las manos, las metió en los bolsillos de su chaqueta y las cerró en puños. Para su sorpresa, el adolescente mayor logró meter una mano en el bolsillo derecho de Hiccup sin dar una advertencia. Sus dedos avanzaron hacia su propia mano y lucharon por acomodarse, pero finalmente sus manos se entrelazaron. Su corazón estaba a punto de estallar.

Jack lo miró para luego hablar con suavidad.

- Lo siento, pensé que tenías las manos frías. - murmuró con indiferencia. “No sé de qué otra manera decirte 'quiero tomar tu mano'. Si hubiera puesto play a esa canción de los Beatles no tendríamos este problema.”

Just a Two Strangers In A CrowdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora