~Capítulo 39~

106 17 6
                                    

¡Hey! ¿adivinen quien volvió con otro capítulo?, así es, yo. Volví a mis clases universitarias. Como sea, espero les guste este capítulo. 😁

¡Disfruten!

*-*-*-*

- Así que recuerda, hoy después de la escuela te recogeré e iremos a fisioterapia. Dijeron que tu pierna (la prótesis, por supuesto) debería de estar lista dentro de una semana y que te enseñarán cómo ponértela. - Estoico arrancó el auto, conduciendo por la calle, mientras Hiccup se encontraba en el asiento del pasajero. Parecía que el hombre mayor ya no iba a dejar que su hijo caminara desde su casa hasta la escuela. Sólo se movilizaba en el vehículo de Estoico, sobre todo desde que el Viejo Wrinkly se había ido a su propio hogar, aunque a Hiccup le dolió verlo irse. - Tal vez este fin de semana podamos ir a esa tienda de artesanías que te mencioné y preguntar sobre el marco. - Hiccup estaba un poco más contento, puesto que a su padre le encantó la pintura que hizo. De hecho, comenzó a llorar cuando la vio y exigió que la enmarcaran y la colgaran en la sala de estar. - Y asegúrate de darle a la escuela todos los documentos médicos para que entiendan toda la situación.

- Sí, lo entiendo papá. – Hiccup rodó los ojos, pero aun así sonrió levemente. Pasaron junto a Astrid, que caminaba en dirección a la escuela y él la saludó haciendo un gesto con la mano, pero ella no lo vio. Una vez que llegaron a la escuela, Hiccup se desabrochó el cinturón de seguridad. Estoico parecía nervioso y estaba a punto de bajar para ayudarlo. – Tranquilo; son sólo unos pocos pasos hasta las puertas de la escuela. No voy a caerme. – “Aunque no prometo nada.” - Te veré después de la escuela papá.

Estoico asintió con rigidez.

- Te quiero Hamish.

Hiccup se despidió de él con la mano, saliendo del vehículo y acomodando sus muletas, para luego alejarse un paso del auto.

- También te quiero papá. - Cerró la puerta de golpe y avanzó unos metros para demostrar que estaba perfectamente a salvo. Estoico se alejó lentamente, tocando la bocina al pasar junto a Astrid. Ella lo saludó con la mano y corrió hacia Hiccup, inclinando la cabeza. – Todavía está paranoico y piensa que si doy un paso sin que él mire, perderé otra pierna.

- Eso parece. – la rubia se rió. – Entonces, ¿estás seguro de que vas a poder aguantar el día de hoy? ¿Sabes lo crueles que pueden ser algunas personas de aquí? – Ambos subieron las escaleras y cruzaron las puertas de la institución. Ella estaba vigilando a Hiccup para asegurarse de que estuviera bien en todo momento. No era como si Jack la hubiera llamado y le hubiera rogado que lo hiciera, no, por supuesto que no.

- Si Patán no tuvo las agallas para meterse conmigo, entonces dudo que otros lo hagan. – El castaño señaló la oficina donde la escuela se ocupaba de la mayoría de trámites administrativos. - Necesito dejar algunos papeles y recoger unas cosas.

Astrid asintió y le sostuvo la puerta cuando entró. La secretaria, o cualquier título que ella tuviera, pareció afligida cuando Hiccup se acercó cojeando al escritorio.

- Buenos días señora, estoy aquí para darle unos papeles. - Le dio a Astrid sus muletas para que las sujetara, mientras él se apoyaba contra el mostrador y se las arreglaba para abrir la cremallera de su mochila, sacando los papeles. La mujer todavía estaba boquiabierta cuando los deslizó sobre el escritorio. - Y me parece que también me iban a dar las llaves del ascensor, o al menos eso es lo que dijo la escuela cuando mi padre llamó. – “Vaya, si así es como los profesores me van a mirar, no puedo esperar a ver como lo harán los estudiantes.”

- C…Claro, por supuesto. Sentimos mucho tu pérdida. – La mujer buscó a tientas en su escritorio y algunas cosas se cayeron. Cuando finalmente encontró las llaves, se aclaró la garganta, parecía que ya se había calmado. - Recuerda, tú eres responsable de estas llaves y serás castigado si las usas para realizar algo relacionado a una mala conducta. – Ella guardó los papeles y lo miró. - Si hay algo más en lo que la escuela pueda ayudar, no dudes en comunicarte conmigo o con cualquier otro empleado.

Just a Two Strangers In A CrowdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora