~Capítulo 26~

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¡Hey! El día de hoy el capítulo es algo corto, pero hay un asunto importante en él. El siguiente ya está en proceso. 😊

¡Disfruten!

*-*-*-*

Jamie arrojó su maletín de deporte sobre su hombro. Jack lo seguía con otro café en la mano.

- ¿Vas a hacer de esto un hábito todos los lunes? Si es así, recuérdame que conduzca yo solo de ahora en adelante, no me necesitas aquí. - Jack gimió cuando entraron al gimnasio. Ambos estaban agradecidos por el aire cálido que soplaba suavemente en sus rostros, derritiendo el frío de su piel.

- Oh, por favor, ¿qué te estoy quitando además de unas pocas horas de sueño? – Jamie respondió y se dirigió a los vestidores, pero Jack se quedó en su lugar de pie. - ¿Vienes? - Señaló la puerta detrás de él, esperando.

- No, no después de lo que pasó la última vez. - se estremeció Jack. – Nos vemos escaleras arriba. - “Preferiría no ver más profesores desnudos, gracias. Uno es suficiente para marcarme de por vida.”

Ambos asintieron el uno al otro y Jack subió las escaleras arrastrando los pies.
No le importaba levantarse temprano, pero sentía que ir al gimnasio era una pérdida de tiempo. No necesitaba músculos; Hiccup no pensó que él necesitara nada más, al parecer le gustaba tal como era. Por un momento su corazón dio un vuelco y sonrió para sí mismo, sacudiendo ligeramente la cabeza cuando finalmente llegó a la sala superior.

Estaba elevada sobre la cancha de baloncesto de abajo y había una sección lateral con todas las máquinas de ejercicio que Jack nunca supo que existían. Se sentó en una máquina que parecía que podría arrancarte los brazos de hacer demasiado esfuerzo y tomó un sorbo de café, quitándose su chaqueta. Algunas personas estaban corriendo en la cancha ese día y él las miró, descubriendo que no había nadie interesante de todos modos.

Jamie finalmente se acercó, cambiado y listo para ejercitarse. Corrió hacia Jack y no tardó en poner en marcha la música en su iPod, con los audífonos colgando sobre su hombro izquierdo.

- Así que, ¿solo te vas a sentar aquí? - Preguntó, sin siquiera mirar hacia su amigo.

Jack se inclinó un poco hacia atrás, sosteniendo su café con serenidad, antes de responder.

- Sí, ese es mi plan, además; no necesito hacer ejercicio para mi novia. - Jamie finalmente miró hacia arriba y frunció el ceño. - Dime, ¿cómo fue todo el viernes? ¿Ustedes dos se besaron? ¿Debería esperar una invitación pronta para su boda? ¿Futuros niños?

Suspirando, el otro dejó de jugar con su dispositivo tecnológico y miró a Jack.

- Fuimos al cine, nos tomamos de la mano durante la película y luego la llevé a casa. - Jamie trató de mantener su voz lo más monótona posible, fingiendo mantener la calma. - Tan sencillo como suena.

- ¿Pero la besaste?

- Sí Jack, lo hice porque eso es lo que haces con alguien que te gusta. - Jamie rodó los ojos, sus pecas comenzaron a esconderse detrás de un evidente sonrojo. Jack se dio cuenta de que realmente a su amigo le gustaba Astrid; por lo general, Jamie nunca salía con chicas manteniendo una perspectiva completamente seria. - Hablando de eso, ¿cómo te fue con la prueba cinco? - Comenzó a estirar brazos y piernas. - ¿Pasaste o no pasaste?

El otro adolescente pasó una mano por su cabello blanco, sonriendo.

- Creo que deberías darme una A+ - dijo Jack. “¡De verdad me merezco una calificación sobresaliente!”, pensó para sí mismo; Jamie arqueó una ceja, sin saber a qué se refería. - Me las arreglé para besarlo y tengo una cita con él durante las vacaciones de Acción de Gracias. - Sonriente, tomó un sorbo de su café y alzó las manos en señal de triunfo.

Just a Two Strangers In A CrowdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora