Just a Two Strangers In A Crowd

~Capítulo 15~

Este capitulo fue interminable, o al menos así lo sentí. 😅 ¿Pero les debo más contenido no?

¡Disfruten el regalo de navidad adelantado!

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Hiccup no había dormido durante casi veinticuatro horas, pero finalmente logró conciliar el sueño el viernes por la noche a las tres de la mañana. Estaba tan asustado por la visita de Jack que apenas podía concentrarse en las tareas más mínimas. Realmente, lo único que parecía hacer correctamente era dibujar, pero hasta en ello se sentía inestable. Incluso caminar parecía una tarea ardua mientras arrastraba los pies penosamente por la escuela, tratando de evitar las miradas que la gente le dirigía debido a su moretón.

Estoico eventualmente lo notó y lo interrogó, en una noche extraña en la que acompañó a su familia en lugar de estar ocupado en el trabajo. Hiccup le dio la excusa que les dio a todos. Baloncesto. No hace falta decir que Estoico lo miró con decepción, probablemente por el hecho de que su hijo no podía atrapar una pelota correctamente y simplemente volvió a su trabajo. Sin preguntas. Sin problemas.

Finalmente era sábado por la mañana e Hiccup gimió, dándose la vuelta para comprobar la hora. Quería levantarse temprano y asegurarse de que todo estuviera en orden antes de que llegara Jack. Mientras leía la hora, el corazón se le subió a la garganta y prácticamente se cayó de la cama. ¡¿Su alarma no sonó?! Ya eran cerca de las diez y todavía necesitaba ducharse y todo lo demás. Ah, y había tanto que hacer.

Saltando de la cama, se apresuró a meterse en la ducha. Frotó cada centímetro de su cuerpo e incluso se aseguró de darle un cuidado extra a su cabello, esperando que lo obedeciera. Salió y maldijo en voz alta al darse cuenta de que se había olvidado de traer la ropa.

- Esto no puede estar pasando. - murmuró. Saliendo con cautela al pasillo, se aseguró de que no hubiera nadie antes de correr a su habitación.

La noche antes, Hiccup escogió la ropa a la perfección para que pareciera que se esforzó, pero no demasiado. Aunque se esforzó más que nunca. Pero ahora, mientras miraba alrededor de su habitación, las prendas no estaban.

- No, no, no - dijo en voz baja. Cuando notó que también el cesto de la ropa sucia no estaba, frunció el ceño. - Mamá. - Con la toalla envuelta con fuerza alrededor de sus delgadas caderas, respiró hondo y salió al pasillo.

Al bajar las escaleras escuchó el sonido de una conversación en la cocina, los vasos tintineando contra el mostrador. Toothless probablemente todavía estaba comiendo, y charlando con su madre. Hiccup corrió hacia la cocina, pero por supuesto, el destino era muy cruel. Con su piel todavía húmeda por la ducha y el piso de baldosas de la cocina yendo en su contra, solo había un lugar al que podía ir.

Y eso fue abajo.

Se estrelló contra el suelo, afortunadamente la toalla se quedó en su lugar, y gimió. Escuchó el inconfundible sonido de la risa de Toothless y el jadeo maternal de Val. “Parece que hay más moretones para añadir a la colección”, pensó con amargura. Frotó cada miembro de su cuerpo para comprobar si estaba bien, finalmente comenzó a moverse. Mientras se sentaba, se frotó la parte de atrás de la cabeza, estaba tratando de concentrarse en las personas frente a él.

- Oh Hiccup, ¿estás bien? - Val lo ayudó a ponerse de pie, comprobando si su delgado cuerpo estaba dañado.

Hiccup negó, queriendo cambiarse lo más rápido posible.

- ¿Dónde está mi ropa? La dejé en el suelo anoche. - Se frotó los ojos, tratando de deshacerse de las estrellas que estaba viendo por el golpe.