Asedio inminente
En una vida en pareja, hacer cosas por el otro es un detalle que se aprecia. Naruto se volvió diestro con la secadora de pelo, aunque no aprendió por Sasuke, sino por su hermana, pero eso ahora le viene a dar puntos con su novio.
Y Sasuke solo se deja hacer. La primera vez le dio pánico, no confiaba mucho en las supuestas habilidades de Naruto y hasta temió que lo dejara calvo. Superado eso, ahora es habitual confiarle su cabeza a su atolondrado prometido después de un buen baño cuando se queda en su departamento.
—Deberías mudarte conmigo.
Sasuke no desatendió su celular, estaba chateando con su hermano y su madre por separado, y el tema de conversación era su padre.
—Ya hemos hablado de eso, Naruto.
—Sí, sí, tu familia tiene costumbres anticuadas. Aunque no tanto— ironizó para sí mismo —Te dejan pasar la noche conmigo de vez en cuando. Y esta semana eres todo mío.
Ya sabía que el baboso estaría jactándose de eso por varios días, Naruto realmente se sentía orgulloso de haberle ganado, y él no iba a arruinarle los ánimos admitiendo que lo dejó anotar el punto decisivo.
—Itachi me dio condones— comentó sonriendo internamente, mientras que por chat mandó a dormir a su hermano.
—Jajaja ese maldito— bastante divertido volteó a ver la caja medio vacía que estaba en la cómoda de la derecha de su cama —Listo— apagó la secadora y la dejó a un lado en el colchón. Con sus dedos comprobó que hizo un buen trabajo —Esponjoso y suavecito, como gato recién bañado— inhaló su aroma como un puto loco.
—Cállate— le pegó con la almohada que tenía apresada bajo sus brazos.
—Como gato recién bañado— señaló de nuevo, riéndose, mientras Sasuke se terminaba de acicalar el cabello. Le encanta verlo haciendo cualquier cosa, por mínima que sea, Sasuke tiene una elegancia propia que da envidia —Como un gato— pensó de nuevo, sonriendo bobamente.
Así, cuesta trabajo pensar en las cosas que rondan su mente cuando se encuentra solo o dormido. Pero a veces no puede evitar comparar todo.
—¿No viste extraño a mi padre hoy?
Salió de su ensoñación al escuchar la pregunta de Sasuke.
—No, estaba igual de aterrador y sombrío como de costumbre.
—No—terminó de arreglarse el flequillo —Parecía muy pensativo.
—Solo tú podrías notar eso— suspiró, echándose hacia atrás con los brazos extendidos a los lados —Deben ser cosas del trabajo— le restó importancia.
—Quizás— volvió a la cama para recoger las cosas que el flojo de Naruto dejó ahí. No van a dormir con objetos nada convenientes en la cama. Volvió a agarrar la almohada y se la estampó en la cara a su novio —Deja la ropa sucia en la sesta, cochino.
—Eres peor que mi madre.
—Soy tu futuro esposo, es mi trabajo atormentarte.
—Qué lindo suena eso— obedeció la orden todo contento.
Podía imaginar sus días así, compartiendo un hogar con Sasuke, peleando por su desorden, tomando un baño juntos, secar el cabello del otro después, hablar sobre cualquier cosa mientras se preparan para ir a la cama. Calentar sus cuerpos con caricias y besos por la noche, o simplemente acurrucarse y liberar el cansancio del día con un suspiro, dormirse abrazados buscando el descanso y brindando sosiego a sus almas.
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¿Destinos Robados?
FanfictionPuede existir una reencarnación tan exacta, que te permita tener los mismos padres, el mismo nombre, los mismos amigos, y el mismo amor... pero con un destino diferente. Puede suceder, que los recuerdos de tu vida pasada te ayuden a no cometer los m...