¿Destinos Robados?

Capítulo 7

Naruto empezó por el principio como se le pidió. Le contó a Kiara cuándo y cómo fue que empezó todo, el trauma que le causó ese pequeño sueño donde veía a sus padres morir de forma tan trágica. Le incomodó al principio, si bien llevaban un par de meses haciendo esto, nunca quiso ser tan explícito con sus pensamientos, por temor a ser juzgado y terminar en un psiquiátrico, y lo que vendría después de eso.

Ella se mostró seria todo el tiempo, lo escuchó atentamente, y le hacía preguntas con auténtica curiosidad, como si él le estuviera contando una increíble historia y no quisiera perderse ningún detalle para entender todo al cien.

Quizás era así como ella lo tomaba. No se dedicó a interrumpirlo para tratar de explicarle o confortarlo con palabras ya ensayadas para cambiar el contexto de lo que aqueja al paciente. Solo lo estaba dejando irse con la corriente que él mismo creó. Y Naruto no estaba seguro de que ese fuera el protocolo para estas situaciones.

Pero continuó.

—Cuando vi a Sasuke por primera vez fue algo...— se quedó en silencio mirando sus manos quietas en su regazo, ni siquiera podía explicar ese momento —Fue extraño, me dieron muchas ganas de llorar ¡Y lloré!— exclamó entre molesto y avergonzado —Lo hice varias veces, cuando lo miraba por mucho tiempo.

—¿Por qué lloraste?— la sombra de una sonrisita se asomó en sus labios.

—No lo sé. No era tristeza. Estaba feliz por solo verlo, me alivié mucho de saber que estaba bien, con su familia...— en aquel momento no podía identificar sus sentimientos o por qué se sentía así —Pero estaba muy confundido— su voz bajó —Y también hui. Me asustaba mucho. Y cuando me alejaba empeoraba.

—¿Te asustaba que no fuera real?

Naruto asintió con fuerza y se restregó la nariz, sus ojos estaban ardiendo con solo recordar esos momentos.

—Me asustaba despertar un día y estar solo. Sin mis padres, sin mi hermana. Despertar en un mundo donde la familia de Sasuke fue masacrada. Un mundo donde lo único que lo motivaba era el deseo de encontrar y matar a su hermano...

Kiara decidió interrumpirlo, porque eso estaba yendo hacia otro camino, ya no era Naruto sufriendo por sus tragedias pasadas, estaba sufriendo por otra persona. Y está bien si se trata de Sasuke, porque entiende lo importante que es para Naruto, pero no es el punto. Su paciente tiene que enfrentar primero su sombra antes de saltar a la de alguien más.

—Un mundo donde una aldea entera te despreciaba, a pesar de ser un niño inocente. Donde incluso la chica que te gustaba te aborrecía sin ser diferente al resto— le recordó, porque estaba viendo un patrón no muy bonito aquí —¿Por qué te atormentan tanto las desgracias de los demás?

—Son también mis desgracias— se apuntó con coraje. Kiara podía no estar de acuerdo, pero lo dejó desahogarse; la empatía era difícil de encontrar hoy en día —Ahora tengo todo aquello que me hizo falta en ese entonces, pero no siento que lo merezca. Tengo a mis padres, tengo a Sasuke, él tiene a su familia. Tengo a mis amigos aunque sus vidas no se parecen en nada a lo que recuerdo.

—Tu vida no es igual...— rodó los ojos buscando paciencia en la pared de al lado. Descubrió una mancha, o tal vez era un insecto.

—Ese no es el punto— la interrumpió, todavía convencido de que era su deber sufrir por algo que no entendía —Tengo una hermana. Tengo a Karin— se escuchaba incrédulo hasta el tope —Alguien que no tenía ninguna relación conmigo en ese mundo, aparte de que aparentemente ella era una Uzumaki igual que mi madre, pero eso es todo— se inclinó sobre la mesa y puntualizó con un dedo algo inexistente sobre la madera —Ahora es mi hermana menor, y la quiero mucho, pero a veces no puedo evitar verla como una desconocida, y hasta como una amenaza. Y no solo me pasa con ella— susurró culpable arrastrando las manos por su cabeza.