¿Destinos Robados?

Prólogo

¡¡SURPRISE MOTHERFUCKER!!

No me funen, yo los amo💙

Espero que no se hayan olvidado que esta historia existía.

Bueno, vuelve al juego.

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Con solo cinco años de vida no hay mucho de lo que puedas quejarte en serio, y si sucede, queda reducido a berrinches infantiles.

Naruto tenía a sus padres que lo amaban y lo consentían, quizás demasiado. Kushina generalmente estaba en casa, trabajaba en un libro de superación personal, que, esperaba tuviera la oportunidad de compartir con el mundo; su infancia y sus raíces son un tema oscuro, casi a la par con las de su esposo. Actualmente, ella es una aspirante a escritora, y Minato un eficiente abogado que rápidamente se está ganando su prestigio entre las figuras políticas. Naruto fue un milagro en sus vidas, y por ello se han esforzado al doble para que ese inquieto niño crezca en un ambiente familiar y amoroso, como se debe.

Al ser hijo único se gozan de muchísimos beneficios en la infancia, pero Naruto era demasiado joven para entender todavía la suerte que tenía. Sus padres a veces le decían que les encantaría darle un hermano, pero que era casi imposible, y entonces sus caras se volvían tristes, aunque mantenían una pequeña sonrisa. Fue cuando a Naruto se le metió en la cabeza que si hablar de un hermano ponía tristes a sus padres, entonces no lo quería, no lo necesitaba, y así se lo dijo a ellos. Claro, se lo tomaron como un pequeño y adorable berrinche de un niño que no quiere compartir a sus padres.

Todo iba bien. Hasta que vio a mamá llorando en su cuarto, con un objeto extraño en la mano, se acercó y al preguntarle, ella lo abrazó, le dijo que lo amaba mucho y lloró aún más, pero no respondió a la pregunta. Cuando papá llegó, fue cuando Naruto se enteró por qué su madre lloraba tanto, y que ese llanto que le hizo preocupar hasta provocarle lagrimas a él también, no era por tristeza o dolor. Su madre estaba exageradamente feliz, y así saltó hacia Minato dándole la inesperada noticia.

-Es...Estoy embarazada.

Y su padre, después de unos minutos de sorpresa y de preguntar en repetidas ocasiones si aquello era cierto, seguía abrazando y besando a su madre, acariciando su pancita plana y repitiendo lo mucho que la amaba y lo feliz que estaba por tal bendición.

Era eso, un hermanito. Aquel día pensó que si sus padres estaban tan felices, entonces no podía ser malo. Aunque todavía no entendía por qué antes de la noticia el tema les causaba tristeza, así que aún estaba un poco receloso con aquello.

Era tan pequeño y tan ingenuo, tan fácil de influenciar.

Quizás, su primer mal movimiento fue alejarse de su madre durante el embarazo. Constantemente visitaba a sus amiguitos y se quedaba a dormir en sus casas, porque notaba a sus padres muy atentos y cuidadosos con el dichoso tema del embarazo, poco a poco, las atenciones que el recibía iban siendo cada vez menos. Y bueno, en casas ajenas escuchó un par de cosas que le hicieron despreciar a su futuro hermanito. El embarazo de Kushina es muy delicado, decían en voz baja. Ya no serás el consentido de tus padres. Tendrás que compartir todo con tu hermanito. Si es niña la querrán más a ella... le hablaban directamente. Aquello ya no le gustaba, y en su infantil mente, culpó sus padres por darle un hermano cuando él les dijo claramente que no quería.

Para su corta edad, su rebeldía y falta de juicio, dejaba al borde del desquicio a sus niñeras, porque mamá necesitaba muchos cuidados y tranquilidad, y papá trabajaba muy duro para pagar los gastos de mamá y su nuevo hijo. Así que ya no había mucho tiempo para el pequeño Naruto.