Cuando las puertas del ascensor se abrieron, a Itachi no le sorprendió no ver a nadie en el piso, aún era muy temprano, lo primeros oficinistas empezarían a llegar al menos dentro de una hora, los detectives son más flojitos y suelen llegar más tarde cuando no tienen casos que resolver.
O eso es de lo que se queja Shisui, pero bien que ama trabajar ahí, igual que él.
Algo que tampoco le sorprendió es que la sección al cargo de Shisui tuviera las luces encendidas. Ya sabía que este lunático madruga más que nadie, poco le falta para empezar a dormir ahí. O nada.
Al entrar y ver el montón de vasos vacíos de café esparcidos por todos lados, supo que el idiota pasó la noche quemándose las neuronas ahí mismo. Ahora entiende por qué Allan lo llamó tan tarde anoche para decirle que fuera a la oficina más temprano, el hombre se escuchaba tan cansado que ni siquiera le dio más explicaciones. Debe haber un buen motivo para que Shisui haya decidido quedarse.
Pero, ¿Dónde está? No hay nadie más en todo el piso, puede ver cierto relajito de papeles en la sala donde se reúnen para discutir sus casos en privado, e incluso en los escritorios de los demás, y es extraño, Shisui no suele ser tan desordenado.
—¿Itachi?
La voz vino desde atrás, y al voltear, lo vio tan cansado como se escuchaba. Su imagen era un completo desastre, tenía manchas de café en la camisa blanca y arrugada, rastros de polvo en el pantalón lo que indicaba que por alguna razón anduvo arrastrándose por el suelo, y tenía restos de algo blanco en la cabeza, ese cabello tan desordenado y sucio.
—Te ves horrible.
—Sí, buen día a ti también— ignoró la mirada acusadora de Itachi y le pasó de largo hacia la bendita pecera donde pasó la noche preparando un nuevo perfil —Deja de mirarme así. Encontraron otro cuerpo anoche.
Itachi lo siguió en silencio hasta la sala, esquivando los papeles que estaban en el piso, y tratando de averiguar de qué eran los informes que aguardaban en la mesa, parecían de casos muy viejos.
—Debiste llamarme.
—Me habrías obligado a ir a casa.
—Por supuesto que sí, ¿Cuándo fue la última vez que dormiste más de tres horas seguidas?
Shisui no respondió a eso, sabiendo que su amigo solo se pondría más pesado, y ya tiene mucho entre manos como para ponerse a lidiar con los reproches de Itachi.
—¿Quieres saber lo gracioso?— le dio la espalda al tablero donde iba a colgar la nueva información. Itachi entrecerró los ojos esperando el obvio sermón —Tú me habrías enviado a casa, pero te habrías quedado en mi lugar haciendo esto.
—Claro. Acabo de llegar, tengo más energía que tú.
—Y una familia que te espera en casa cada noche, Itachi— volvió a lo que tenía que hacer —No subestimes la soledad de un hombre. Yo puedo darme el lujo de desaparecer de casa todo lo que quiera, pero personas como tú, Fred y Allan, no pueden— los tres tienen familia, ya se siente un poco mal por haber llamado a Allan en medio de una cena solo para un primer vistazo al cadáver —Thomas aún es joven e inexperto. Y Anne... bueno... ella tenía una cita, creo.
—Y entonces, ¿De qué te sirve un equipo si no puedes delegar en nadie?— se paró junto a él viendo las fotografías de la nueva víctima, mismo escenario que las primeras dos veces. Vio a Shisui batallando por clavar una tachuela, pero al final solo consiguió masacrar su propio índice —Oye...
Es obvio que ya no coordina ni sus propios movimientos.
—Mierda.
—Ya déjalo, necesitas descansar— lo agarró por los hombros y fue casi doloroso el suspiro de su amigo dejándose apartar del tablero —Te estás excediendo— con mucha facilidad lo empujó hasta el sillón que esperaba al fondo, y lo sentó ahí —Oh, mira, sigue siendo sangre— comentó medio irritado al ver como Shisui se frotaba con el pulgar regando la sangre del dedo apuñalado.
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¿Destinos Robados?
FanfictionPuede existir una reencarnación tan exacta, que te permita tener los mismos padres, el mismo nombre, los mismos amigos, y el mismo amor... pero con un destino diferente. Puede suceder, que los recuerdos de tu vida pasada te ayuden a no cometer los m...