Viernes 4 de Enero del 2013

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Fui a comer a la casa de los García, ya que para eso de las dos de la tarde que desperté mamá no estaba, recordé que ayer cuando salí a dar mi recorrido sin importar el que dirán que por cierto debo decir que me sentí muy orgulloso de mi mismo y no podían hacerme nada pues yo me sentía mejor que nunca, pero regresando al tema de la "Exorcista", ayer que salí no estaba, y cuando regrese todo estaba apagado por lo que supuse que se había ido a dormir, baje a la cocina hoy en la tarde y todo estaba igual que ayer, subí a su habitación y estaba tendida, no puedo decir como la había dejado ayer pues desde hace mucho que no entraba a su habitación, porcelana por todas partes y su tapiz de flores me causaban escalofríos, bueno, tal vez exagere, y como no se cocinar (patético, siendo que cumpliendo dieciocho me iría a vivir solo) fui a la casa de mis vecinos, usando como pretexto que los quería saludar y platicar un rato ya que hace mucho que no lo hacíamos para mi suerte llegue cuando apenas se estaban sentando a comer, bueno la verdad, esta parte del día estuvo demasiado aburrida, los García me platicaban de la siguiente boda de su hijo con su pareja, se le veían muy felices y esa felicidad fue tan contagiosa que me alegro el día, bla, bla, bla.

-Hijo, me podrías ayudar con algo - si, sera fácil acostumbrarme a esto

-Claro que si damita ¿en que le puedo servir? - que bonita se veía la viejita sonrojada

-Veras, necesito hacer un mandado a la farmacia... - se le veía apenada

-¿Y? ¿Quiere que vaya por usted?- asintió apenada- ¡PERO POR SUPUESTO QUE IRÉ! ¡Sin duda alguna!- La abrace con una sonrisa y ella me correspondió, me sentía querido por quien soy.

-Toma el dinero, hijo ¡con mucho cuidado! - dijo mientras empezaba mi camino hacia la puerta

-¡Claro que si damita linda!- cerré la puerta y empecé mi andar

Iba caminando por la acera entonando una canción en mi mente cuando sentí que me jalaron del brazo y por reflejo y experiencia aventé a la persona, cuando vi a la chica de ojos miel no dude en agacharme y ayudarle a levantarse...

-Perdóname, perdóname, fui un imbécil, lo lamento- soltó una risa

-No te preocupes ¡todo en orden! Perdóname tu a mí por frenarte de esa manera, solo quería saber en dónde se encontraba "El Kiosco" soy nueva y no conozco del todo aquí, así que, no se... - reí y le asentí con la cabeza, haciéndole una seña para que me siguiera, el tiempo que llevábamos era corto y aun no salíamos del suburbio, era un buen silencio y se sentía muy bien tener compañía.

-Bueno, mi nombre es Laura y tengo 17- me tomo desprevenido y solo reí

-Lindo nombre Laura, yo me llamo Alex y también tengo 17

-¿Tienes hermanos varones mayores?- ok, eso fue raro

-No ¿por?

-No te ofendas, y la verdad no tiene nada de malo y no tengo nada en contra, pero tu porte, tu caminar, tu hablar es muy varonil... - si, eso me alegro el día, porque no me vio como una chica.

-Pues gracias - sonreí, se interpuso delante de mi deteniéndome en seco y ahí me pude dar cuenta de lo pequeña que era a lado mío

-Espera, espera ¿eres trans? - no me veía feo, o como si tuviera monos en la cara al contrario se veía interesada, le asentí con un movimiento de cabeza, entonces ella me pidió que le platicara mi historia, para decir verdad es demasiado raro contarle a una desconocida llamada "Laura" de tu vida, mientras caminábamos y si me dejan decir ella escuchaba fascinaba como si me entendiera o algo así, yo que sé.

Mi anécdota se vio interrumpida pues pasamos por la casa del chico de ayer, lo volví a ver en la misma situación, Laura y yo veíamos atentos hasta que de un golpe en la cara cayó al suelo, Laura quería correr hacia él pero la sostuve, el sujeto aún seguía lanzando golpes, no quería problemas, aquel tipo era detestable, le escupió al chico mientras seguía en el piso, cuando desapareció de escena Laura y yo corrimos hacia él, y automáticamente cada uno puso los brazos del chico alrededor de nuestro hombros...

-¡HEY! ¡DÉJENLO AHÍ! - se escuchó el grito y aquel hombre por lo que Laura y yo corrimos sosteniendo al chico, para que no cayera, cuando ya no escuchamos grito alguno, sentamos al chico en el pasto recargado en el árbol, estaba balbuceando, no se entendía nada la verdad.

-Por... deb... ahí... ria...rir.

Cuando toda su cordura regreso nos miró con sus grandes ojos, estaba espantado, pues no nos conocía y técnicamente lo habíamos "secuestrado"

-¿Quienes son ustedes? - se veía muy asustado

-Veras yo soy Laura y Alex - dijo una Laura sonriente

-Soy Dante ¿acaso son pareja, bonitas? - lo hubiéramos dejado ahí

-No, Alex es un chico agradable pero nos acabamos de conocer antes de encontrarte golpeado, ¿quisieras hablar de eso? - me le quede viendo a esa chica de manera divertida a esa chica rarita y loquita. Al parecer Dante entendió, o eso creo pues su entrecejo se relajó.

-Entiendo, bueno un gusto en conocerte Laurita - le sonrió coquetamente por así decirlo, pues el tipo a pesar de ser tímido sabia desenvolverse

-El gusto es mío - sonrió e hizo una reverencia como una princesa

-También a ti, chico - chocamos puños. Había lágrimas asomándose por mis ojos, pues me sentía muy feliz

-¡Tu eres gay! - grito Laura haciendo que Dante se pusiera demasiado rojo, ahora todo estaba encajando. Pero aun no entendía nada.


Soy AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora