Algo así fue, es de lo que me acuerdo…
Me levante por el sonido de mi alarma, y por mi mama que estaba tocando a la puerta apurándome para que me arreglara y bajara a desayunar, me levante, fue al baño ahí hice mis necesidades, regrese a mi cuarto y me puse el uniforme, como era el primer día de clases estábamos obligados a llevar el uniforme de gala, que para mí mala suerte es la falda, al parecer la directora no está de mi lado ni mucho menos mi mama por llevar el pantalón de vestir que llevan los hombres cada lunes, porque sigo siendo mujer ante la ley, me puse el uniforme, la falda color caqui y la playera polo, tampoco podía llevar gorra, patético, una coleta qué más da, baje a la cocina y…
-¿Quieres que te lleve? – pregunto mi mamá bebiendo de su café
-No lose, si quieres si
-De acuerdo – dijo levantándose de la silla y agarrando las llaves del carro – no te tardes te espero afuera
-Está bien
Pasados unos cinco minutos, que fue el tiempo que gaste tomando jugo, tome mi mochila, salí, entre al coche y mamá estaba escuchando la radio, prendió el carro, mientras andábamos miraba por la ventana y al pasar por la parte de la calle donde vivían Dante y Laura, vi a Dante que entraba junto con su papá a su camioneta y a Laura la vi poco después de la mitad del camino caminando rumbo a la escuela, después de 6 minutos ya se podían ver a todos los alumnos en la entrada, en la acera platicando, unos en las bancas de la entrada abrazándose…
-Listo, ya llegamos, quieres que venga por ti?
-No, creo que iré caminando, bueno adiós
-De acuerdo hija, cuídate, pon atención
-Aja
-Te amo
-Yo igual – dije saliendo del carro y cerrando la puerta.
Cuando estaba a punto de abrir la puerta, sentí como unas manos grandes me cubrían los ojos, no tuve que pensarlo más de dos veces para saber de quien se trataba…
-Adivina ¿Quién soy?
-Déjame pensar, amm, Dante, tal vez
-Bingo – volteé a verlo, recuerdo que teníamos unas sonrisas tan grandes por vernos después de tiempo – Dios mío, no tienes idea de cuánto los extrañe – dijo mientras me cubría en un abrazo
-Yo también
-¿Qué te paso? ¿Por qué? Digo no se te ve mal la falda, la luces bien, pero ¿y mi pequeño Alex?
-Reglas de la escuela, según a directora sería muy extraño estar como “Alejandra Torres” en el registro y parecer varón
-Que mierda, te ves bien, ¿y Laura?
-No lose, la vi de camino ¿crees que debamos esperarla?
-No creo, ahí está – me dijo señalando a una bonita y bien arreglada Laura en la acera - ¿deberíamos de hablarle?
-¿Tu qué crees? Si
-De acuerdo, cárgame
-¿Qué?
-Sí, duh, cárgame, para así hablarle
-¿Qué tal si solo vamos y la saludamos?
-No, está muy lejos parada ahí como si estuviera esperando a alguien y tengo flojera
-Tú estás loco – dije riendo y negando con la cabeza al mismo tiempo
-Alex anda, cárgame
-Si quieres yo lo hago – volteamos a ver quién era la persona que había dicho eso y ahí estaba el
-Claro, claro, cárgalo el cree que soy la mole como para soportar su peso – dije viendo a Dante con una sonrisa picarona, el solo me miraba con los brazos cruzados y sus entrecerrados
-Hay, no te preocupes, no es necesario…
-Oh perdón, Benjamín, soy Benjamín – nos dijo extendiéndonos su mano a cada uno en forma de saludo y con una sonrisa, era agradable
-Claro, Benjamín, como decía no es necesario que lo hagas, solo quería llamar a nuestra amiga que esta… - dijo volteando a donde se encontraba Laura, pero ya no solo estaba Laura si no unas dos chicas más con ellas – bueno olvídalo – dijo Dante haciendo un movimiento con la mano como restándole importancia – Bueno Benjamín te dejamos, Alex y yo tenemos que entrar
-Ah si, amm, ¿son novios? Lamento la pregunta pero me dio curiosidad
-No claro que no – dije riendo, porque ósea no
-Alex ¿Por qué me niegas? Creí que me amabas – dijo fingiendo un puchero
-Ja, que adorable – ambos volteamos a ver a Benjamín por su comentario y el solo volteo la mirada como quien no quería la cosa
-Vale, pues nos vamos un gusto amm…
-Benjamín
-Claro Benjamín, adiós – dijo Dante tomándome de la mano y casi huyendo de la entrada de donde dejamos a un Benjamín un poco confundido
Caminamos hasta llegar hasta los casilleros, en donde curiosamente nos tocó a ambos juntos, claro que no juntos solo unos dos o tres casilleros separaban a los nuestros.
-Dios mío Alex, por favor no vuelvas a dejarme en una escena así – dijo cubriéndose el rostro con ambas manos
-Calma Dan, que no lo recuerdas
-Por supuesto que sí, es el sujeto de la banca del parque, el que no me dejo de ver por dos días y por eso mismo Alex no quiero estar en una situación así
- Claro, entiendo, ahora que lo dices de ese modo si es un tanto incomodo
-Lo es, mira Laurita – volteo a donde él me dice, Laura nos corresponde las miradas pero se voltio, Dante solo se encogió de hombros, ella iba con las mismas chicas que estaban con ella en la entrada, cuando pasa por nuestro lado, Dante la toma del brazo y le planta un beso en la frente – Dios, Laura los extrañe demasiado, tengo que contarles algo – ya nos dirigíamos a nuestro salón con Laura a rastras y las miradas de las otras chicas con el ceño fruncido, la verdad, aquello se me hizo raro y aún más cuando…
-¡Maldito joto suéltame! – Dante la soltó al instante, me le quede viendo a Laura con asombro por lo que había dicho pero Dante no, él tenía el ceño fruncido – no tengo maquillaje que darte muñequita – soltó una risa y las tipas que iban con ella igual
-De acuerdo gracias, porque eso era lo que necesitaba saber – la seriedad que tenía Dante en su voz asustaba – vete, era todo – Laura quito su cara burlona y puso su cara de, hay no sé, pero recuerdo que se veía triste, se acercó a las dos tipas que nos veían con sus caras burlonas, ya cuando iban caminando Laura volteo hacia nosotros y con sus labios formo un “lo siento”
-Es una perra
-Lo es – mascullo Dante