Martes 1 de Enero del 2013

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Me desperté con la vejiga llena, estaba muriendo, me levante y corrí a la puerta, para mi sorpresa seguía con seguro, no sé si mi mama este en la casa pero no se oye nada de ruido, maldigo el día en que le rechacé el celular para comprarme películas, mientras tanto yo estaba ahí recargado en la pared haciendo un bailecito el cual parecía twerking, reí al verme por el reflejo del espejo, mala idea, justo cuando iba a golpear la puerta, a tirarla de golpe, si, a veces me creía Hulk, porque soy invencible según yo, y mi puerta estaba abierta.

-Hija creo que tenemos que ha...- A la mierda sus disculpas yo me estaba orinando

-¡ALELUYA! - Corrí y me encerré en el baño, santa madre Teresa, se sentía como la gloria, y como no, si desde las 6 de la tarde hasta las 11 de la mañana del día siguiente me había aguantado las ganas de orinar.

Claro mi gloria no duro mucho.

-¿Hija? ¿Estas bien? ¿No necesitas nada?- dijo del otro lado de la puerta

-Si mama, necesito que me dejes orinar a gusto, porque al parecer te olvidaste de mí ¿te divertiste? ¿Pudiste divertirte después de dejarme aquí encerrada y privar a mi riñón de liberarse? ¿Fue divertido?- Me encantaba exagerar, me divertía demasiado sacar a la gente de sus casillas.

-Alejan...

-¡ALEX! - demonios, ahora no solo tenia que orinar 

-¿Alex?, aun no entiendo por qué quieres que te digan así, es de hombre, es más adecuado Ale.

-Esta del asco ¿me dejas en paz? Al parecer hay un batallón en medio de mi trasero y necesito concentrarme. - exprese mientras masajeaba mis sienes con mis dedos

-Necesitamos hablar de esto Alejandra

-¿QUE ACASO NO PUEDES ESPERAR? - Dios se sentía horrible pelear con tu madre mientras intentas "desahogarte" -¡NECESITO CONCENTRACIÓN! ¡ESTO ES VERGONZOSO!

Ningún sonido, al fin, tome una revista y empecé hacer un crucigrama esto demoraría...

-Hija...

No otra vez...

-¿Que? - deje de hacer el mentado crucigrama 

-Te traje un té caliente, para que te siente el estómago, tal vez estés estreñida

-O tal vez fue el recalentado que me dejaste ayer...

-¡Deja de culparme!

-¿Yo cuando mencione la palabra "culpa"? - Dios tenía que aguantarme la risa, una pesadilla cuando estas en esta situación

-¿Porque no solo tomas el te?

-¿Acaso quieres una nueva franja de color caqui en tu bello piso? 

-Que todo salga bien

-Eso espero 

Después de lo sucedido en el baño, baje a comer, mamá solo menciono que tenía que salir a hacer unos pagos y comprar la despensa, no se molestó en "invitarme" por lo cual yo no me ofrecí, estaba en mi cama acostado boca arriba mirando al techo, yo no me sentía a gusto siendo una niña y menos cuando estoy en esta etapa, mis caderas se notan y más por el tipo de pantalones que uso, mis pantalones, si esos sí que eran femeninos, tenía que usarlos si no quería que mama me molestara con lo mismo, mi busto también estaba creciendo, obviamente, pero no se notaba tanto por las playeras que usaba, mi gorro era lo que me hacía echar a volar mi imaginación, metía mi cabello dentro de este y lo acomodaba para que pareciese cabello de varón, me sentía atrapado, demonios, mi voz, por más que intentaba ese sonido agudo no se iba, por el momento todo estaba bien, aun no sabía cómo hablar con mi mama de esto, ¿se le haría fácil o difícil? La verdad no lose.

Tal vez podría usar mi homosexualidad como trampolín hacia mi transexualidad, pero mamá tampoco sabía que me gustaban las chicas, esto será difícil, ya no podía estar así, quería gritarles a todos exigiéndoles que me trataran de "él" pero las palabras son como cuchillas y me daba mucho miedo el salir lastimado, estar así no me gustaba, y menos si no tenía a nadie cerca, mi abuela murió 3 años después de que yo nací y mi madre siempre ha sido un tanto indiferente conmigo, nunca me hablo de mi padre, no sé nada de él, no hay fotos, estoy registrada con los apellidos de mama lo cual me dice que nunca se casó y que fui un accidente, claro que lo soy, soy un chico atrapado en un cuerpo de una chica.

Se escucho el sonido de la camioneta llegando seguido del sonido de la puerta al ser abierta y despues la conocida voz de mi mamá con un: "Ya llegue"

-¡Está bien! -Grite desde el segundo piso, mientras la escuchaba subir las escaleras, la vi entrar a mi cuarto con unas bolsas de ropa que rápidamente identifique y oh no

-Fui de compras y te traje algunas cuantas cosas - dijo con la emoción plasmada en su rostro.

Dios mío no, no ahora...


Soy AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora