XXXIX Déjame adorarte

166 14 90
                                    


(Reproducir cuando se les indique chicos)





Joaquín

Las palabras de Emilio me habían confundido un poco, sé que en algún momento llegué a decir que lo odiaba, la verdad es que solo estaba molesto con él, decepcionado por la persona creía amar. No he dejado de quererlo, eso es algo nunca podría dejar de hacer, aunque eso no significa que lo siga amando, ese sentimiento fue sustituido por simple cariño. Si él llegase a encontrar otra persona en su vida me sentiría feliz por él, es momento de separar nuestros caminos, de rehacer nuestras vidas solos o con alguien más.

Mi hermoso novio se había quedado dormido en mis brazos en todo el trayecto a Nueva York, yo intenté hacerlo, pero ese sentimiento de nostalgia de volver a casa no me permitía dormir. Desaíra que él aún estuviera aquí, poder contarle lo feliz que me sentía con Andy, que al llegar al aeropuerto me envolviera en sus brazos y me dijera lo orgulloso que está de mí, aun no logro acostumbrarme a su simple recuerdo.

—Amor despierta, ya hemos llegado. —Mi bebé fue abriendo sus ojitos hasta despertar por completo, dejó un suave beso en mis labios y nos dirigimos a buscar nuestro equipaje.

—No pudiste dormir ¿Verdad amor? —Contesté con un leve sí y él tomó mi barbilla. —Joaco si quieres podemos ir a mi casa, a mis papás les encantaría conocerte, les he hablado mucho de ti y créeme que te van a adorar.

—En verdad te lo agradezco amor, pero quiero pasar esta noche en mi antigua casa, estaré bien, en verdad. Visitaremos otro día a tus padres, te lo prometo, yo también tengo muchas ganas de conocerlos, además Nikolás ya debe estarnos esperando, le pedí que arreglara un poco la casa y que pidiera algo de cenar.

—De acuerdo amor, como tú digas. —Una vez encontramos nuestro equipaje fuimos directo a buscar a mi amigo.

—¡Joaquín, Joaquín! —Niko corrió directo a abrazarme para luego cargarme y darme vueltas por doquier. —Te extrañé demasiado amigo, no vuelvas a dejarme por tanto tiempo.

—Ammm ¿Debo ponerme celoso?

—Claro que no amor, este tonto solo está bromeando, sabes que al único que amo es a ti. —Besé sus hermosos labios.

—¡Amigos no coman pan enfrente de los pobres!

—No seas envidioso amigo. Niko, te presento a mi novio Andrés, Andy, te presento a mi amigo Nikolás, nos conocimos en la universidad y desde entonces nos hicimos grandes amigos.

—Mucho gusto Andrés. —Extendió su mano y mi novio la aceptó con gusto. —Ahora entiendo por qué mi amigo se enamoró de ti, ¡Eres todo un mango! Y no, no debes ponerte celoso o pensar que te estoy tirando los perros, a mí me gustan las chicas, además a Joaco lo veo como mi hermanito, así que cuídalo mucho o te haré llorar.

—Eres muy gracioso Niko, en verdad espero que nos llevemos muy bien. Sabes, me recuerdas a alguien que está en México ¿Verdad amor? —Era cierto, este par tienen muchas cosas en común.

Mi amigo nos llevó a casa, tenía tanta confianza en él que le habíamos dejado a cargo la casa de Nueva York. Cuando llegamos esta se veía impecable, se había tomado la molestia de poner algunos carteles que decían bienvenidos y a preparar una rica cena. Me detuve en la entrada mientras ellos acomodaban las maletas, recorrí el lugar recordando la última vez que estuve aquí, una lágrima resbaló por mi mejilla al entrar a la antigua oficina de papá, a mi mente llegaron aquellos hermosos recuerdos que pasé a su lado.

—Él está bien amor. _Limpió mi mejilla con su pulgar para luego besar mi frente. —¿Quieres que te dejemos solo un momento?

—Estoy bien amor, gracias. Es solo que, este lugar me llena de nostalgia, pero a la vez me transmite paz, tranquilidad, es como si de alguna manera pudiera sentir más cerca a papá. Anda, vamos a cenar, no te preocupes por nada amor.

No Por Compromiso ✔️ (HISTORIA EMILIACO) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora