Seungmin bufó al escuchar su alarma sonar por segunda vez, esos cinco minutos se pasaron demasiado rápido.
Con pesadez se levantó de la cama, no tenía prisa en bajar y mucho menos en llegar temprano a la escuela, hoy no era un día especial, esa era su rutina todos los días.
En medio de su somnolencia logró escuchar el timbre de la casa, no le tomó importancia ya que pensó que era la correspondencia, quien quiera que fuera, claramente a él no le importaba.
Tomó sus cosas y entró al baño a paso apresurado después de ver la hora, al parecer esos cinco minutos habían sido 30 en realidad.
Se apresuró a bañarse y vestirse con algo simple, una camisa negra dos tallas más grandes y un pantalón jean roto, más sus zapatos blancos.
Ese día no llevaba sus típicos gorros ya que se había lavado el cabello, pero el tiempo no le alcanzaba para secarlo.
Al estar bajando por las escaleras, se encontró con Dojin, la cocinera del lugar, que a decir verdad era como su segunda madre.
--Mi niño Minnie, creí que no bajarías-- Sonrió ampliamente y le dió un dulce abrazo al joven. --Vine a buscarte porque hice panqueques y quiero que comas algunos antes de irte, también porque tienes visita.
--¿Visita? ¿Quien me visitaría a esta hora?-- Preguntó confundido bajando las escaleras, y al ver de quién se trataba, se quedó mucho más confundido.
Era Minho, estaba sentado en el sofá de la sala de estar, vestía una camiseta blanca con una chaqueta por encima y unos jeans negros rotos, Seungmin no iba a mentir, se veía tan bonito.
Aprovechó para tomarle una foto ya que no lo estaba viendo.
--Buenos días, Minho-- Saludó acercándose al castaño, quien inmediatamente guardó su teléfono y abrazó al chico, dejándolo estático en su lugar.
--Buenos días Seungmin, ¿dormiste bien?-- Preguntó sonriendo.
--Sí... dormí bien, ¿y tú?-- Seguia confundido por la actitud de Minho, ¿acaso estaba perdiendo?
--Bastante bien, vine para que vayamos juntos al colegio.
--¿Eh? ¿Pero por qu-..
--¡Vengan a desayunar!-- Interrumpió Dojin con un fuerte grito, haciendo reír a los chicos.
Ambos se dirigieron a la cocina, dejándose envolver por el delicioso aroma de panqueques recién hechos.
Seungmin solía comer en la cocina junto a Dojin y los demás empleados, no le encontraba sentido a sentarse absolutamente solo en un comedor tan grande.
--Aqui tienen, Minho, espero que te gusten mis panqueques, es la comida favorita de mi niño Minnie y a el le encantan cuando los preparo.
--Por supuesto, todo lo que cocinas te queda delicioso-- Dijo Kim con una sonrisa mientras se sentaba junto al castaño.
--Muchas gracias Minnie, los dejo, tengo que ir a limpiar, espero que te guste el desayuno Minho-- Sonrió una última vez y salió de la cocina.
--Pruebalos, sé que te gustarán-- Seungmin miró expectante a Minho, viendo cómo se llevaba un pequeño bocado del panqueque.
--¡Esto está riquísimo!-- Dijo abriendo los ojos sorprendido, haciendo reír al pelirrojo.
--Lo sé, por eso amo cuando Dojin me prepara esos panqueques.
--¿Siempre ha cocinado ella?-- Preguntó dando otro bocado a su comida.
--Desde que tengo memoria lo ha hecho, ya que mi mamá siempre está trabajando y mi papá igual, no tienen tiempo para eso-- Dijo sin mucha importancia, comiendo una fresa de su plato.
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𝗘𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗲, 𝗽𝗶𝗲𝗿𝗱𝗲 - 𝖪𝗇𝗈𝗐𝗆𝗂𝗇. [EN EDICIÓN]
Random[EN EDICIÓN] "Treinta días, conviviremos treinta días. Y el que se enamore pierde" Minho y Seungmin son compañeros de clase; pero, a diferencia de los demás ellos dos se llevan muy mal. Seungmin es extremadamente competitivo, y Minho no se queda atr...