Pergamino 9

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La histeria no tarda en formarse, más aún cuando los cazadores especiales ANBU empiezan a pelear entre ellos. En medio de la confusión otra explosión se efectúa del lado dónde estamos nosotros.

Eso es suficiente para que todos se levanten de sus asientos y se dirijan desesperados a las salidas, Ino espera a que todas las personas de nuestra fila salgan para pasar un brazo por mi cintura y levantarme.

Me quejo del dolor y de inmediato me vuelve a sentar, no acabo de procesar todo cuando vuelven a levantarme pero ahora es Chouji el que se las arregla para cargarme en su espalda.

— Tenemos que salir de aquí.

— Mi padre me dijo que hay otra salida, pero tenemos que ir por el mismo pasillo que los demás.

— Pues no perdamos el tiempo.

Empiezan a correr hacia el abarrotado pasillo y tomamos una ruta a la derecha, nuestra salida deja de estar despejada cuando varias personas se dan cuenta de nuestra presencia.

Se escuchan los gritos de varios civiles y al lado de nosotros una persona es alcanzada por una shuriken.

— Tu sigue corriendo Chouji, yo protegeré nuestra espalda.

Ino agarra un kunai y comienza a desviar los ataques, los tres sabemos que debemos salir lo más rápido posible si no queremos encontrarnos en fuego cruzado.

Otra explosión suena pero en ésta ocasión toda la estructura tiembla y nos hace testigos de como una pared comienza a cuartearse. La hendidura sigue su camino hasta el techo y aunque nadie lo diga todos sabemos que esto se va a derrumbar.

— Chouji bajame.

— ¿Estás loca? Saldremos de esto.

— Lo único que lograrás va a ser matarnos a ambos, arrojame y salvate tú.

El estadio comienza a crujir y el alboroto aumenta aún más, personas que tratan de evitar el derrumbe y otros que intentan llegar con su familia.

— ¡Ahora Chouji!

Él me hace caso en el último momento y me arroja lo más lejos que puede antes de que el techo se derrumbe sobre nosotros.

No alcanzo a ver que fue de ellos pero tal vez para mi buena suerte una máquina estuvo a punto de aplastarme, quedando inclinada y con un hueco dónde yo pude resguardarme del derrumbe.

Se genera un silencio mortal a mi alrededor, casi no puedo respirar con todo el polvo que se levantó con el colapso del estadio. Intento llegar a un extremo del hueco pero mi espalda duele horrible cuando intento estirarme.

No sé si gritar por ayuda pues así como podría escucharme un aliado también el enemigo se daría cuenta de mi posición. Me quedo callada y sin estar segura del paso del tiempo.

De vez en cuando escucho el movimiento de bloques pero ninguna señal de pelea, un sonido extraño viene desde el fondo y se acerca cada vez más a mi posición. Debe ser algo grande y por el ruido supongo que se viene arrastrando... Una serpiente.

— ¡Ayuda! ¡Saquenme de aquí!

Mis gritos son escuchados y casi enseguida alguien quita los pedazos de concreto que me sepultaban.

— ¿Sakura?

— ¡Sasuke!

El pelinegro llega hasta mí y me carga en su espalda para sacarme de ése hueco, cuando salimos reparo en que está acompañado por Hanabi y Orochimaru, la niña tiene el rostro sucio y un camino de lágrimas en las mejillas.

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