Capítulo VII

1.2K 155 6
                                    

Siempre me ha gustado volar, y a veces me imagino que estoy volando con los pájaros, ellos parecen libres. Pero mi mamá me llama, y esta me hace volver a la realidad. Es hora de desayunar.

Cuando miro a mi mamá veo a una mujer de cuarenta años con la piel pálida, y el pelo castaño y corto. No sé porque un sentimiento de nostalgia me atraviesa, y pienso en lo mucho que la quiero, y en lo afortunada que soy de tenerla conmigo.

Me regala una sonrisa y me separo de la ventana dejando ese sueño de volar atrás para ir a desayunar un vaso de leche como todas las mañanas. Amo la leche por la mañana, amo esas pequeñas cosas que te hacen ser feliz.

Me la bebo hasta la última gota, y justo cuando termino veo a mi hermana Lily entrando por la puerta con una pelota de color rosa.

-       ¿Quieres que vayamos a la playa? – me dice con su adorable y hermosa voz. Esa voz que me hace quererla más y más.

Asiento, y cuando termino de prepararme, vamos paseando hasta la playa, mientras me cuenta cosas importantes para ella, a las cuales no presto mucha atención.

Cuando por fin llegamos entramos en el agua, está caliente gracias al reluciente sol. Mi hermana prefiere el agua helada, pero me sigue dentro de la playa.

Me sumerjo aguantando la respiración bajo el agua y noto como ella también lo hace, algo me dice que abra los ojos para ver la graciosa cara que estará poniendo ahora, y así lo hago.

Solo veo ese rostro angelical un segundo, después puedo notar como suelta el aire y aún así no se ahoga, mis pulmones en este momento necesitan respirar, pero son más mis ganas de saber que está pasando.

Su cabello crece y sus ojos cambian de verde a azul marino, cambia todo su rostro y sus piernas, se convierten en… ¿Una cola de sirena?

Hay algo que no me cuadra, algo que me suena familiar, pero en este momento mi prioridad es el oxigeno, así que salgo del agua para coger aire y puedo notar que ella sigue sumergida, no sé si esa es mi hermana, no sé si debería preocuparme de que se ahogara. Pero quiero volver a ver ese rostro, así que vuelvo a sumergirme, y sigue igual, con sus ojos azul marino viéndome curiosa, puedo distinguir cierto miedo en sus ojos, pero eso no la hará huir.

Entonces, en ese preciso instante recuerdo todo, recuerdo qué me pasó aquella tarde de verano, recuerdo que los últimos seis meses los pasé viviendo bajo el mar, con Iván. Y que ahora me encuentro en un portal mágico que muestra mi peor miedo. Este es mi peor miedo. Mi hermana convertida en sirena, una sirena de verdad, y sé lo que está por venir.

Intento salir de nuevo para respirar, o escapar, no sé muy bien qué es lo que pretendo hacer, salgo, pero no lo suficiente, no me permite coger todo el aire que desearía, pero basta para seguir viva, unos segundos más. Ella me empuja hacia abajo y empieza a cantar.

Ella es mi hermana. No me haría daño.

La verdad es que esto es un sueño, no tengo que engañarme.

Empiezo a ahogarme, y intento recordarme que esto es una prueba y que no es real, que sé respirar bajo el agua, y entonces, me doy cuenta de que eso es lo que tengo que superar.

Tengo que conseguir que no me afecte el canto de sirena. Si consigo eso habré superado la prueba, y podré ayudar a Iván.

Piensa, piensa. – me digo a mi misma.

Siento que la cabeza me explotará de un momento a otro. ¿Qué haría una sirena en estas situaciones?

Intento descubrir que es lo que dice la canción, solo distingo unas palabras, hablan de la muerte.

El arma más poderosa de una sirena es su mismo canto. Debo pensar como una sirena, debo ser una sirena.

Así que ignorando mi falta de aire, abro la boca, y respiro, no sé si estoy respirando agua o que es eso pero no me importa, ahora tengo que cantar.

Empiezo con mi canción favorita, y me siento fuerte, como que lo que esta chica canta, sea o no mi hermana, no me puede afectar más.

Muero por tus besos, - y no puedo evitar pensar en esos labios que tanto anhelo.
por tu ingrata sonrisa, 
por tus bellas caricias eres tu mi alegria…

Pido que no me falles 
que nunca te me vayas y que nunca te olvides 
que soy yo quien te ama 
que soy yo quien te espera 
que soy yo quien te llora 
que soy yo quien te anhela los minutos y horas.. 

Cuando canto la canción me olvido de que estoy haciendo, del lugar en que estoy, en ese instante solo estoy en el lugar adecuado y con la persona adecuada.

Me muero por besarte , 
dormirme en tu boca 
me muero por decirte que el mundo se equivoca .. 
Me muero por besarte 
dormirme en tu boca 
me muero por decirte que el mundo se equivoca .. 
que se equivoca.. 
que se equivoca 

Muero por tu ausencia 
que me hace extrañarte 
que me hace soñarte cuando más me haces falta 
pido por la mañana 
que a mi lado despiertes enredado en la cama 
hay como me haces falta 
que soy yo quien te espera 
que soy yo quien te llora 
que soy yo quien te anhela, los minutos y horas.. 

Siento como ahora mismo él tiene ese hilo de esperanza de que lo consiga, y que podamos estar juntos. O tal vez es el mío.

Me muero por besarte , 
dormirme en tu boca 
me muero por decirte que el mundo se equivoca .. 
Me muero por besarte 
dormirme en tu boca 
me muero por decirte que el mundo se equivoca .. 
que se equivoca.. 
que se equivoca 

Me muero por besarte 
dormirme en tu boca 
me muero por decirte que el mundo se equivoca .. 
que se equivoca.. 
que se equivoca 

Cuando termino de cantar, abro los ojos y ya no estoy en esa playa con esa sirena, la cual estoy segura que no es mi hermana. Estoy fuera del portal, y Kim está a mi lado, mirándome con una amplia sonrisa.

¿Lo conseguí?

Entonces voy directa a un espejo que hay en una esquina, y veo que tengo una cola violeta, a diferencia de la verde que tenía antes. Y mis ojos han cambiado a azul.

Todas las sirenas tienen la cola violeta y los tritones, azul, mientras que los humanos la tienen verde.

******
por favor, si les gusta voten y comenten, gracias:)

El canto de la sirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora