Once

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-¿Estás diciendo que quieres ponerle eso a él?- dije señalando a Alby, quien sufría en su camilla los efectos de la picadura. 

Su piel estaba de un color raro, tenia venas que resaltaban a lo largo de su pecho y su respiración estaba acelerada.

-No sabemos que es esta cosa- intervino Newt al ver que Thomas asentía ante mi pregunta- no sabemos quien la envió o por que la trajiste tú- señaló a Teresa- hasta donde sabemos esto podría matarlo-

Thomas lo miraba con ambos brazos en su cintura, Teresa  solo observaba detrás del pelinegro y yo me encontraba sentada con mis brazos cruzados.

No estaba de acuerdo con darle esa cosa a Alby, después de todo como había dicho Newt, no teníamos idea de que eran, ni siquiera estábamos seguros de que pudieran ayudar al Líder. 

-¿Acaso no lo ves?, está delirando, no comprendo como esto lo empeoraría- dijo Thomas con molestia.

Newt se giró a ver a Alby y luego a mi en busca de apoyo. Solo lo miré y asentí, sabia que si había una posibilidad de salvarlo, él no la desperdiciaría. 

-Okey- asintió mirando a Thomas- hazlo- le tendió el frasco.

Pude ver su nerviosismo, por lo que me puse de pie, me acerqué a él y me aferré a su brazo, recargando mi cabeza en su hombro. Por su parte Newt solo observó cada movimiento de Thomas, quien tomó su tiempo para colocarse cerca de Alby.

Se distrajo por un momento volteando a vernos a todos, lo cual fue suficiente para que Alby elevara su cabeza y se volviera loco al ver al chico. Sin perder tiempo lo tomó del cuello de su camisa y comenzó a gritarles cosas como "No deberías estar aquí", "Esto es tu culpa", "Tendrías que haberle hecho caso", "La chica, la chica".

Antes de que pusiera seguir en su ataque de locura contra Thomas, todos se abalanzaron a separarlos, Teresa tomó la jeringa y se la insertó a Alby en el pecho con lo que creo fue mucha brusquedad. 

Una vez el chico estuvo controlado todos quedaron con sus respiración acelerada y mirándose los unos a los otros. Mi corazón iba a una gran velocidad debido al susto que el repentino cambio había provocado. No era capaz de separar mis ojos del cuerpo de Alby.

Newt se acercó a mi y me rodeó con sus brazos, al igual que los demás tenía la respiración acelerada, pero eso no le impidió besar mi frente.

-Oigan, a partir de hoy alguien se quedará a vigilarlo aquí día y noche- comunicó el rubio a los demás, a lo cual asintieron sin decir una palabra.

En ese momento Gally entró por la puerta y nos miró a todos antes de detenerse en Thomas y en mi.

-Anocheció novatos , vámonos- dijo sin muchas ganas.

Había llegado la hora de cumplir con nuestro castigo, una noche en el pozo sin agua ni comida, no estaba tan mal considerando que podrían habernos desterrado y enviado al laberinto.

Me separé de Newt y comencé a caminar hacia el chico de ojos verdes  y cara de haber comido un limón. Sin embargo antes de que me alejara demasiado alguien tomó mi brazo haciendo que girara.

-Iré por ti mañana a primera hora- me aseguró Newt mirándome con una sonrisa, la cual le correspondí y luego de asentir me alejé.

Caminé junto a Thomas y Gally en completo silencio hasta que el primero decidió romperlo.

-¿Cual es tu problema conmigo?- le dijo a Gally, quien sin siquiera pensarlo respondió.

-Que todo empezó a salir mal desde que apareciste- lo miró de reojo- primero Ben, luego Alby- me mira por unos instantes a mi- exactamente un día después llega ella- me señala, a lo que me encojo en mi lugar mientras ruedo mis ojos- y ahora la otra chica- concluye.

-No veo como todo eso es culpa de Thomas- intervine ganándome la mirada de Gally sobre mi.

-Tu no estuviste allí pero todo el mundo vio como lo reconocía Rose- aclaró moviendo sus manos, para luego mirar de manera fulminante a Thomas- y apuesto a que él sabe quien es-

Habíamos llegado a la puerta del pozo, la cual abrió sin mirarnos y luego indicó que ingresáramos. Suspirando nos adentramos en el lúgubre lugar, Thomas se acercó a la puerta que Gally estaba atando con fuerza, mientras que por mi parte solo tomé asiento apoyando mi espalda a la pared.

-Gally- dijo Thomas- Entiendes que no podemos quedarnos aquí para siempre ¿verdad?- preguntó.

Gally solo lo observó un instante, se puso de pie y se alejó.

-No puedes pretender que cambie lo que creyó durante tanto tiempo- le dije luego de unos minutos silencio.

-Solo quiero que comprenda el hecho de que si logramos encontrar una salida, él debe tomar una importante decisión- dijo mientras se colocaba a mi lado y recostaba su cabeza contra la pared.

-Aún así, es algo mucho más profundo para él, este es técnicamente el único hogar que conoce y tener que cambiar todo eso de un momento para el otro es demasiado-.

 No dijo nada más luego de eso, solo nos quedamos observando un punto fijo frente a nosotros.

-¿Sabes?, cada noche tengo sueños recurrentes- susurró- son extraños, muchas imágenes mezclándose las unas con las otras, personas hablando, susurrando cosas - se giró a verme- en algunas de esas imágenes -hizo silencio mientras observaba mi rostro con detenimiento- estabas tú- susurró.

No fui capaz de decir nada ya que unos pasos acercándose se escucharon, junto a la luz de una antorcha.

Thomas aclaró su garganta y se puso de pie para ver de quien se trataba.

-¿Quien eres?- preguntó

"Tal vez sea un penitente con una antorcha, tu que crees" pensé mientras contenía una leve risa.

-Soy yo, Chuck- contestó el niño mientras se agachaba a la altura de la puerta dejando ver que sus manos estaban cargadas de cosas.

-Lo siento Chuck- dijo apenado.

Chuck nos trajo comida y agua a ambos, le contó que tallaba la estatuilla para sus padres e intentó dársela, a lo que Thomas se negó ya que decidió prometerle que lo sacaría de aquí y él mismo se las daría. Luego de eso el pequeño se fue, feliz por la promesa hecha.

Thomas se giró y su sonrisa se borró en cuanto vio mi rostro.

-¿Que sucede?- preguntó sin comprender.

-Sucede que realmente espero que seas capaz de cumplir esa promesa Thomas- dije cruzándome de brazos- no deberías jugar así con las ilusiones de un niño-

-No jugué con nadie- se defendió- de verdad planeo cumplir con lo que le dije-

-Pues espero que lo hagas o te juro que los penitentes serán el menor de tus problemas- lo apunté con mi dedo- seré tu peor pesadilla y realmente ruego que logres cumplir-.

-Lo haré, Chuck saldrá de aquí- dijo tomando su lugar junto a mi nuevamente.

-De eso no hay dudas- suspiré- yo haré todo lo posible para que él lo logre, sin importar que -.

-Tú no debes hacer nada, los protegeré a todos y nos sacaré de aquí- susurró.

Minutos después mis ojos comenzaron a cerrarse debido al cansancio acumulado que poseía y me dejé caer en el mundo de los sueños.

La hija del laberinto . The Maze Runner #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora